Un radicalismo que mancha a todo el campo popular

El editorial de hoy lo voy a dedicar exclusivamente a ciertos personajes del radicalismo, serviles incondicionales del grupo Clarín y La Nación, quienes los tienen adoctrinados de tal forma, que ya producen escozor y dan verguenza ajena. Lo digo como un ciudadano común, no como profesional de la comunicación, lo afirmo como un hombre que desde joven se inclinó por el radicalismo, pues si bien se dice que los periodistas deben ser independientes, vengo diciendo hace muchísimos años que eso es literalmente mentira, porque todos los seres humanos tenemos una ideología y no está mal que periodistas la tengan, aunque dentro de esa posibilidad, no se debe nunca perder la objetividad y no "casarse" con el poder, pues se paga muy caro, básicamente, por la imagen que se deja ante la sociedad en su conjunto y principalmente con su familia y amigos, que en definitiva son los que te van a condenar por perder la ética y moral. Aclaro que tanto jueces, fiscales, militares, sacerdotes o policias, también tienen su ideología, aunque muchos dicen que son independientes o apolíticos, pero cuando van al cuarto oscuro, emiten su voto como cualquier ciudadano/a, pues su corazoncito o mente están inclinadas hacia algún sector político, como debe ser, según mi modesta opinión.
Sigo...Desde joven vengo militando en política y siempre desde el campo popular, y jamás en contra del peronismo que nos dió tantas conquistas, continuando la obra de Alem e Yrigoyen. Milito les decía, siendo partícipe de una agrupación creada por mi amigo de la vida, Osvaldo Edilio Lanari, que la denominó Autenticidad Radical Yrigoyenista. De acuerdo a esas consignas que hemos tenido en toda la vida militante, hemos producido en estos días un nuevo documento que argumenta lo siguiente:
Por: Osvaldo Lanari y Gerardo Bova
Nuevo documento de Autenticidad Radical Yrigoyenista, reivindicando las banderas de un verdadero partido popular, comprometido con su pueblo.
Nuevamente en contacto con ustedes con la misión de sugerir a nuestra sociedad que debe asumir el rol de ciudadano/a y no permitir que nos manipulen de una manera peligrosa, pues otra vez más desean llevarnos al caos a través de una sistemática forma de inculcarnos el temor, con el viejo cuento de que la democracia está en peligro. Nada nuevo si nos dedicamos a analizar cada intervención de los medios hegemónicos y bien difundido por sus empleados que no escatiman esfuerzos para poder cumplir con la desestabilizadora consigna impuesta por el clan Magnetto-Saguier.
Lo sugestivo de todo esto tal vez, pasa por una dependencia significativa de una gran porción de militantes políticos de la UCR, fieles empleados de dichos medios, quienes han olvidado sus raíces, pero no se ponen colorados cuando deben nombrar a Raúl Alfonsín, como si tuvieran el aval de aquel líder del partido centenario que paradójicamente no coinciden para nada con aquellas premisas lanzadas en la vida política por el hombre de Chascomús.
Sinceramente nos produce asco y desolación algunas reacciones de ciertos personajes políticos del radicalismo, serviles incondicionales de la dupla Magnetto-Saguier, como les anticipara recientemente. Todos ellos comandados por Fernando Iglesias, Elisa Carrió, Waldo Wolff, Alfredo Cornejo y Ernesto Sánz, entre otros, quienes acrecientan fuertemente sus intenciones de voltear a un gobierno popular y provocar un nuevo golpe de estado.
Pareciera que se han olvidado literalmente de aquella frase concreta que alguna vez nos dejó Raúl Alfonsín cuando nos afirmara que "el límite era Macri y que el radicalismo debía prepararse a perder elecciones, antes de convertirse en conservadores"...¿la recuerdan?
Bien, estos sujetos no van a cambiar sus ideas y ya se han entregado al poder corporativo, sin embargo consideramos que es el momento crucial para recordarles algunos párrafos salientes de la última carta del creador del partido, Leandro Nicéforo Alem, que le entregó a su hermana Tomasa antes de suicidarse para hacerla pública.
Creemos los firmantes del presente documento que es necesario que estos presuntos radicales lo sepan, por si acaso no han leído la verdadera historia de la Unión Cívica Radical y si tienen los suficientes valores éticos, tomen las decisiones que amerita el caso, pues no tenemos derecho a soportar semejantes atropellos en contra de la libertad y el real sentido de la democracia.
Don Leandro escribió en su carta fatal, entre otras cosas, lo que paso a comentarles:
En el comienzo de esa carta manifestaba lo siguiente: "He terminado mi carrera, he concluido mi misión. Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir. ¡Sí, que se rompa, pero que no se doble!
He luchado de una manera indecible en los últimos tiempos; pero mis fuerzas, tal vez gastadas ya, han sido incapaces para detener la montaña... ¡y la montaña me aplastó!"
Luego y finalizando la nota escribía estas palabras:
"En estos momentos el partido popular se prepara para entrar nuevamente en acción en bien de la patria. Esta es mi idea, éste es mi sentimiento, ésta es mi convicción arraigada, sin ofender a nadie. Yo mismo he dado el primer impulso, y, sin embargo, no puedo continuar. Mis dolencias son gravísimas, necesariamente mortales. ¡Adelante los que quedan! ¡Ah, cuánto bien ha podido hacer este partido, si no hubiesen promediado ciertas causas y ciertos factores!
¡No importa! Todavía puede hacer mucho. Pertenece principalmente a las nuevas generaciones. Ellas le dieron origen y ellas sabrán consumar la obra: ¡deben consumarla!"
¡Que tal! Conmovedoras palabras, no?
Bien...nadie está esperando que tomen semejante decisión como las tomó el creador del partido, pero sí, exigimos que se pongan las "pilchas" de verdaderos militantes del primer partido que luchó inexorablemente por las causas populares y que han olvidado por mantener privilegios que nuestra forma de pensar, no puede seguir tolerando.
¡Adelante los que quedan! por un radicalismo comprometido con el campo popular. ¡Hasta la Victoria Final!