"Quien quiera oir que oiga...esta es la historia que han querido vendernos los medios"

Basta de seguir las consignas de La Prensa, La Nación y Clarín, reivindiquemos el legado de La Gazeta de Buenos Aires
Difícil explicar lo que ha pasado con nuestra bendita patria, pues no supimos hacer valer la verdadera historia y dejamos en manos de los sectores oligárquicos el manejo total de la información en esos personajes serviles al poder, antipatrias y cipayos.
Bien lo expresa en sus escritos cotidianos, mi amigo y compañero Jorge Rachid y también hace más de 7 décadas, lo expresaba Raúl Scalabrini Ortíz, cuando nos afirmaba con total legitimidad que la historia contada en las escuelas ostentaba un 90% de mentiras. Claro, no hace falta ser tan lúcido para darse debida cuenta que esos sectores del poder, nos vienen manejando desde mediados del siglo 19, precisamente luego de la batalla de Caseros, reivindicada por estos sujetos, como el verdadero triunfo al ser derrocado Juan Manuel de Rosas. Tal es así, que en los sectores de aprendizaje, me refiero a las escuelas argentinas, ha pasado literalmente al olvido la batalla del 4 de junio, denominada como La Batalla de Quebracho (batalla de Punta Quebracho o batalla de la Angostura del Quebracho) contra la armada anglo-francesa, ocurrida en 1846, en el marco de la Guerra del Paraná, traída al recuerdo por mi amigo y compañero Néstor Lissi en estos días. Además, aquella epopeya de La Vuelta de Obligado, producida el 20 de noviembre de 1845, en aguas del río Paraná, también quedó en el olvido, siendo herramienta clave para tener en claro lo que significaba estar bajo el dominio inglés en aquellos tiempos.
Sin dudas, lo que les manifestaba en el título del presente editorial, está totalmente vinculado con estos comentarios, pues la aparición de diarios como La Prensa, creada por José C.Paz y continuada por los Gainza Paz y luego La Nación de Bartolomé Mitre y familia, unos años después, estaba anunciando la dependencia total que tendríamos ante el poder europeo, marcada por la sistemática línea editorial de dichos medios, que tenía en sus planes, difundir categóricamente las premisas del Reino Unido, máxime que dicho país lanzaba la Revolución Industrial, con fuerte incremento en nuestra región, con la aparición de los ferrocarriles, medio vital para la comercialización de productos nacionales y su exportación rápida por su cercanía concreta con los respectivos puertos marítimos, algo que todavía seguimos padeciendo en la mal denominada Hidrovía, donde se producen cualquier tipo de negociaciones de exportación ilegal que debemos combatir y estatizar lo antes posible.
Así fue "creciendo" nuestro país a través de los años venideros de ése siglo 19 y comienzos del 20, con las premisas impuestas por los conservadores, orientados bajo la consignas que exponían bajo las órdenes de los Mitre, Sarmiento, Pellegrini, Avellaneda y Roca. Artífices principales de la entrega del patrimonio nacional hacia Europa y creadores de la guerra de la Triple Infamia, como la denomina muy bien Jorge Rachid, además del genocidio de la mal llamada "Conquista del Desierto", ataque genocida como pocos en la historia de la humanidad.
Bien, bajo ése infame panorama hemos crecido en Argentina y los contenidos educativos sarmientinos, estaban basados en esconder la realidad, como lo mencionara anteriormente rescatando la opinión valedera de Scalabrini Ortíz. Para colmo, ya a mediados del siglo 20, cuando aparecía la figura central de Juan Domingo Perón, a quince años del derrocamiento de Hipólito Yrigoyen, donde triunfó desgraciadamente para nuestra patria la consigna condervadora, aparecía en 1945 el diario Clarín, fundado por uno de los hombres más nefastos del país como lo fue Roberto Noble, hombre de fuertes características nazi-fascista, fundador del Partido Socialista Independiente de neto corte adicto a Benito Mussolini en el año 1931, llegando a ocupar la vicepresidencia de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación con escasos votos, pero tenía una enorme llegada al presidente de facto Agustín P.Justo y a Manuel Fresco, gobernador de facto en la Pcia. de Buenos Aires otro digno representante del nazismo en el país.
Roberto Noble presentó un proyecto en 1931 que llegó a convertirse rápidamente en ley, la denominada ley 11.723 que protegía los derechos de autores y editores con la aparición de fotocopias de libros, método que utilizaba el estudiantado nacional por los altos precios de las obras, pero en realidad no estaba encuadrada en los términos en que fue presentada, sino que dejaba a las claras que se trataba de defender las editoriales españolas que vendían los libros de estudios y que desde ya, como no podía ser de otra manera, ostentaban un fuerte tenor ideológico hacia el liberalismo y con notable acercamiento a las culturas fascistas que se vivía en esos tiempos en Europa, precisamente en la post guerra del 40.
He mencionado todos estos datos, simplemente, para que cada argentino/a tenga bien presente de que se ha tratado la difusión de noticias en Argentina y la estimulación concreta de esos sectores en los contenidos educativos de nuestros jóvenes, pues de tal forma, tenían asegurado hacia el futuro la concientización real de sus intereses, algo que aun en nuestro días no hemos podido superar, tal vez por carecer de un sistema continuo de aires progresistas, herramienta vital para derrocar definitivamente a las oligarquías tanto en Argentina, como en cualquier región del planeta.
No deseo ser soberbio en absoluto, pero sugiero de nuestra población un mayor compromiso para luchar definitivamente por un cambio concreto en los planes educativos, valorizando sin tapujos a nuestros pueblos originarios y desde ya, aquellas premisas libertarias y transparentes que lanzaron un grupo de patriotas como Mariano Moreno, Gregorio Funes, Pedro José Agrelo, Vicente Pazos Kanki (o Pazos Silva), Bernardo Monteagudo, Manuel José García, Emiliano Medrano, Camilo Henríquez, Julián Álvarez, Bernardo Vélez y Manuel Antonio Castro. Todos estos próceres de la pluma nacional, fueron los artífices, hoy más que necesarios para difundir la verdadera historia nacional, tan bastardeada por esos sectores entreguistas que les mencioné anteriormente y es nuestro deber como ciudadano/a, recuperar tales consignas y ponerlas en práctica lo antes posible, pues la patria puede volver a estar en peligro. Todo esto no solo pasa en nuestro país, también se nota claramente en la región latinoamericana y es nuestro compromiso concreto, luchar denodadamente para llegar a producir el verdadero camino hacia la Patria Grande, luchando contra éste poder cipayo, no lo dude... ¡Hasta la Victoria Final!