Generando cambio

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El Predominio Estadounidense: Primer Capítulo PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Viernes, 26 de Agosto de 2011 04:44

 

LA INTROMISIÓN NORTEAMERICANA EN LA GRAN COLOMBIA Y PANAMÁ(1903)

Para poder tener un panorama más clarificador, será necesario retrotraer los pasajes de nuestra historia internacional y de allí uno obtendrá un camino más esclarecedor, ya que si solo nos dedicamos a llenar espacios explicando lo que sucedió recientemente en Libia con el derrocamiento de Kadafi, o analizamos profundamente lo anterior con Sadam Husein en Irak y la caída del dictador en Kosovo, evidentemente vamos a pensar que la actitud imperial estaba justificada y esos personajes nombrados quedarán como simples o ininteligibles (queda a vuestra opinión la calificación) dictadores que producían el mal a los sociedades del mundo. Queda claro entonces que en los capítulos finales (noveno y décimo) estarán los detalles pertenecientes a estas etapas recientes y con todo el material que iremos difundiendo desde hoy hasta el octavo encuentro, tendremos suficientes motivos para un mejor aprendizaje de cómo se han movido y se mueven por todo el mundo, el comando imperial de los Estados Unidos, con la inseparable ayuda de sus socios británicos.
Manifestaba en la Introducción, que en 1903 comenzaba con notable firmeza el predominio norteamericano, primariamente en la región americana, cuando se entromete en las cuestiones del sur del continente, con la intención de “liberar” a Panamá de la Gran Colombia, comandada en ése entonces por Uribe Uribe, rara “casualidad”, uno de los ancestros del último presidente de Colombia.
Los objetivos de los Estados Unidos, según la visión de ellos, no era otra cosa que dividir ese predominio colombiano sobre Panamá y lograron que se desprendieran de ésa influencia, con una insuperable ayuda de todo tipo, permitiéndoles la tan ansiada “emancipación” a los panameños.
Lo que no se manifestaba abiertamente, era la verdadera intención “yanqui” de tener el control del Canal de Panamá, denominado Istmo por ser una zona unificada de los dos océanos (Atlántico y Pacífico) y de esa manera conquistar la  autoridad absoluta en la navegación comercial, único vehículo de transportes para distribuir y comercializar todos los productos que pasaban por el continente en esa época. Ese imperio territorial marítimo lo han tenido con total intervención hasta el año 1999, pero aún mantiene una fuerte predisposición en la zona, y naturalmente Panamá no posee la libertad absoluta para ejecutar lo que más le conviene a su nación.
Hace aproximadamente cinco años produje el lanzamiento de un libro que lo denominé “ABYA YALA, LA AMÉRICA QUE QUEREMOS” y en esa obra, luego de una exhaustiva investigación, difundí un material que en algunos de sus párrafos más salientes voy a reproducir en estas notas.
Esto lo hago para que cada lector vaya acreditando un mejor conocimiento y que el mismo esté encuadrado con un horizonte más cercano a la realidad y no con los criterios que nos quisieron imponer, no solo en los libros de historia, también en las informaciones que provenían de los medios periodísticos tradicionales de información.
Uno de los escritores más prestigiosos de Panamá a quien tuve el honor de conocer, de Jorge Conte Porras estoy hablando, escribió en uno de sus libros, sobre el pensamiento y los arraigos culturales que tenían sus coterráneos con relación a los conquistadores, en este caso de los españoles, pero que se fueron agudizando con el tiempo, cuando los norteamericanos se metieron en la vida de ellos. Esto no es algo que ha sucedido y todavía sobrellevan los panameños, también está muy latente en la vida y costumbres de casi todos los latinoamericanos.
Uno de los párrafos más sobresalientes, a mí entender, y que fuera publicado en “Panameños Ilustres” (el libro del cual hablo) fue el siguiente:
“Los panameños hemos aprendido la historia de los conquistadores de la península ibérica, no solo porque nuestros cronistas coloniales son importados de España, sino porque los historiadores de nuestro siglo, aún después de fundada la República, siguiendo las mismas huellas, han sido esmerados en ponderar el heroísmo de los blancos europeos”.
Queda claro que la mentalidad de los que escribían y difundían cualquier información o documento con relación a la historia de cada país, estaba centrada en las culturas conquistadoras, por adjudicarse el título de  meros vencedores del atropello y desde esa óptica es muy difícil sacar una conclusión valedera.
Por ello son muy importantes las declaraciones de Raúl Scalabrini Ortiz en varias de sus obras, cuando nos menciona que gran parte de la historia asimilada ha sido mentirosa y maliciosa, para que nos quedemos con esa porción falsa y seamos sumisos a cualquier pretensión emancipadora.
Para entender con mejores argumentos lo que iba a suceder en esta zona y cuales serían los objetivos básicos del Pentágono, voy a reproducir párrafos salientes del libro de mi autoría que les comentaba, y con esos antecedentes tendrán suficientes elementos para obtener conclusiones determinantes.
Estos son, según mi óptica los puntos más salientes de aquella época que marcó el predominio y la “locura” estadounidense en autotitularse y sostenerse como “amos del universo”
“Los Estados Unidos que se habían liberado de la opresión de sus conquistadores, pasaban a ser socios activos en ésta nueva muestra empresarial, apoyada desde ya por sus respectivos gobiernos.
De cualquier forma es imprescindible manifestar que existieron hombres y mujeres con auténtica vocación nacional y continental para mantener viva la esperanza en nuestros difíciles días.
A mi modesto entender, sobre el conocimiento  histórico de nuestro continente, una de las personalidades más sobresalientes de Panamá, fue Pablo Arosemena, tal vez porque le tocó vivir una de las épocas más preocupantes para la Independencia del Istmo panameño.
Entonces quiero transcribir, la opinión de un conocedor profundo de la historia panameña, que fue sin duda el prestigioso escritor Jorge Conte Porras, que señala en su obra “Ilustres Panameños” lo siguiente, sobre el político en cuestión:
“En dos oportunidades distintas, primero en el año 1875 y luego en 1885 ascendió a la Jefatura del Estado de Panamá, y en las dos oportunidades fue desplazado del cargo por las ambiciones castrenses”.
Esto en primera instancia demostraba que la figura política que estamos resaltando, perjudicaba netamente los objetivos de la oligarquía panameña.
Pero continuemos con los conceptos vertidos por Conte Porras.
“Decía Pablo Arosemena: Creo que el liberalismo debe caracterizarse por el respeto a la autonomía de los poderes del estado, y especialmente por el funcionamiento de un sistema electoral honesto”.
Se imaginan que estamos hablando de principios del siglo 20 y que en esos momentos ser un liberal, significaba lisa y llanamente tener ideas radicalizas con respecto al resto de la sociedad política.
Hoy, podemos decir que el neoliberalismo de la era globalizada, significa retroceder en el tiempo y recuperar con ésa ideología el conservadorismo que “coqueteaba” con la oligarquía.
Sigamos apuntando otros conceptos:
“Todo poder debe ser emanado de las urnas. El sufragio es entre nosotros el más importante de los derechos políticos, porque es el origen de todos los poderes constituidos.
Es necesario poner a los pueblos en capacidad de defender ese derecho, a fin de que lo ejerza sin coacción, y no lo vendan a la inmoralidad, ni lo entreguen al engaño, no lo dejen falsificar por la violencia de los tiranos”.
¿Casi nada, no?...cuantas veces quisiéramos escuchar estos conceptos de algunos políticos de nuestra Argentina, pero esto es casi imposible.  Salvo excepciones, que por suerte existen y que la sociedad conoce.
Lo fundamental sería pensarlo y actuarlo de la misma forma y no simplemente en las tribunas para fortalecer las campañas proselitistas.
Siguiendo con el político panameño en cuestión,  puedo decir que durante toda su vida Arosemena fue un vehemente defensor de la libertad de expresión denominada frecuentemente en el siglo XIX como la libertad de imprenta y que él denominaba una y otra vez “la libertad de protesta”.
“De todo derecho se abusa sin límites, mas respecto a la libertad de imprenta, se ha observado que mientras más amplia es la tolerancia del estado frente a sus manifestaciones, existe menos tentación para abusar de ella”.
Conceptos de gran magnitud los de Arosemena, pero sin duda uno de los dichos de éste gran político panameño, fue el que voy a transcribir textualmente, sin olvidar que estamos hablando de principios del siglo 20:
“Me preocupa la política expansionista norteamericana que ha vulnerado las fronteras de México, y amenaza que han constituido tanto las posturas de la Doctrina Monroe en Centroamérica y el Mar Caribe, como el alcance del Tratado Mallarino-Bidlack, suscrito entre los Estados Unidos y Colombia en el año 1846”.
Estas declaraciones de Pablo Arosemena, demostraba su cualidad para observar la problemática del continente y de su país, y poner en evidencia el fuerte crecimiento del imperio norteamericano en ése entonces, que acababa de recrudecer las relaciones trilaterales entre Colombia, Panamá y los Estados Unidos.
Arosemena, denunció desde entonces la pretensión norteamericana de que Colombia les otorgase una franja de tierra en ambos lados de la línea ferrocarril transítmico, a fin de poder garantizar la neutralidad del paso a través del Istmo de Panamá.
Pero por suerte en esta historia de grandes frustraciones desde la conquista colombina, hubo hombres que tallaron de la misma forma que Arosemena, también en el Istmo de Panamá y en toda la región centroamericana o del caribe.
Existieron hombres de la talla moral como Belisario Porras, que a pesar de sentirse siempre vinculado espiritualmente a Colombia, tenía una gran fuerza para construir su país, que en definitiva era Panamá, y siempre luchando en contra de los poderes corporativos de los Estados Unidos, que intentaba manejar los destinos de ése país.
La prueba evidente de las cualidades de Don Belisario, era que pese a su posición económica muy holgada, no vacilaba en luchar en los frentes armados en contra de los poderes de usurpación.
Es así  que Uribe Uribe, que era en ése entonces presidente de la Gran Colombia, lo recomienda ante el Directorio Nacional del Partido Liberal en Colombia, para que se le encomiende la misión de dirigir la revolución del Istmo.
Pero también presten atención, que en aquella época los Uribe, como hoy, manejan los destinos de Colombia, siempre vinculados a los poderes corporativos. Y en la actualidad más aún, a sabiendas que están entregados totalmente a las iniciativas norteamericanas.
De manera posterior Eusebio Morales, por encomienda del Directorio Liberal del Istmo va en su búsqueda para confirmarle tal denominación de parte de los liberales istmeños.
El Doctor Belisario Porras, no vaciló un instante. “El deber nos llama” dijo, cumplámoslo sacrificándolo todo, hasta nuestras vidas”. “Se que vamos a lanzarnos a una aventura peligrosa, llena de azares, de sufrimientos de riesgos, pero no podemos evadir el sentimiento del deber y lo cumpliremos con fe, con valor, con entusiasmo”. Estas fueron sus palabras definitivas.
Aquí podemos sacar conclusiones concretas de que personalidad estamos hablando realmente. Su compromiso con el país estaba por encima de su posición económica y social, había que defender a su patria en contra de las posturas del invasor norteamericano.
Con estos documentos y afirmaciones de figuras notables de Panamá, vamos aclarando perfectamente sobre las intenciones del país del norte y paulatinamente, recorriendo todos estos largos años de historia, no tengo dudas que al llegar a la Libia, Siria o Irán de hoy, no solo se verá amplificado nuestros conocimientos, también nos servirá para poner énfasis en defender las posturas de liberación que nuestros gobiernos actuales del continente, desean ejecutar definitivamente, con el único fin de consolidar los aires libertarios.

Última actualización en Viernes, 26 de Agosto de 2011 06:36
 
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