 MIRADAS HACIA ADENTRO Y HACIA AFUERA
Quedó demostrada la estulticia de la frase “la Argentina está fuera del mundo”, eufemismo diseñado para descalificar políticas remisas al remolino neoliberal. Estamos y estaremos dentro, simplemente porque nadie puede quedar afuera en este mundo cíclico donde todas las verdades son relativas en el tiempo y en el espacio
El próximo período presidencial hallará instancias revulsivas respecto a los 90 de la globalización y al 2000 de la declinación ideológica de ésta, Si bien el contexto social varió, queda pendiente solucionar temas atinentes a los bolsones de exclusión que aún subsisten. Sólo acentuando las políticas de acumulación, la gestión estatal podrá redistribuir, y sólo industrializando, la desocupación retrocederá a guarismos mínimos. Están los que lo saben y lo quieren y los que lo saben y no lo quieren, pero nadie que no lo sepa.
Pero la comprensión del contexto internacional es crucial para el gobierno puesto que aunque aceche y subsista, la extorsión financiera cedió lugar a disuasión armada. Suena melodioso que el secretario de la ONU elogie el liderazgo argentino sobre derechos humanos, aunque en materia de paz el organismo mundial sea infecundo y ornamental, salvo para instalar cascos azules en pequeños países. Es la OTAN la que, con autonomía regula al mundo, con EE.UU. al frente y los socios europeos aportando mancomunadamente poder bélico a su arbitrio.
El argentino Luis Moreno Ocampo, fiscal del Tribunal Penal Internacional, solicitó reciéntemente el juzgamiento de Muhammar Khadafi en virtud de las numerosas muertes acaecidas en Libia, a partir de la rebelión contra el régimen. Sin indagar en la personalidad controvertida del caudillo árabe, no se sabe que Moreno Ocampo haya propuesto procesar a Aznar, Sarkozy, Berlusconi y al mismo Zapatero por igual motivo. Irak, Afganistán, Libia, países asolados por lo bombardeos de la OTAN, lo ameritan, aunque no les quepa a Bush ni a Obama, porqueEE.UU, no es signatario del fuero ni lo reconoce, en el entendimiento que el amo impone pero no acata.
Como Hitler y Mussolini en la guerra civil española intervinieron a favor de Franco, igual la OTAN bombardea Libia en favor de un bando, masacrando gentes “por su propio bien, por la libertad y por la democracia”, ya que el único violador de los derechos humanos y genocida, según Moreno Ocampo, es el abominable Khadafi.
En tiempos de la dictadura, la Argentina ya confrontó con la OTAN (aunque en los papeles figure solamente Gran Bretaña) y perdió. Si hoy la situación se repitiera, nadie esclarecido dudaría que Buenos Aires sería bombardeada. Y hoy, con bases en Colombia y numerosas tropas en Haití y Costa Rica bajo pretexto de custodiar la paz y combatir el narcotráfico, respectivamente no seria peregrino suponer otros extremos bélicos.
No escapa a los gobiernos del UNASUR, entre ellos el de la Argentina, que además de ocuparse en los próximos cuatro años de solidificar acuerdos regionales políticos y económicos, también deberán sostener inteligentes iniciativas para que el Gran Poder no se lance, en aras de “la democracia y la libertad”, al apoderamiento de los mas importantes acuíferos del mundo, ubicados en Suramérica. Hay cartografía ya que indica el propósito de “internacionalizar” las cuencas principales.
LA PROPIA MEDICINA
La alborotada Europa de hoy, con Grecia como ofrenda viva a la deidad crudelísima del ajuste y el desguace del Estado, igual que Argentina hace menos de una década, se plantea como señal crítica de un posible futuro derrumbe de la Unión que llevó cincuenta años conseguir. La situación estaría justificando la reticencia de Gran Bretaña y Suiza en entrar al circuito del Euro.
El acontecer, sumado a la crisis financiera de USA a través de la ordalía banquera mas cruenta de la historia obligaría a una vuelta de tuerca. La doctrina económica pergeñada en los 90 desde el laboratorio de Chicago por el mentor Milton Friedman podría quedar en la historia de los fallidos recetarios del desprestigiado Fondo Monetario Internacional, si finalmente sus principáles aportantes optan por rumbos menos traumáticos. Porque hoy los países centrales sufren también el rigor de su propia medicina.
Pero la crisis, fuera de amainar los ímpetus, tal vez exacerbe al supra poder industrial militar a consolidar sus planes cuanto antes respecto al petróleo, el agua y los recursos naturales que se requieran para su negocio, salgan de donde salgan. Cuando de negocios y poder se trata, poco importan los pueblos, aunque sean europeos o norteamericanos. Y sobre todo, cuando el Derecho Internacional Público es prácticamente letra muerta.
La irrupción de China como potencia económica ahonda los recelos del hegemónico tandem europeo-norteamericano. Socios competitivos y rivales a veces, pero que se necesitan se abroquelan frente a la India y Brasil, de desarrollo no comparable pero supra habitados y encaminados a un futuro promisorio. El Japón, soporte de la política norteamericana en Oriente, ya deja de ser el exclusivo líder económico y tecnológico del Asia, avasallado por el tsunami del otrora Celeste Imperio.
La diez veces milenaria cultura china ofrece a los países postergados nuevas formas de conexión económica, diferentes al viejo sistema de coacción y apoderamiento. Hasta surgió dias atrás la paradoja –que bien podría tomarse como humorada- de que ante acuerdos firmados por China y países africanos, funcionarios norteamericanos consideraran que el coloso oriental incurría en “métodos colonialistas”.
LA ARGENTINA DE LOS SUEÑOS
La Argentina de los sueños resurge con una imparable politización generacional que prevé cambios en formas, modos y cultura. Pero la primacía de la política en el próximo período constitucional impone ver con muchos ojos, tanto al oficialismo como a la oposición. Algunos para adentro, pero otros hacia afuera, y con suma atención. Los más avisados tratadistas están haciendo entender que hay que hablar mas de economía que de mercado, de pueblo que de individuo, de política que de poder, de integración que de competencia.
Se impone, asimismo, una diplomacia activa y profunda, atenta a los intereses de la nación y con la ductilidad que cada caso en particular requiere, tanto en reforzar el bloque sudamericano como en el tratamiento bilateral con cada país central, tomando en cuenta que las crisis pasam, pero también que el mundo se transforma cada día.
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