Recordemos a William Shakespeare: "Ser o no Ser, that is the question"

Es ahora o tal vez nunca: " a ponerse la "pilcha" de ciudadano/a"

No soy economista, apenas un historiador, periodista y escritor, pero no hace falta ser una eminencia en la materia de los números, para darse cuenta de lo que acontece en cualquier lugar del planeta, máxime en los momentos en donde la realidad supera toda tesis catedrática de la economía y prueba de ello, lo deben admitir los mismos que pregonan los intereses monetarios, por encima del bienestar popular.
El dilema hoy es la disyuntiva de salvar la economía o la vida humana, ambas situaciones tienen preponderancia, pero la vida sin lugar a dudas, debe considerarse como vital y única, pues sin ella, no existiría ninguna disciplina exitosa o fracasada. Sin embargo, las pruebas recientes marcan una realidad distinta y se nota claramente en los países donde predomina un sistema de neto corte neoliberal, pues con sus políticas adversas a los intereses de los pueblos, hoy quedan sepultadas las mentiras de todos los tiempos y la muerte rodea todos los rincones de cada país que ostenta el sistema aludido.
En pocos días, aquellas premisas o presunciones lanzadas por los gobernantes de algunas naciones administradas por neoliberales, quedaron en la nebulosa y tuvieron que dar marcha atrás, de una forma que no se había registrado en el mundo en todos los tiempos.
Tenemos casos concretos como para analizar y demostrar que el error no tuvo límites, ni viso de verguenza, principalmente en países como los Estados Unidos, Inglaterra, Italia o España, netamente naciones denominadas como del primer mundo, agregando a Brasil, con un presidente que sigue fanáticamente todo lo que hacen Boris Johnson o Donald Trump.
Usted tiene los números todos los días, de acuerdo a la información que recibe de todos los medios de comunicación y resulta hasta fastidioso repetirlos en el presente editorial, pero de ninguna manera debe olvidarlos, porque ahí está la clave que nos tiene que hacer pensar seriamente, en la forma que se manejan estos sujetos, mintiéndole a sus comunidades y al mundo entero, aunque cada instante que pasa en nuestras vidas, nos va haciendo recapacitar, dejándole de dar un crédito a cada palabra que vierten sistemáticamente.
El debate eterno en las sociedades es la discusión de cuál es el sistema más productivo o efectivo en cualquier nación y ahí, aparece los privado o lo estatal, y sin duda alguna aquellos que ponen lo económico por encima de todo lo demás, prefieren un modelo abierto, denominado de libre mercado, pues a lo estatal lo bautizaron populismo y están convencidos, que todos los males del planeta, están sumergidos en los que aplican éste último sistema. Todo ése debate lo observo desde que tengo uso de razón y se imaginan, ya tengo 73 años, por lo tanto llevo décadas soportando una discusión que no tiene asidero, pero hoy las cosas han cambiado, dando un giro de 180 grados, pues en los momentos en que lo privado debe demostrar sus cualidades para enterrar éste flagelo que se nos presenta, léase COVID 19, han fracasado de una manera alarmante y fue el estado el que aparació para mitigar la situación de extrema gravedad que vive el mundo en su totalidad. Claro, usted se preguntará, si es así, como puede ser que varios países de Europa o en los Estados Unidos, tengan tantas muertes por la pandemia de referencia, lo concreto y de tal forma obtendrá la respuesta inmediata, que estos países no le dieron la importancia real al tema y ejecutaron sus políticas tradicionales en el comienzo del virus y cuando reaccionaron ante los resultados ultra negativos, tuvieron que cambiar y comenzaron a ejecutar otras políticas, esas que toda la vida la han denominada como perjudicales para la economía y esas políticas, precisamente son las de carácter estatal.
Sin dudas ya el crecimiento del virus es tan amplio y de alguna forma han llegado algo tarde para cortarlo, pero indudablemente y en forma lenta, los números comienzan a descender, ayudado por supuesto con el clima, ya que en Europa han entrado a la primavera, de cualquier manera será difícil que durante los meses que quedan para transcurrir el año en curso, todo se solucione mágicamente.
Toda Europa a través de los medios más importantes de comunicación, han dado un fuerte apoyo y resaltaron la forma en que se encaró la pandemia en Argentina, algo que les comentara en mi editorial anterior y que pueden certificarlo por Internet y aunque les parezca raro o extraño, varias administraciones políticas europeas, comenzaron a darle valor a lo ejecutado en nuestro país e incluso, tomaron algunas medidas ajenas al neoliberalismo y que ni siquiera se tomaron en Argentina, me refiero concretamente a lo sucedido en Irlanda, que estatizaron toda la medicina privada, hasta tanto se solucione definitivamente el cambate al COVID 19.
Desde ya, que están muy lejos de tener una solución en el corto plazo, pero al menos se dieron cuenta que el camino era otro y retrocedieron en sus acciones ante el peligro que se presentaba para toda la comunidad del viejo continente. Las muertes no paran de producirse y resulta penoso, desagradable e inadmisible, tener que ver en la forma que descargan los cadáveres, sin tener ni siquiera un lugar digno para ser sepultados, no solo en Europa, lo vemos a diario tanto en los EE.UU. como en Ecuador o Brasil. Esto no es otra cosa que el resultado de la desidia inicial y hoy deben soportar todo esto, aunque algún día tendrán que dar cuenta a sus sociedades de semejante actitud inhumana, pues los números económicos que ellos valorizan en cada acto, han quedado sepultados ante la pérdida de vidas humanas. Precisamente, lo llamativo es que a pesar de querer imponer las políticas de mercado, además de las muertes que tuvieron que sobrellevar, las economías están quebradas de la misma forma que en los países emergentes. Entonces nos preguntamos: ¿No era que el camino a seguir es lo que dictamina el mercado? ¡Falacia total!
Sigamos...en Argentina no está todo arreglado, ni tampoco vamos a tener resultados satisfactorios concretos en el corto plazo, todavía debemos pasar el otoño-invierno 2020 y Alberto Fernández y todo su equipo lo saben, por lo tanto van actuando concienzudamente y todo informe o decreto, está basado en la verdad.
Los números más peligrosos van a comenzar a verse reflejados a partir de fines de abril y todo el mes de mayo, será tal vez, el punto crucial de como se puede agigantar, achicar o desaparecer semejante flagelo, pero tenga la seguridad que vamos por el camino correcto y no existe otro sistema o posibilidad para reemplazarlo. Los números de la economía van a ser muy negativos, tendremos que esforzarnos mucho más, algo que lxs argentinxs lo tenemos siempre presente desde hace varias décadas, por lo tanto, nunca nada nos resultará fácil cualquier circustancia o emprendimiento, pero también tenga en cuenta algo de enorme valor, que no es otra cosa que aquellas dos guerras mundiales producidas en tan solo 28 años de diferencia y el mundo entero salió de tremanda barbaridad, producida como siempre por los mercaderes del poder y el mundo económico.
Sin dudas el mundo debe cambiar las políticas que se emplean, sobretodo en aquellos países denominados del primer mundo, donde se aplican políticas de neto corte neoliberal y tener un respeto mayor por las comunidades que precisamente, son las que producen, las que han permitido sin quererlo, que esos sujetos del poder vivan con total comodidad y con una evidente falta de respeto hacia las clases más vulnerables.
Para que la humanidad tenga más derechos y viva dignamante, la discusión ya no puede ser tan estéril, por lo tanto toda la sociedad mundial debe tener en claro que lo estatal, siempre va a resultar más producitvo para las comunidades en su conjunto, entonces vuelvo a repetir lo que asiduamente les vengo mencionando en varias editoriales, póngase la pilcha de ciudadano/a y luche incansablemente para que lo popular triunfe por encima de lo financiero y la usura. ¡Es ahora o nunca! Tenemos otra nueva oportunidad histórica y usted es parte responsable de ella. ¿Se podrá cantar alguna vez con todas las fuerzas?: ¡Hasta la victoria final! Eso esperamos!!!
¡Hasta la próxima!