Generando cambio

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Recordando el cierre de la histórica semana de mayo y lo que vino después... PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Sábado, 30 de Mayo de 2020 18:14

altUn 7 de junio de 1810 aparecía "La Gazeta de Buenos Aires"

Comparemos seriamente aquel gran periodismo, con el servilismo actual...
En estos tiempos que nos toca vivir, cabe un análisis profundo y de paso reivindicar aquellas figuras de la Revolución de Mayo a 210 años de de la epopeya libertaria que nos dejó un grupo de hombres, fundamentalmente, por entregarnos muchos de ellos una nueva forma de comunicarnos entre gobernantes y el pueblo, a través de un medio informativo que en ése entonces significó la aparición de un periódico que tenía como premisa, "el pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes", consigna vital para que los habitantes tuvieran un panorama real de lo que acontecía en etapas de liberación ante el dominio durante siglos del imperio español. Como es menestar recordar todo eso en etapas complicadas que nos toca vivir en estos días, considero harto necesario, hacer comparaciones serias entre aquella época de la vida argentina y lo que nos sucede hoy, precisamente, con un periodismo servil a los intereses corporativos, muy lejos de informar con la verdad y seriedad a todo un pueblo, que se siente avasallado ante tanta mentira, falsedad y criminalidad periodística.
Para que el análisis se considere coherente, en primer lugar hay que dar los nombres de esos próceres de la pluma y que la mayoría de ellos no han sido de difusión masiva, pues en la misma escuela no nos han dado los detalles completos de esa lista de notables, por lo tanto, paso a comentarles quienes fueron esos hombres que componían el staff de "La Gazeta de Buenos Aires", o al menos nombrarlos, para que usted pueda consultar en los medios competentes.
El diario salió por intermedio de un decreto firmado a escasos días del 25 de mayo y aquel 2 de junio de 1810, se difundió la noticia y el 7 de junio salió a las calles de forma impresa, bajo la conducción de Mariano Moreno y sus colaboradores inmediatos fueron el sacerdote Manuel Alberti más colaboraciones de Manuel Belgrano y Juan José Castelli.
El resto del plantel lo completaban las siguientes personalidades de la época y entre paréntesis, el tiempo que colaboraron en el medio:
Gregorio Funes (diciembre de 1810 - marzo de 1811)
Pedro José Agrelo (18 de marzo de 1811 - 5 de octubre de 1811)
Vicente Pazos Kanki (o Pazos Silva) (5 de noviembre de 1811 - 25 de marzo de 1812)
Vicente Pazos Kanki (Gazeta de los miércoles)
Bernardo Monteagudo- Manuel José García (desde el 7 de septiembre de 1812)
Emiliano Medrano (8 de octubre de 1812 - abril de 1815)
Camilo Henríquez (abril de 1815 - noviembre de 1815)
Julián Álvarez (noviembre de 1815 - 1820)
Bernardo Vélez (1820 - septiembre de 1820)
Manuel Antonio Castro (12 de septiembre de 1820-12 de septiembre de 1821)
Dicho medio periodístico tuvo una duración de 11 años, pues el entonces ministro de gobierno de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia, bajo órdenes del gobernador Martín Rodríguez, decretaba el cierre del periódico, sostenido hasta las últimas instancias por el notable patriota Bernardo de Monteagudo, hasta su muerte que casualmente sucedió en 1821, año que se decretó el cierre del medio que tenía como consigna fundamental, como les afirmara en el párrafo anterior, concientizar a la población criolla de las buenas nuevas de la revolución y los actos de gobierno.
Rivadavia ya en vísperas de ser nombrado como primer presidente de la república (1826) demostraba su servilismo a los poderes centrales de Europa y prácticamente recibía instrucciones precisas del Reino Unido, algo que tuvimos que soportar no sólo por la deuda contraída que tardamos más de 80 años en pagarlas, sino a todo lo que se refiere a las noticias a difundir hacia la opinión pública, ya que ése dominio inglés duró por lo menos unos 90 años hasta que apareciera la figura de Hipólito Yrigoyen en 1916.
Rivadavia fue el precursor de dicha entrega a los ingleses, algo que siguió irremediablemente con la aparición de Bartolomé Mitre, primero con el lanzamiento del diario La Nación con recursos de Gran Bretaña y luego con la apertura de la "Revolución Industrial" inglesa en nuestras tierras, con gran entrega del patrimonio nacional al servicio de enormes multinacionales que nacían en nuestro bastardeado territorio.
Aquí me detengo en el análisis para mencionarles un pensamiento propio, dejando en claro que esos debates sobre el periodismo militante, lo considero muy vanal, dado que siempre, en todos los tiempos desde que apareció la imprenta en el mundo, el periodismo ha sido y debe ser militante, pues esa palabra no tiene nada que ver con una afiliación o dependencia partidaria, sino una prueba elocuente en conocer el pensamiento de quien la emite y para eso, no hace falta que tal difundidor de noticias, deba recibir una dádiva para tal misión. Se trata simplemente de la honestidad intelectual del interlocutor, algo que en nuestros tiempos no sucede en gran medida, pues si algún profesional del periodismo intenta decir o comentar la realidad, al periodista en cuestión se lo califica como oficialista u opositor, según el contenido de sus dichos.
Continuemos...les nombraba dos palabras claves: "honestidad intelectual" y ahí uno debe hacer hincapié en todo esto, pues aquellos paladines de la pluma que lanzaron "La Gazeta de Buenos Aires", tenían como misión principal, concientizar a la sociedad, pero no con una ideología tendenciosa o partidaria, simplemente con hechos basados en la verdad donde se destacaba plenamente, el camino a la soberanía y la defensa de los intereses de una nación que deseaba vivir en libertad, en beneficio de sus habitantes.
Bien, no voy a ser muy extenso en el análisis, solo les pido como lo hago habitualmente que haga un ejercicio en su casa, más ahora que tenemos tiempo por el tema de la cuarentena, entonces les sugiero que reflexionemos y analicemos profundamente la diferencia entre esos personajes de la pluma de 1810 y los que tenemos que soportar hoy.
Nombrados aquellos enormes personajes de la pluma argentina, comparemos con el periodismo actual, donde muchos de ellos representan a los medios hegemónicos, quienes combaten todo lo constitucional, la defensa de la vida y están literalmente en contra de las democracias, pues solo protegen los intereses de sus patrones, poseeedores de bonos de la deuda externa, de tal manera, a toda la opinión pública se le hace muy difícil transitan por el camino de la verdad o de la realidad. Lo más grave de todo lo que acontece en estos tiempos, no es solo la ideología de los interlocutores de los medios que nos ametrallan con mentiras o a quienes sirven, lo peligroso es que ponen en juego la vida humana y no se puede tolerar más tal actitud, me refiero literalmente a ése llamado contínuo a revelarse contra las medidas de un gobierno, fundamentalmente en estos tiempos con la cuarentena, porque al desobedecer tal consigna, están violando la constitución nacional, además de cometer un delito, pues ésa rebelión pone en grave peligro la vida de todos/as los/as argentinos/as. Mientras voy cerrando el editorial de hoy, estoy mirando en la tarde de éste sábado 30 de mayo, imágenes y dichos de ciudadanos/as que despotrican contra un gobierno y desean combatir la cuarentena, simplemente, por seguir las instricciones que les ofrecen desde esos medios de comunicación enemigos del sistema constitucional y de la patria, no tengan dudas.
Pido abiertamente que algún fiscal o juez de la Nación, actúe de oficio e impute a estos personajes que no aceptan las medidas de un gobierno y que indudablemente, al no cumplirse deja a toda la sociedad indefensa, porque cualquier situación que provoque infecciones o muertes en algún habitante, pasa a tener absoluta responsabilidad en los sujetos que la provoquen, por tal motivo no hay que darles la oportunidad de que esto suceda, pues cuando quisieramos interceder va a resultar demasiado tarde.
Comprendo como hombre del periodismo que tenemos la libertad en difundir noticias y preservar las fuentas de las mismas, pero lo que no está encuadrado en nuestra profesión y en ninguna, es mentir a la sociedad, principalmente porque en nuestro caso somos formadores de opinión, por lo tanto existe una responsabilidad muy distante del resto de las profesiones. Mentir es un delito grave en cualquier época de la humanidad y más aun cuando lanzamos una noticia, simplemente por creernos que somos dueños del mundo por poseer un micrófono o un espacio escrito.
Alguna vez tenemos que actuar desde la justicia con todo el peso de la ley, y a los representantes de la justicia, solo les pido que hagan ése cotejo entre aquellos paladines de 1810 y estos sujetos que día a día nos envenenan la vida de odio y revanchas. ¡Será justicia!
¡Hasta la próxima!

 
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