Generando cambio

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Conclusiones sobre la actuación de los Imperios y sus secuelas PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Viernes, 16 de Septiembre de 2011 00:00

EL MODELO DE INCLUSIÓN SALVARÁ AL CONTINENTE Y ENTERRARÁ LAS RECETAS DEL NEOLIBERALISMO

Como cierre de los diez capítulos emitidos, hoy dedicaré este espacio para expresar las conclusiones del trabajo.
Las intenciones de los Imperios de turno, considero que han sido muy claras en las definiciones expuestas, siempre han tratado de obtener sus dividendos con el esfuerzo ajeno y con una cultura manifestada a través de todos los tiempos, de oprimir, violar las leyes de cada región y no escatimar ningún atrevimiento que les permita el logro de sus convicciones.
Casi siempre las conquistas le han ejecutado a través de las armas y si estas no alcanzaban o les  daba el plafón necesario para obtener dichas presas, han  utilizado mecanismos científicos, creando nuevos virus que fueron dispersados por todo el mundo para que contraigan las epidemias inventadas. Hoy las cosas cambiaron totalmente y se vislumbra etapas distintas con una fuerte corriente que estimulan la protección de los derechos humanos y las sociedades de casi todo el mundo tienen una óptica opuesta a todo lo que apunte a las acciones bélicas.
Por ello mencionábamos la expresión de China en el mundo moderno y además la unión de los países latinoamericanos en la búsqueda de un mejor nivel de vida para sus comunidades, consustanciados en la implementación de la inclusión social como herramienta de cambio.
Los hechos que vienen sucediendo cotidianamente en Europa con una agitación social razonable y legítima por la aplicación de las recetas nefastas del neoliberalismo, son las evidencias claras de que el mundo debe girar hacia otro rumbo y en toda la sociedad europea, están observando detenida y minuciosamente la actitud que han tomado algunas de las administraciones gubernamentales de este continente.
Uno de mis colegas que periódicamente escribe en este medio, León Guinsburg, comentaba días atrás sobre la posible intención norteamericana de querer invadir en alguna ocasión a Venezuela argumentando las mismas opciones que las de Libia o Irak, para destruir al gobierno de Chávez. Criterio nada descabellado, teniendo en cuenta la forma de proceder de los Estados Unidos a través del tiempo, pero hay una clara situación que por suerte, según mi razonamiento, desbarata toda intención invasora del Imperio, y es la diferencia entre las fuerzas armadas de su país con las del resto del mundo.
Cuando había que atacar cualquier región del mundo como las nombradas en todos estos capítulos, se trataba mayormente de culturas muy alejadas a las norteamericanas y concretamente a las comunidades extranjeras que viven en el país del norte. El 74% de la población militar de tropa en los EE.UU son de origen latinoamericano, mayormente de los países del centro del continente y de Sudamérica. Existen muy pocos norteamericanos de origen que sean soldados en su país
Es impensable que esos hijos de latinos, ataquen a sus hermanos para convalidar las apetencias del imperio, supongo que se les puede crear un conflicto no deseado en sus fuerzas y puede trastabillar toda organización en las fuerzas militares del Pentágono. Prueba elocuente es que jamás pudo inmiscuirse militarmente desde 1963 en los problemas cubanos, ya que el 8% de las fuerzas militares de los EE.UU son netamente de origen cubano.
Además, y entrando estrictamente en el terreno económico, la visión de muchos países importantes del G20, están convalidando las recetas impuestas en Sudamérica, para la salida de la crisis y especialmente se sienten identificados con Argentina y Brasil. Violar acuerdos con el continente donde estos países nombrados últimamente son los que llevan el estandarte, y atacar a un país aliado a ellos, sería de una infantilidad muy inaceptable para los propios norteamericanos y el resto del mundo.
Todas estas argumentaciones que estoy mencionando en la presente columna, son los pilares básicos para sostener fuertemente y con convicciones claras, el modelo vigente y que asegurará por varias décadas un  bienestar a todas las comunidades latinoamericanos.
Seguramente quien escribe esta nota (65 años de edad) no estará con vida para disfrutar de esos momentos brillantes que nos esperan en un par de décadas, pero queda como documento para que alguna vez, los jóvenes que entran a esta página o en la versión acorde a los tiempos venideros, pueden debatir sobre estas afirmaciones con visión de futuro, sin entrar a compararme como visionario y adivinador, porque no lo soy, todo lo contrario, siempre he tratado y trato de revisar bien el pasado para no repetir los errores cometidos y vivir plenamente el presente para asegurar un futuro mejor.
En la cumbre del G20 y G77 que viviremos en estos próximos 45 días, podrán sacar las conclusiones básicas para conocer con detalles precisos lo que estoy escribiendo aquí y no tengan dudas que será el símbolo de lanzamiento de un mundo distinto y superador, sobre todo para este continente que nos tocó en suerte vivir. Solo nos queda revisar los contenidos de las reuniones previas en Beiging para saber concretamente cuáles serán los mecanismo necesarios de cambios para modificar un sistema perverso ,por otro inclusivo y preservador de los derechos humanos.

 
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