Generando cambio

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La Patria Grande está empobrecida PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Sábado, 07 de Abril de 2018 12:09

alt"Es una cuestión de actitud", como diría el gran Fito Paéz

Para comprender el título y subtítulo de la presente editorial, solo basta reconocer los actuales acontecimientos reales de nuestro continente, sobre todo en estas últimas semanas, pues observamos el inminente peligro de las democracias, puestas al servicio de los sectores oligárquicos y en franco desprestigio, estimulados desde ya por los medios de comunicación afines a la derecha internacional, que al ver sus objetivos truncos con obstáculos de concreción, están decididos a todo y, hablando en castellano, como se dice vulgarmente en el café, significa que si no logran tales objetivos, jugarán sus cartas a modelos autoritarios, con todo lo que representa para los habitantes de nuestro continente estas cosas, teniendo en cuenta las desapariciones físicas, detenciones, torturas y muertes que han producido los gobiernos autoritarios en las décadas no tan lejanas. Todo lo que viene sucediendo en los últimos meses en nuestra región, deja en claro los peligros que corren los caminos democráticos, al ver avasallados los derechos contitucionales, todo en una puesta en escena de la derecha internacional, que no se banca literalmente los gobiernos de neto corte progresista. Si bien muchos analistas hacen caso omiso a la situación del vecino país del Mercosur ((léase Brasil), pareciera que no se dan cuenta que toda la región está corriendo grave peligro institucional y todo indica que la elite económica que maneja despiadadamente los destinos del mundo, ante el fracaso en sus gestiones, apuestan fuertemente otra vez a los golpes militares.
No resulta casual que Brasil ha sido militarizada en todo el territorio y además, "refuerzan" sus fronteras con uniformados de nuestro país y del Paraguay. Basta recorrer nuestro litoral y la zona de la triple frontera, para darse cuenta que la gendarmería ha sido reemplazada por efectivos militares en las últimas semanas. No existe razón alguna para que ello esté ocurriendo, pero las cancillerías de los países del Mercosur avalan tales decisiones, incluso apoyada por el mismísimo secretario de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, quien no se ha expedido sobre el preocupante tema de la región, pero se hace el distraído ante las presencias militares. ¿Raro, no?
Lo que está sucediendo con nuestro querido compañero Luis Ignacio "Lula" da Silva, es absolutamente inaceptable, pues no existen pruebas concretas sobre su condena, incluso desaprobada por prestigiosos medios internacionales como The Guardian del Reino Unido o el The New York Times de los EE.UU. Precisamente el diario norteamericano en uno de sus salientes títulos, dijo lo siguiente: The New York Times:"La democracia en Brasil, empujada hacia el abismo", mientras que el juez que condenó a Lula, reconoce la falta de mérito cuando manifiesta lo siguiente:Juez Moro del Brasil: "No lo puedo probar, pero tengo la íntima sensación que fue así"
Sin embargo, nos debe llamar la atención la desidia de nuestro gobierno en no pronunciarse de ninguna forma, ante hechos que hacen peligrar no sólo la democracia en Brasil, sino en todo el continente. Ni el presidente Macri, ni la Cancillería, opinaron o produjeron algún documento sobre la situación de Lula, ni fustigaron el accionar de los jefes de las fuerzas armadas brasileñas, quienes amenazaron con un golpe de estado, en caso de que el presidente (MC) Lula da Silva, no vaya a la cárcel.
Sugestivamente pusieron énfasis en criticar la democracia venezolana, pero no hacen lo mismo con Brasil, principal socio político y económico del continente con nuestro país. Es más que elocuente que son cómplices en tales actitudes.
Les decía en el título principal de la presente editorial, que "La Patria Grande está empobrecida", sin embargo la actitud de los pueblos puede superar cualquier intentona de querer cambiar todo lo que venimos consiguiendo en los últimos años. Bajo ningún aspecto vamos a permitir que las etapas dictatoriales vuelvan a avasallar los destinos libres de nuestros pueblos y, por lo tanto, estamos preparados para la lucha ante semejante cuota de poder. Por ello, subtitulaba "Es una cuestión de actitud", como lo dice en una de sus canciones el notable artista rosarino Fito Paéz. Uno le sugiere a nuestra comunidad que no vuelva a caer en las trampas del mercantilismo salvaje, tenemos que darnos cuenta de una vez, que van a utilizar los mismos mecanismos que han empleado a través de la historia, por tal motivo, no nos queda otra cosa que sacrificarnos sin tapujos en defender nuestra libertad, que significa también, defender la libertad de nuestros hijos y nietos y futuras generaciones, estas palabras no son frases hechas, son una plena realidad, por ello, hoy más que nunca vamos a repetir ¡Hasta la victoria siempre!
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