LOS CAMBIOS PRODUCEN CIERTAS ALERGIAS

Es de imaginar que lo  escrito por mi en el día de ayer, sobre las declaraciones, tanto de Hugo Biolcatti o las de Chiche Gelblung y Martín Lousteau, merecía un mayor espacio, principalmente por toda la polémica que se generó a partir de tales declaraciones y además, considero que es necesario profundizar aún más sobre el tema, por una sencilla razón: No hay un panorama clarificador de parte de los medios hegemónicos, ya que a pesar de que muchos periodistas “aflojaron” con la tirantez que nos tenían acostumbrados, retomaron las viejas costumbres e intentan confundir al electorado para el próximo 23 de octubre. Entonces, como es mi costumbre, doy lugar para hacerse algunas preguntas y tratar de aclarar en definitiva las intenciones que nos quieren proponer.
Hay algo tan visible como lógico que lleva dentro de si cualquier sociedad del mundo, no estamos calificando solamente a la población argentina y estamos hablando concretamente de los cambios, palabra algo complicada para cualquier comunidad que sobrelleva durante siglos las típicas culturas conservadoras. Bien lo manifiesto en el título de la presente nota, el cambio siempre produce alergias y es común que se pongan molestos cuando se desea provocar regateos, con intenciones de modificar estructuras y poner énfasis en la equidad, otra palabra que causa cierto malestar manifiesto en la mayoría de las comunidades.
Dentro de cada ser es muy fácil desear la igualdad entre todos los seres humanos, pero cuando se intenta poner en práctica esos conceptos o culturas, comienza el escozor en cada persona y cuesta muchísimo poner en práctica esas intenciones.
Y aquí está muy visible que las actitudes del gobierno, tanto en la conducción de Néstor Kirchner como en la continuidad de Cristina, han puesto muy nerviosos a muchos y no tan solo por esa vocación y convicción demostrada por el matrimonio en cuestión, en nivelar a toda una sociedad, tal vez tiene que ver con eso de “patear” los símbolos de la cultura occidental que mayormente está “escrita” y las sociedades no desean que se modifique ni una coma, para mantener las supuestas “buenas costumbres” “los códigos” y el protocolo..
Ya lo manifesté en varias oportunidades y permítanme que sea reiterativo en esto: Cuando un Presidente cambia con un giro profundo y marcado, ciertas tradiciones de un pueblo que ha estado “manejado” por las grandes corporaciones, tanto políticas, empresariales, castrenses o eclesiásticas con fuertes posturas occidentales, entre en zona de pánico toda una sociedad porque pueden pensar que “se les va al diablo” todas sus creencias y no pueden asimilar quizás esos cambios. Comienza el miedo, la incertidumbre y hasta se llega a pensar que vamos a “vivir” con ciertas inclinaciones al comunismo.
Precisamente lo que fue modificando primero Néstor y luego Cristina, son esos viejos y tradicionales símbolos que nos tenían maniatados a los poderes desde hace 200 años.
Voy a ir enumerando algunos hechos sobresalientes que no ha sido del agrado de la sociedad argentina desde hace 8 años: 1) El cambio de lugar tradicional que era la Catedral para realizar los tedéum en las fechas patrias, siendo considerado una ofensa o provocación de parte de la Curia.- 2) El famoso “Bájeme ese cuadro General” en la ex ESMA, algo impensado que ocurriera con cualquier presidente democrático en todas la historia de Argentina, máxime cuando se trataba de un General de la Nación, con toda la obediencia y “respeto” que se le ha tenido a los uniformados en el tiempo, sin hacer prevalecer que el verdadero y único Comandante en Jefe es el presidente.- 3) La concreción del Matrimonio Igualitario, otra norma totalmente descabellada en cualquier época de la Argentina, con todo el poder que ha tenido la Iglesia Católica.- 4) La no presencia de un Presidente a la tradicional semana de la ganadería en la Sociedad Rural,. 5) El atrevimiento que ha tenido Néstor Kirchner de plantearle cara a cara a un presidente norteamericano que “No venga a patotearme en mi casa”, hecho que marcó un hito en nuestro país y en el mundo, ya que ningún jefe de gobierno del planeta se había atrevido a semejante reacción.- 6) El pago completo de la deuda al FMI, para decirles definitivamente que no necesitamos el control de ellos en las políticas públicas planeadas por nuestro gobierno.-
Como estas complejas aseveraciones, han ocurrido muchas más, desde que asumiera este matrimonio político a sus respectivos mandatos como figuras presidenciales, y desde ya que no fue para nada común el comportamiento demostrado por estos, con relación a todos los demás presidentes, salvo raras excepciones (Perón, Illia) y esto provoca un malestar muy pronunciado en la sociedad, por la sencilla razón de que tienen una marcada sumisión que florecía desde las mismas esferas gubernamentales.
Entonces, son más proclives al “diálogo, consenso, tolerancia” que son palabras no concordantes con la política en algunos casos, simplemente porque significan “negociación, indulto, contubernio”.
Tanto Néstor como Cristina, le han dado valor insoslayable a las convicciones y las pusieron en práctica con éxito, ya que si no hubiera sido de este modo, no tendría razón de ser el triunfo electoral del pasado 14 de agosto, no solo se produjo por la economía y la política inclusiva, van de la mano una con la otra, por una concreta y visible verdad: Se sienten respaldados y protegidos por su presidente en la defensa de los derechos básicos de un ser humano.