Tratar de reivindicar las consquistas sociales de pueblos americanos

Para tener un panorama certero con respecto al accionar del Vaticano en los últimos años, considero necesario repesar una editorial de mi autoría producida hace 5 años, mes y medio antes de la asunción de Bergoglio como nuevo Papa, donde anunciaba los motivos fundamentales de tener un pontífice latinoamericano y todo el andar de la iglesia católica en las últimas décadas, principalmente, desde el lanzamiento de la globalización y las nuevas premisas en el mundo moderno, con el derrumbamiento total del Muro de Berlín. No significa para nada que me considere un profeta o que estoy adelantado con relación a la difusión de cada noticia, pero está documentado a través de la nota aludida, que fuí el primero en anunciar el nombramiento de un pontífice latinoamericano, ofreciendo los motivos valederos por tal decisión de la jerarquización pontificia.

Es absolutamente inadmisible pensar que la Iglesia Católica como institución, no esté politizada, simplemente, teniendo como base que más de un tercio de la población mundial es de origen católico, nos da la pauta real de que no puede quedar aislada de lo que acontece en el universo y para ello necesariamente debe estar compenetrada y comprometida con el accionar político que se está empleando en la tierra, resulta más que obvio según mi humilde entender. Por todo lo expuesto en estas líneas, es incomprensible que gran parte de la sociedad argentina insista en contra de la posición de Francisco e incluso, no entiendo los motivos que esgrimen desde cierta prensa amarilla,  que no encuentran respuestas con respecto a la no presencia del Papa en suelo argentino.

Si no se analiza cada paso dado por Francisco desde su asunción, difícilmente obtendremos respuestas a cada interrogante, pues lo más sensato recomienda hacer un respectivo análisis y eso tal vez, existiendo buena predispoción de cada uno, nos abrirá la mente para comprender la realidad.

El Papa en cierta medida al asumir como Sumo Pontífice, ha dejado de ser argentino para convertirse en el pastor de ése tercio de la población mundial y una alternativa vital para lograr la paz en el mundo, prueba de ello basta con mostrar la cantidad impresionante de viajes producidos en tan solo 3 años y medio y que posibilitó el acercamiento de partes en conflictos bilaterales y regionales estratégicos para evitar una guerra inmediata. Incluso, si valorizamos como corresponde lo de Colombia, que sin visitar el suelo cafetero, permitió desde el vaticano mismo, unir a Santos con Uribe y las mismísimas FARC, para que luego se firmara el esperado acuerdo de paz, poniéndole fin a un conflicto que venía desde hacía 60 años, quedará sellado el motivo exitoso estratégico del Papa.

Si uno tiene el interés de abrir la mente negadora, saber escuchar, saber leer, tratando de encontrar el sendero necesario de entendimiento de toda la actividad de Francisco, sugiero que en primer término lean atentamente mi nota editorial que oportunamente escribiera en febrero del 2013 y que publico al pie de la presente, y desde ése espacio y tiempo nos ubicaremos luego para leer los siguientes capítulos de todo lo que representa Francisco para el mundo y se darán cuenta en definitiva, porqué no es necesario su vieje a suelo argentino en estos momentos.

La seguimos en la próxima...

Sobre la abdicación de Benedicto XVI...

Escrito por Gerardo Bova   

Viernes, 15 de Febrero de 2013 12:02

altNUNCA MEJOR OPORTUNIDAD PARA  PRONUNCIAR ESTA FRASE: "Querer ser más Papista que el Papa"

No es ninguna novedad que el Vaticano ha tenido, tiene y tendrá, injerencia en la vida política de los gobiernos y pueblos del mundo, entonces, todas las lucubraciones, sospechas o conjeturas, que se armen por la renuncia del Papa actual, Joseph Aloisius Ratzinger (Benedicto XVI), pueden ser justificadas o legítimas. Más aún si reflejamos que después del fracaso por la globalización, y ante un nuevo orden mundial, por la evidente caída de la organización de los nuevos Estados Europeos, a través de su organismo (Unión Europea), era necesario, nombrar a un pontífice que tuviera acercamientos políticos y de toda índole, con los nuevos “mandamases” de ése continente, que lógicamente pasaba por Alemania e Inglaterra. Resultaba de una concluyente obviedad, que no se podía nombrar a un Papa de origen inglés, para no enfrentarse con la Corona Británica y la Iglesia Anglicana, que tiene casi el predominio total en el Reino Unido. Además, cabe recordar a los lectores, que Benedicto XVI, fue nombrado, como un pontífice de transición, fundamentalmente, porque se conocía su endeble estado de salud.

Mencionaba lo del fracaso de la etapa de la globalización, aunque si se prestar atención con criterio, lograron el objetivo principal, que era el “derrumbe” del Muro de Berlín, y eso lo obtuvieron con creces, además de un nuevo orden mundial económico, siendo figura descollante en esa instancia, la presencia de Karol Józef Wojtyła, (Juan Pablo II), quien junto a Ronald Reagan, presidente en ése entonces de los Estados Unidos y  Mijail Gorbachov, premier ruso, líder y creador de la “Perestroika”, unificaron criterios políticos y económicos, lanzando la desastrosa idea  de resaltar la presencia del FMI y el Banco Mundial, para injertar a las economías que se desplomaban en el mundo, las nuevas recetas recesivas del neoliberalismo. Entonces se identifican entre sí, la palabra fracaso del modelo, y el triunfo de los mentores, en ejecutarlo, logrando de ésta manera, los equitativos básicos, poco les importaba el bienestar y la paz en el mundo.

Claro, ahora las circunstancias son otras y los destinos del mundo, también son otros, se derrumba el imperio de los negocios; las recetas del FMI, y las pretéritas fórmulas de querer dominar a los pueblos, y en eso la Iglesia Católica debe jugar un rol fundamental, y para ello será necesario nombrar un pontífice que tenga otras ideas esclarecedoras hacia el nuevo contexto mundial, que se inclina más a lo social y al progresismo, en la búsqueda incesante de la igualdad de posibilidades entre los seres  humanos, algo que en los contenidos  y ejecuciones, la Iglesia de Cristo, la tiene un poco olvidada.

De cualquier manera, no estaba en los planes de los jerarcas políticos del universo, modificar las estructuras del Vaticano, porque todo venía “viento en popa”, precisamente por la salud endeble de Benedicto II, entonces se transformaba en un ser manejable para los jefes de los países más trascendentes de la Unión Europea, y de esta manera, no tenían ni sugerencias del ámbito religioso, ni posibilidades de ser reemplazado hasta que llegara el día de su muerte.

Me parece muy atinado (algo que descolocó a los jerarcas que mencionaba) que el Papa Joseph Aloisius Ratzinger (Benedicto XVI), haya tomado la decisión de no seguir ocupando el lugar que no puede cubrir, por las evidentes carencias físicas (no mentales) de su persona, por ello, indefectiblemente, no  puede seguir haciéndose cargo de semejante responsabilidad.  

En los tiempos que vivimos, se tiene que dejar de lado las costumbres del Vaticano o de la Iglesia Católica como Institución, de que el Papa, solo debe ser reemplazado el día de su muerte. Este hombre, no puede pronunciar palabras, no se lo entiende cuando habla y el mismo sindicalista de Peones de Taxis de Argentina, Jorge Omar Viviani, quien tiene un gran respeto y admiración por el Sumo Pontífice, al estar junto a él hace muy poco tiempo, en su viaje a Roma, lo encontró muy anciano y dijo textualmente: “que no se puede oír su voz, pues la tiene apagada y lo vía sin fuerzas para seguir”.

Lo sugestivo de todo esto, es escuchar o leer, a los analistas televisivos y  periodistas de los medios  más encumbrados del país, incluyendo a políticos, que  hablan como especialistas en teología, argumentando que Benedicto XVI, no debe dejar el papado y que puede estar apuntalado por todo el entorno de Cardenales que actúan como asesores directos, junto al Pontífice, ya que su abandono, sería perjudicial por la acefalía de autoridad en la máxima representación de la Iglesia Católica. Además, puntualizan, no solo estos personajes, también, miles de feligreses, que esto no es habitual en la Iglesia de Cristo y que hace 600 años que no ocurría, algo semejante.

Me pregunto y traslado a ustedes la misma: ¿Cómo se puede ser tan necio e ignorante al calificar la situación de tal manera?

¿Acaso, en las condiciones físicas que está Benedicto XVI, puede ejercer con responsabilidad, el mandato que le otorgaron sus pares?

Las cosas no están escritas para que se ejecuten siempre de la misma forma, los tiempos, las circunstancias, los hechos de la vida moderna, etc., exigen cambios, y esta es la manera más lógica para  ejecutar dichos cambios.

Hoy, la Iglesia Católica cumple un rol fundamental en la vida de los 2 mil millones de católicos que conviven en el universo, y tanto ése pueblo fiel, como el resto de la humanidad, necesitan imperiosamente, tener un Papa  acorde con los tiempos de cambio, esto seguramente, derivará en un trascendente movimiento de ideas y criterios, que beneficiarán a la comunidad mundial. Los cambios de índole político-social que se vienen desarrollando en el mundo, más precisamente, en el continente americano, será la meta que deben fijarse, también las comunidades religiosas, en la búsqueda de la igualad de los seres humanos. Por ello, no sería descabellado que aparezca tan sólo en un mes y días, un reinado papal oriundo de Latinoamérica, por primera vez en la historia del catolicismo, algo que sería de parabienes para el continente en su conjunto.

Pero  vale aclarar, que estos son conceptos u ópticas, puramente personales y nada tiene que ver con la realidad que vivimos, de cualquier manera, irnos para el lado de las exámenes o profecías, sobre cómo debería proceder el Sumo Pontífice, es una clara demostración de querer demostrar que son “más papistas que el papa”, como lo menciono en el título de la presente nota.

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