El "mito de Santa Rosa" preocupa severamente al presidente

Voy a tomar nuevamente mi editorial habitual con un toque de humor, porque son demasiados los problemas e incertidumbres que vive nuestro pueblo, debido a las medidas antipopulares que día a día ejecuta el gobierno de Mauricio Macri, alejado notablemente de la realidad y cada intervención, siempre es a favor de los sectores concentrados y nunca en beneficio de los más vulnerables, algo que vengo repitiendo en las últimas ediciones. Les decía que incorporaba un toque de humor, por la fecha que se acerca con respecto a la creencia popular sobre la tormenta de Santa Rosa, ya que el presidente, cotidianamente nos viene hablando de la tormenta que viene de frente y que ya se vislumbra un "tormentón" debido a lo que sucede en el mundo; al escape del dólar o a la sequía que tuvo que sufrir el campo en los últimos meses. Nunca pudo hacer una autocrítica y reconocer que fueron errores propios de su gobierno, y la causa de la crisis económica, sólo la puede revertir si modifica el rumbo de su "barco" para esquivar precisamente, ésa tormenta de frente.
Sin embargo, considero necesario analizar con precisión lo que está preparando Macri y su entorno, debido al fracaso real de su gobierno y lo incontrolable que resulta el manejo económico de sus planes, pues desde las esferas comunicacionales, léase los medios hegemónicos que sostienen al gobierno y no desean que se concrete un triunfo electoral del kirchnerismo, acercan nuevamente en escena a figuras políticas que estaban totalmente en el olvido, con el propósito de insertarlo en la carrera electoral próxima y quitarle posibilidades a CFK o al candidato que resulte de tal postura política.
No escatimarán ningún esfuerzo en hacer alianzas como la del 99, para asegurarse el triunfo dentro de un año y por ello, aparece Eduardo Duhalde con Roberto Lavagna, para tal misión, incluyendo la figura de Mario Blejer como un posible cambio a la  brevedad para ir preparando el terreno.
Usted pensará que estoy loco, pues Duhalde criticó severamnte a Macri en estos días, pero a mi entender, es sólo una estretegia para confundir al electorado, logrando de tal forma desviar la atención de la sociedad hacia Cristina, mientras a la presidenta mandato cumplido intentan meterla en la cárcel. Más aun, tendremos que utilizar todos los mecanismos jurídicos para saber que pasó con los elementos tóxicos (veneno al decir del médico del Clínicas) donde fueron víctimas dos empleadas domésticas que fueron a ordenar la casa de Cristina, tal vez quisieron matarla. Pueden pensar que es otra locura de mi parte.
Sigamos con lo de Duhalde: No es la primera vez que el líder bonaerense del peronismo hace estas cosas y junto a Sergio Massa, uno de sus hijos dilectos, van estudiando el terreno en plena complicidad con el macrismo y tal vez, por sugerencias directas del FMI; el gobierno de los Estados Unidos y por supuesto, el verdadero ganador de las elecciones pasadas que fue Héctor Magnetto. El silencio de Massa en esta situación desesperante de la economía, es más que llamativo. ¿No le parece?
Ante tamaña crisis que se agudiza día a día, es natural que los sectores corporativos intentan salvaguardarse y de tal forma, deben inventar otras alternativas y acuden a las figuras de Duhalde y Lavangna, a quienes lo miran como los salvadores del país en la crisis del 2001/2.
No es para nada fantasioso lo que estoy manifestando, ya existieron reuniones muy concretas de estos sujetos con autoridades del gobierno, la Corte Judicial y el mismísimo Magnetto para ir preparando el terreno ante el escaso tiempo que quedan para las elecciones. Por supuesto, no todo les tiene que ir bien, porque lo han intentado en los últimos meses en México y les salió muy mal, simplemente, porque el pueblo azteca se dio cuenta de la trampa, esperando que a nosotros nos pase lo mismo que a los mexicanos.
Siguiendo con esa cuota de humor, la tormenta de Santa Rosa tal vez nos traiga una respuesta esperada y en poco tiempo los caminos de libertad que estamos buscando se conviertan en realidad, para ello debemos no caer en las garras del neoliberalismo, algo que vengo sosteniendo cotidianamente y le pido al pueblo argentino que lo tenga bien presente, pues esta situación no la podemos soportar más.