En ése sector, sobresalió más el odio, incomprensión e ignorancia, que la solidaridad y el amor

Desde cualquier punto de vista es indudable que el 2020 ha sido un año atípico, al menos para un 99% de la población, pues no se puede comparar con ninguna de las etapas vividas en Argentina, casi desde hace un siglo. Ni siquiera tiene algún punto de comparación con la crisis del 30, ni con la más reciente del 2001, pues dichas situaciones estaban emparentadas con lo económico y no con una pandemia sanitaria, que no solo nos trajo una enorme pesadilla a nuestro territorio, sino a toda la humanidad en su conjunto. Claro, para tener un panorama real de todo lo acontecido, es más que necesario tener  honestidad intelectual, algo que desgracidamente no podemos tomar conciencia de ello, cuando observamos el comportamiento de algunos medios de comunicación, serviles como es costumbre a todos los sectores corporativos, tanto nacionales, como internacionales.
Lo fundamental de la opinión que les comento, es la reacción de algún sector de la sociedad cuando recibe esas informaciones falaces, con un gran contenido de odio de parte del periodismo, pues ése sector retransmite tales aseveraciones que reciben y luego se hacen virales con mucha fuerza en todas las redes sociales, con todo lo que representa en estos tiempos, sin importarles las secuelas que van quedando en el camino con semejantes mentiras.
Lo más llamativo quizás, en estos momentos no pasa por lo político o económico, precisamente está centrado en el sistema de manejo de dichos medios y también dirigentes políticos o profesionales de todas las disciplinas, tratando de disciplinar y concientizar a la sociedad con el tema de las vacunas, sin tener ninguna prueba que acrediten los mensajes que vierten, pero que ponen en grave peligro a toda la comunidad, pues se está jugando con la salud del pueblo en su conjunto. Lo más notorio es que no son profesionales de la salud los que difunden esas falsas noticias, lo hacen personajes que no tienen ni la más mínima idea de la medicina, sin embargo lanzan una batería de informaciones que no son sostenibles, ni siquiera a escasos minutos de lanzadas.
Tal vez lo más trascendente en estos días pasados, fue lo que manifestó en los medios afines a sus discursos, la controvertida ex diputada nacional Elisa Carrió, quien se da el lujo no solo de hablar en contra de la vacuna rusa, sino que abre una denuncia contra el presidente Alberto Fernández y el ministro de salud, Ginés González García, pues  considera que quieren envenenar al pueblo argentino, simplemente porque dicha vacuna no tiene la seguridad que requiere la OMS. Semejante atrocidad debe ser tema de agenda del Congreso de la Nación, interpelándola con urgencia, pues no se debe lanzar algo tan falaz y malicioso, sin ningún tipo de prueba, reitero, que afirme sus palabras porque además de confundir a toda la sociedad argentina, se incluye las relaciones internacionales, debida cuenta que involucra al presidente ruso Vladimir Putín y a todo el estado de dicha nación.
Todo comenzó cuando el presidente Fernández anunciaba con vehemencia la llegada de la citada vacuna rusa, entonces en primer término, estos sujetos de la información aducían que se trataba de algo inverosímil y que de ninguna manera llegaría antes del primer trimestre del año que se avecina. Luego al fracasar en el intento de mentir a la sociedad, argumentaban que carecía de calidad y que era una vacuna dudosa, y de ahí en más fueron ametrallando al pueblo con un sinfin de atrocidades, sin embargo no se conformaron con todo eso y aprovecharon las palabras de Putín cuando se refería a que no se daría la vacuna porque no estaba aprobada para mayores de 60 años. Lo concreto fue que no hicieron la traducción de las palabras del presidente de la Federación Rusa en forma correcta, pues había manifestado en realidad otra cosa, simplemente que en pocos días finalizaba la tercera prueba con respecto a los mayores de 60 años y ahí sí el presidente se aplicaría la dosis.
Bueno, ya saben todo lo que ocurrió con esa mala interpretación e intención de estos periodistas serviles y de tal forma, la doctora Carrió se lanzó a realizar esas denuncias tendenciosas y de mala fe, algo que es natural en la susodicha.
Desde ya, no se bancan que las vacunas en cuestión ya están en el país y que muy pronto, vamos a tener la cantidad necesaria para vacunar a una mayoría de nuestros/as compatriotas y eso les produce un malestar que en realidad, nos está diciendo que necesitan con suma urgencia algunas sesiones de terapia, pues semejante maldad no tiene antecedentes en nuestro territorio, aun así pensando en los seres más nefastos que ha tenido el país.
Como todo lo comentado les pareció muy poco, lanzaron otras informaciones tendenciosas y malignas con relación al trato comercial con el laboratorio Pfizer, argumentando con el ministro González García había pedido una supuesta coima a dicha empresa medicinal, algo que no solamente carece de asidero, sino que no explicaron con exactitud el pedido del laboratorio, algo que bien lo describe el notable médico argentino Jorge Rachid, al denunciar que la empresa de referencia, con los fondos buitres como aliados, quieren exigir a cambio a nuestro país como garantía, los glaciares y el mar argentino, la zona  rica en pesca, en el medio de la negociación. Esto es totalmente inadmisible y el gobierno nacional no estará de acuerdo con semejante pérdida de soberanía, sin embargo, esos medios hegemónicos serviles al poder, no hablaron, ni escribieron absolutamente sobre el tema y por lo tanto, esa porción de la sociedad que los sigue, jamás se enterarán de la verdad si no la difunden como corresponde.
Todo lo comentado en estos últimos párrafos no significa que debemos quedarnos de brazos cruzados, pues el odio de estos personajes de leyenda les carcome el cerebro, por lo tanto debemos estar siempre con las pilchas de ciudadano/a para no ser sorprendidos nuevamente con semejantes actos de odio e inhumanidad. Como bien lo dice Cristina, "el amor vence al odio" y hay que trabajar con ahínco y convicciones para que no nos cambien la historia.
El año que se avecina debe ser inexorablemente el período del despegue y del crecimiento, de tal manera que nadie intente destruir lo reconstruído, de lo contrario esteremos dándole letra a ése sector opositor que no tenga dudas, es enemigo del pueblo y no tiene límites para dejarnos sin nada, ni les interesa en absoluto la vida humana, pero eso sí, cuando les toca hablar de la legalización del aborto, salen con el lema de pro-vida.
¡Patéticos!¡Asi son...no lo duden! ¡Hasta la Victoria Siempre!