"Sobre llovido, mojado, ahora apareció el Coronavirus"

Puede aparecer como alocado el contenido del editorial de hoy, sin embargo, sugiero del lector/a un segundo de reflexión y profundizar el análisis que les mostrara en ediciones anteriores, pues todo tiene que ver con todo y lo del coronavirus no escapa a una realidad rutinaria del neoliberalismo, cuando no obtiene sus objetivos en los plazos que ellos mismos estipulan, como si fuesen los dueños del mundo y de la vida de cada uno/a de nosotros/as.
Decía en las muestras anteriores que el poder económico central del universo, cuando no se siente vencedor con las armas, utiliza otros métodos persuasivos para seguir manteniendo dicho poder sobre la humanidad y las situaciones emergentes. Por lo tanto, queda debidamente certificado que todas las invasiones producidas en las últimas tres décadas, no han sido satisfactorias para el poder central y han dejado huellas complicadas para todos aquellos países víctimas de semejantes atropellos. Quisieron apoderarse del petróleo asiático y del medio oriente y ha sido un fracaso rotundo, entonces fueron por los hidrocarburos y otros componentes de la energía que sin dudas en el continente ha tenido, tienen y tendrán países como México, Venezuela o Bolivia, a manera de ejemplo concreto e indiscutible. Es clarísimo que una invasión militar como lo ejecutado en las zonas aludidas en el párrafo anterior, desearían accionarlas en los países americanos, pero serían tan contraproducentes que la elite de las naciones que compenen el grupo de los siete, estarían literalmente en contra de una actitud ofensiva de los Estados Unidos.
Bien, vayamos analizando lo sucedido en los últimos meses en el mundo de las finanzas y sin querer nos encontramos con algo totalmente sorpresivo, pues no estaba en la agenda de los concurrentes. Me refiero estrictamente a la cumbre de Davos ocurrida en el pasado mes de octubre del año anterior y precisamente, el 18 de dicho mes, en una charla entre referentes de los países participantes, un grupo de científicos y economistas, según fuentes confiables que me acercaron dicho material, se hablaba enfáticamente de una grave crisis en el mundo de las finanzas en el lustro que se inicia en el año actual y hasta el año 2024, donde se presagiaba un cambio en las políticas a emplear, pues la fuerte caída del precio del petróleo, debido a la superproducción de los países productores, valga la redundancia, ocasionaría fuertes pérdidas a los países centrales dominantes que padecemos en todo el mundo. Desde ya había que cambiar las estrategias y una de las consignas del país del norte, léase EE.UU. iba a practicar una política que no es nueva, pero que en ésta oportunidad cambiaría literalmente el curso del universo.
Escribí en innumerables ocasiones y no deseo cansarlos, sobre el escaso beneficio en producir guerras armadas y por ello, han decidido los mandamases del universo, en ejecutar otras estrategias y la principal, era la guerra bacteorológica y vaya si están dando los frutos esperados. Claro, uno debe preguntarse y a su vez, paso la inquietud de algunos amigos que me lo hicieron sentir cuando les comentaba sobre ésa estrategia norteamericana, sobre le repercusión que podía tener en inyectar un virus a la humanidad, si ellos mismos luego serían víctimas de tal actitud, sin embargo, cuando les explique detalladamente lo sucedido y lo que está pasando hoy en el mundo, seguramente la gran mayoría de los/as lectores/as me darán la razón.
Tengan un poco de paciencia y combatan la ansiedad, pues en la próxima muestra (la última) detallaré minuciosamente lo que está pasando y tendrán un panorama tan real, como sorpresivo y angustiante a la vez, ya que no se puede creer semejante atrocidad y poco apego a la vida humana.
¡Hasta la próxima!