Generando cambio

Generando cambio

Momentos precisos para recordar a grandes pensadores y filósofos de la humanidad PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Martes, 19 de Enero de 2021 00:01

altEn honor a ellos, luchemos incansablemente por la felicidad y la plena libertad

Editorial atípica la que voy a producir en el día de hoy, pues voy a cotejar los escritos de mi parte, sobre el compartimiento de nuestra sociedad en estos tiempos, con frases célebres de notables pensadores de la humanidad a lo largo de los siglos, debido a la precisión que han tenido aquellos filósofos de la historia y lo visionarios que han sido, teniendo en cuenta hasta dónde puede llegar la inteligencia o desinteligencia humana en cada acción en que los toca intervenir. Todo un despropósito de mi parte, en querer cambiar algo de la historia o en las acciones actuales de millones de seres humanos que todo les pasa, sin darse cuenta al menos, en el lugar que les toca vivir o participar medianamente para crecer como tales. Cuando se repiten las historias casi de una manera idéntica a las anteriores y no se le encontró una llave para cambiar literalmente algo que los lleva a vivir mejor, es digno de la ignorancia y el poco interés por crecer como ser humano.
Esto es lo que nos sucede a gran parte de la sociedad argentina, algo que también se repite en varios países del universo, porque es admirable observar que nada los perturba y no se dan cuenta mínimamente hacia dónde los quiere llevar la clase dominante, que no vacila bajo ningún aspecto en perjudicarlos notoriamente, mientras ven crecer sistemáticamente sus respectivas fortunas y sus privilegios.
Por ello rescato una frase simbólica de Aristóteles, cuando nos decía textualmente: "Considero más valiente al que conquista sus deseos, que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo". Y ahí está una de las claves para comprender a esa gran porción de la sociedad, que más preocupada en satisfacer los deseos de esos magnates que le manejan sus vidas, con el propósito de "conquistar vasallos" como decían cretinamente los jesuitas en su llegada a éste continente, se olvidan literalmente de ir por las conquistas de sus propios deseos que lo pueden ubicar en un espacio mejor para la construcción de sus respectivas vidas. Precisamente, Aristóteles, manifestaba ése párrafo final, cuando afirmaba que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Sigamos con aquellos gigantes pensadores, entonces es el turno del notable matemático francés, Blaise Pascal, que nos afirmaba lo siguiente: "Antes de convencer al intelecto, es imprescindible tocar y predisponer el corazón". Si bien Pascal era extremadamente religioso, amerita rescatar tales legados, teniendo en cuenta que lo primordial e imprescindible es tocar y predisponer siempre el corazón, sobre el resto de las cosas, algo que es muy evidente adverso en ésa porción de la sociedad que motiva esta nota, donde el odio supera toda imaginación, mientras que el corazón quedó guardado tal vez en los recuerdos de cada humano aludido.
Casualmente el mismo Aristótales, nombrado en primer término, nos decía lo siguiente: "No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho". Considero puntualmente que es indispensable aclarar tal pensamiento y que sin dudas, está identificado con el contenido del presente editorial, pues estos personajes siempre están dispuestos a desatar esos presuntos nudos que le presenta la coyuntura, tanto política, social o cultural, pero de ninguna manera, ocupan el tiempo para saber como y porque están hechos esos nudos. ¡Típico de la ignorancia explícita!
Precisamente el fantástico escritor y médico inglés, Arthur Conan Doyle, en algo que está plenamente relacionado con todo lo comentado, nos decia algo así: "Se obtienen buenos resultados poniéndose siempre en el lugar del otro y pensando en lo que uno haría si hubiese sido el otro". Claro que esa frase creada por Doyle, va de la mano con ése compartamiento de los oponentes al sistema, que vengo resaltando aquí, pues en vez de ponerse en el lugar del otro a quien critican constantemente, tal vez no serían tan ofensivos, inhumanos y críticos despiadados, les resulta más fácil oponerse de oficio, que sacar a la luz la inteligencia natural de las personas.
Continuando con el hilo conductor del editorial, cabe refrescar la frase célebre del científico escritor alemán, Georg Christoph Lichtenberg, cuando brillantemente nos escribía lo siguiente: "El primer paso de la sabiduría es echar la culpa a todo; el último reconciliarse con todo". ¿Cabe alguna duda que esa sociedad que aludo en estos escritos, echa la culpa a todo y no puede reconciliarse con nada?
Por supuesto, que si nos dedicamos a recopilar varias de aquellas frases magistrales de los pensadores universales más sobresalientes de la historia, nos encontraremos con similitudes concretas que se identifican con esos procedimientos de los sujetos aludidos y una de ellas, considero menester recordarla, producida por François-Marie Arouet, más conocido como Voltaire, y no es otra que la siguiente: "Es propio de las censuras acreditar las opiniones que atacan". Precisamente los mercaderes del odio, representantes de esa porción de nuestra sociedad que ocupa todo éste comentario, al acreditar esas opiniones que atacan sus pensamientos porque son falaces y malintencionados, pregonan la censura, que no ha sido otra, que un modo de vida en sus tristes existencias.
Con total naturalidad y sabiduría, el notable filósofo alemán, Friedrich Nietzsche, nos refrescaba lo siguiente: "Es sencillo hacer que las cosas sean complicadas, pero difícil hacer que sean sencillas", y agrego esta frase, simplemente por todos los motivos expuestos, teniendo en cuenta que esa sociedad enemiga de todo lo referente con la paz y la buena convivencia, necesita graficar las cosas de una forma complicada, para que nunca se llegue a la bendita verdad, por eso tal vez en cierta sintonía con lo que acabo de escribir, el notable filósofo y médico inglés, John Locke, nos decía esto: "Somos como los camaleones, tomamos nuestro tono y el color de nuestro carácter moral de aquellos que están a nuestro alrededor". ¿Claro, no? Estos personajes se convierten en tal definición de Locke, porque deben convertirse en esos sujetos que tienen a sus alrededores para seguir pregonando tales consignas confusas hacia el resto de la sociedad.
Para finalizar éste análisis profundo sobre el real comportamiento de una sociedad enferma por el odio y las leyes en sus máximes expresiones, le apunto a dos frases cruciales en estos tiempos: "Podemos imaginarlo todo, predecirlo todo, salvo hasta dónde podemos hundirnos", del magistral Emil.M. Cioran, escritor y filósofo rumano y la última que dice así: "La mente lo es todo. En lo que piensas te conviertes", perteneciente a Buda.
Estas dos últimas premisas intelectuales, considero que son claves, pues en eso de imaginarlo o predecirlo todo, nos hace olvidar hasta dónde nos podemos hundir, mientras que la enfermedad en la mente nos quita la posibilidad de ser libres y de tal forma, al tener una mente enferma, te convertís irremediablemente en un ser enfermo.
Tal vez es muy difícil de entenderlo, querido/a lector/a, pero es cuestión de leer con tranquilidad y mesura, para darnos cuenta de todo lo que debemos mejorar como humanos para vivir con honestidad intelectual y libertad, alejándonos de todo esos personajes que desean llevarnos al camino de la desolación y la tristeza, contando para ello inexorablemente con la batuta conductora de los medios hegemónicos de la información, no lo duden, pues son los males mayores para las sociedades que intentan vivr en plena libertad.
¡Hasta la próxima!

 
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