Una pregunta fácil que no tiene racionalidad

Cuando uno revisa los acontecimientos producidos en nuestra historia, cuesta demasiado creer en aquella frase popular que afirma "los pueblos nunca se equivocan". Bien, analicemos entonces y nos daremos cuenta que no es otra cosa que una frase inventada como tantas otras y que no tiene asidero. Parto de la base que individualmente nadie puede considerarse perfecto, tenemos errores, por lo tanto es imposible confirmar que no nos equivocamos, pues a nivel colectivo es exactamente igual y bajo ningún aspecto se puede afirmar que los pueblos no cometen errores. ¡Vaya si cometemos torpezas incalificables! Si nos detenemos a mirar todo lo acontecido en nuestro país, incluyendo por supuesto a todo el continente, nos daremos cuenta que siempre caemos en las trampas que nos tienden los medios de comunicación y los sectores dominantes y, sin duda cada vez que nos hacemos eco de tales premisas nos ha causado innumerables problemas que luego nos provoca situaciones imposibles de solucionar en un breve lapso de tiempo. Nuestros países, fundamentalmente lo del cono sur, tuvieron que sobrevivir durante décadas para esquivar todo lo que produjo el mercantilismo salvaje en nuestras sociedades.
Es muy curioso que gran parte de nuestras comunidades todavía no ha entendido los objetivos de la derecha internacional y no se dio por enterada que siempre han cargado las responsabilidades de los fracasos a los gobiernos populares, mientras ellos se han enrriquecido a costa de los estados, pero levantan las banderas de la honestidad, mientras que la corrupción es un tema de los políticos populistas y por supuesto de aquellos que tienen cierta credibilidad con esos sectores más vulnerables. Sin embargo, todo esto que voy mencionando en estas líneas, no ha producido nada favorable en gran parte de los pueblos y cuando llega la hora del voto, comprando lo que venden los medios hegemónicos, esos que reciben dineros de los empresarios dominantes, les creen a ellos y emiten el sufragio. Claro, en poco tiempo vienen las lamentaciones, pero es lógico, ya es demasiado tarde y debemos pagar todos los componentes de un país, pero aquellos que entraron en el juego de la mentira neoliberal, sólo le queda el margen del arrepentimiento o tal vez manifestar que no los votó. Vale recordar las palabras del compañero y amigo Osvaldo Ingrassia, cuando dice que se convierten en "cómplices" y tendrán que asumirlo como tal. Y para completar la mención del equipo, también agrego una idea de nuestro querido compañero conductor Raúl Silva, cuando afirma que "es inadmisible que uno pueda votar a sus propios verdugos".
En fin, todo esto está pasando en nuestro continente y se agrava literalmente con lo sucedido recientemente en Brasil, pues el triunfo electotal de Jair Bolsonaro no es otra cosa que la degradación democrática y pone en peligro la paz de la región y la pérdida total de los derechos básicos de la ciudadanía. No le va en zaga el resto de Sudamérica, principalmente, teniendo en cuenta que Brasil tiene frontera con 8 países de la región y además, que va creciendo día a día la inclinación hacia la derecha de las mayorías populares.
Si tengo que analizar profundamente todo lo que está sucediendo, necesito un espacio enorme y el tiempo tampoco nos alcanzaría para difundirlo como amerita el tema, simplemente, deseo manifestar a todo el pueblo argentino que tenemos que salir a las calles con el objetivo de acrecentar la lucha y no permitir bajo ningún aspecto el crecimiento de la derecha en la región, pues será nuestra responsabildad todo lo que sucederá en breve en la región y además, tarde para reaccionar cuando instalen definitivamente un modelo como los años 30 del siglo pasado. Por ello, más que nunca les traigo tres nuevas frases célebres del filósofo, escritor y ensayista Jean Paul Sartré, dicen así: 1) "El hombre está condenado a ser libre; porque una vez arrojado al mundo, él es responsable de todo lo que hace"...2)"Una batalla perdida es una batalla que uno piensa que ha perdido"...y 3)"Es mejor morir de pie que vivir de rodillas".
Bueno, creo conveniente repasar estos dichos magistrales de Sartré y ponerlos en práctica, siendo algunas de las múltiples fórmulas para no permitir que la derecha y los sectores dominantes vulneren nuestros sueños, simplemente, porque queremos vivir en plena libertad.
¡Hasta la próxima!