Sus fracasos hacen despertar a los pueblos y se acrecienta la lucha

Cuesta entender a gran parte de nuestras sociedades, me refiero por supuesto, no solo a la nuestra, sino a toda la región sudamericana que está viviendo situaciones muy alarmantes, con una clara demostración de un peligro latente en lo que respecta a la paz social.
No significa nada casual que los países con enormes conflictos sociales, son aquellos que están gobernandos por la derecha neoliberal, que solo le interesa cumplir su mandato bajo las consignas u órdenes de las corporaciones económicas mundiales, en vez de satisfacer y otorgarle bienestar a su pueblos. Ya tuvimos que soportar innumerables muertes en Ecuador, Brasil, Perú y ahora Chile, por la aplicación salvaje de las recetas que desean imponer los poderes centrales de la concentración económica. Resulta inadmisible que esa porción de nuestra sociedad, todavía crea en los medios hegemónicos de la comunicación, que nos ametrallan día a día, con noticias tendenciosas y falsas, tratando de hacernos creer que el mal producido en toda la región, es por el resurgimiento del populismo y no por la insoportable entrega de nuestras riquezas a los poderes concentrados. La desigualdad se agiganta en todo el continente y la paz social, depende de un hilo, con circunstancias que ya supera toda imaginación, pues no pensábamos hace apenas un par de años atrás, que las recetas salvajes del neoliberalismo, nos dejara una cantidad de muertes que nos debe alarmar de una manera significativa a cada uno/a de nosotros/as.
Cabe hacer un análisis profundo de la situación real que hoy vive el continente, y desde ése ángulo, sin mentirnos a nosotros mismos, nos daremos cuenta que la mentira neoliberal a llegado a un límite insospechado hace apenas un sólo años atrás. Observemos con ahinco lo que ha venido sucediendo desde hace un escaso tiempo en Perú, donde un presidente llegó al suicidio y otro está preso por corrupciones evidentes, muy difícil de esconder. O sino, miremos el panorama de Brasil, con varias muertes y avasallamiento de las fuerzas federales en contra del pueblo trabajador, debido a las recetas salvajes del neoliberalismo y de la evidente xenofobia del presidente Jair Bolsonaro. Ni que hablar de lo que acontece en estas semanas en Ecuador con las medidas impuestas por Lenin Moreno, en un país que se enorgullecía de vivir en paz y bienestar durante todo el período presidencial de Rafael Correa. Recordemos entonces los buenos momentos en contraposición,  vivenciado en Argentina durante los 12 años del kirchnerismo o lo que todavía por suerte se vive en Bolivia con Evo Morales.
Bueno, hoy ya tenemos a Chile incorporada en el desastre, con un pueblo desvastado totalmente en las calles defendiendo sus derechos, en contra de las políticas neoliberales y, sin tapujos y sin medir las consecuencias, el presidente Sebastian Piñera, ya lleva más de 10 muertes e innumerables heridos por la represión salvaje de las fuerzas de seguridad y armadas del país trasandino. Sin embargo, en casi todo el continente que está gobernado por la derecha conservadora, solo se habla de Venezuela, país que viene soportando un embargo inhumano, al igual que Cuba que lo viene padeciando desde hace más de 60 años, algo que ni se le ocurrió al poder central, hacer tanto en Ecuador y Chile, aunque quien escribe el presente editorial, está en contra de toda intervención ajena a un país, pues la libertad la deben decidir los pueblos y no una acción extranjera. Que paradójico no?...Hasta hace pocos días, el modelo a seguir según los medios hegemónicos, analistas políticos y económicos, casualmente era Chile..¿Le erraron fiero, no?
Para ser breve, pero dejando un mensaje aclarador, solo les sugiero a cada lector, que vea y compare, como dicen asiduamente los vendedores ambulantes en los medios de transporte, pues aquí está muy claro todo, los neoliberales son los que trastocan la realidad y ponen en peligro la paz de los pueblos, caso contrario sucede cuando los países son gobernados por los supuestos populistas, como desean llamarlo los adictos a la derecha, ya que el bienestar de un pueblo es evidente cuando existe la igualdad de derechos y la inclusión social. Defendamos pues nuestra libertad, a escasos días de una nueva elección presidencial, solo necesitamos tener memoria... ¿No le parece?