Llegó la hora de la unión de los pueblos para no permitir la intromisión imperialista

Cuesta creer lo que estamos viviendo en la región, lejos de aquellas jornadas de la presente década, pero que desde hace unos cuatro años pasaron al olvido. Hoy tenemos un continente casi entero conducido por el neoliberalismo salvaje que nos puede llevar al abismo, de no obtener un cambio a la brevedad.
Lo escribí en innumerables oportunidades, tanto en mi página, como en otros espacios, con respecto al novedoso método del imperialismo en manejar los destinos de nuestros países, pues ya no ostentan solo el poder con las armas y en vez de producir golpes de estado, lo hacen a través de las corporaciones con golpes de carácter económico que vienen devastando de la misma forma a nuestros países, pero sin miles de muertes, con un agregado a la acción concreta, el invento de causas judiciales contra los gobernantes para llevarlos a la cárcel, burlándose del ideario popular. Sin embargo, cuando se les complica los planes y no pueden ante la fortaleza de los pueblos, amenazan fuertemente en producir nuevos golpes de carácter militar y para ello, deben obtener la complicidad de algunos sectores opositores a los gobiernos elegidos legítimamente por sus pueblos, incluso con actos inconstitucionales como lo producido recientemente en Venezuela.
La peligrosidad de estos acontecimientos, además de las amenazas con posibles intervenciones militares norteamericanas, es el accionar de los mandatarios de países vecinos, incluso el nuestro, en aprobar tales acontecimientos y reconocer a gobernantes corruptos y golpistas, que por el sólo hecho de violar la constitución, deben estar presos por un tiempo bastante prudencial, para que no vuelvan a ocurrir semejantes actos.
Es más que evidente el desprecio a nuestros próceres latinoamericanos que hiceron grande a la región y que nos dieron la libertad añorada, en ésa incesante búsqueda de la integración hacia la Patria Grande. Tal es así, que el mismísimo presidente argentino Mauricio Macri, lo manifestó en un aniversario de nuestra independencia, cuando dijera textualmente:"Me imagino la angustia que sintieron aquellos próceres de nuestra independencia, por la decisión que estaban tomando de separarse de España y en este sentido, Macri agregó que "nunca fue fácil asumir ser independientes, ser libres, eso conlleva una responsabilidad" porque, dijo, "no podemos sentarnos a esperar que otros vengan a tomar las decisiones por nosotros"
Es muy fácil darse cuenta hacia donde apunta Macri y todos aquellos presidentes que hoy gobiernan en varios países de Sudamérica (Brasil, Chile, Perú, Colombia y Paraguay) pues lo único que tienen en mente, es satisfacer los designios de los Estados Unidos y ponerse a disposición de rodillas para que obtengan todas las desmedidas pretensiones que a través de los siglos, han tenido y tienen los imperios.
No voy a extender demasiado, usted sabe como pienso y actúo, solo sugiero de manera muy firme, que no permitamos nos manejen nuestras vidas y que nos dejen crecer en libertad, sin intromisiones imperiales, ya conocemos a través de los siglos, lo que han realizado y como quedaron nuestros pueblos, por lo tanto, en paz y a través del voto, tenemos la sabia oportunidad de ser libres y si no nos dejan, optimizar todos nuestros recursos como para que no pasen, pues sería un deshonor para aquellos próceres que menciono en el título y algo imperdonable para nuestras futuras generaciones.¡Siempre, "Hasta la Victoria Final!