Generando cambio

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REIVINDIQUEMOS LAS PREMISAS DE AQUELLOS PUEBLOS ORIGINARIOS PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Lunes, 09 de Agosto de 2021 12:25

altES AHORA O NUNCA...NO PERDAMOS LA ÚLTIMA OPORTUNIDAD

En mi editorial del pasado miércoles en nuestro programa de radio El Cardalero en FM, comentaba sobre esa corriente de aire fresco que corre por el continente, principalmente, después de escuchar esas palabras alentadoras del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, cuando se refería abiertamente sobre los destinos de la región, si nos abrimos decididamente de la OEA y revitalizar la CELAC, organismo vital para las soberanías de los pueblos latinoamericanos. Por lo tanto, considero muy propicio analizar profundamente, no solo las palabras del mandatario azteca, sino los contenidos reales que debemos ejecutar a la brevedad para que esos deseos de López Obrador y del Grupo de Puebla, se conviertan en plena realidad. Claro, para no volver a cometer errores del reciente pasado, hay que analizar lo sucedido en la década que la denominamos como ganada y la presencia del neoliberalismo salvaje que vivimos en nuestro país y que todavía soporta una gran porción de países hermanos del continente en la actualidad, pues de otra manera, será difícil recuperar aquel espacio ganado, que ostentaba como objetivo los destinos reales y beneficiosos hacia la Patria Grande.
La enorme presencia atropelladora de la OEA contra los gobiernos populares, se notó visiblemente a partir de la segunda etapa de esos gobiernos y en nuestro país lo vivimos con el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, de la misma manera que en Brasil con Dilma Rousseff, o en Paraguay contra Fernando Lugo y más profundo contra Rafael Correa en Ecuador, Nicolás Maduro, luego de la muerte de Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia, finalizando precisamente con un golpe de estado en el país andino, todo orquestado bajo el mandato de los Estados Unidos y la precisa ejecución de la OEA.
Desde ya que si nos quedamos solamente con la responsabilidad de la OEA, cometeríamos un enorme error, pues es sabido que las directivas siempre vienen desde los Estados Unidos, principalmente de los sectores corporativos de la economía, con una fuerte asociación con medios hegemónicos de la información, fondos buitres y la corporación judicial de cada país, y si nos hace falta un ejemplo, tenemos la acción directa y concreta de la justicia norteamericana con presencia en cada país de la región, ofreciéndonos cursos de capacitación para ejecutar las premisas que el país del norte necesita para mantener el poder que ostenta desde hace más de un siglo en el continente. Sin ir tan lejos, tenemos como prueba evidente lo realizado durante los dos últimos años de mandato de Mauricio Macri en Argentina, donde vislumbramos la presencia de estos personajes aludidos, directamente desde la Embajada de EE.UU. en nuestro país, "asesorando" con esos cursos a un sector judicial argentino, quienes ejecutaban sin tapujos aquellas consignas norteamericanas.
Sin dudas, hasta no tener esos resultados negativos en la región, no nos dimos cuenta desde la dirigencia política, que esos hechos estaban ocurriendo y nos ocasionaron un perjuicio nefasto para todos estos países hermanos que deseamos vivir con plena soberanía y libertad, sin tener que depender de los designios del norte.
Pero vayamos al comienzo del presente editorial donde les decía que a través del discurso reciente de López Obrador y la última reunión del grupo de Puebla, donde nuestro presidente Alberto Fernández, también es pieza vital, observamos un repunte en el manejo político y estratégico hacia el futuro inmediato y vaya si se puede argumentar que hay una corriente nueva de aire fresco, pues la vitalidad del gobierno de Luis Arce en Bolivia y el triunfo de Pedro Castillo en Perú, va cambiando el rumbo, tal es así, que el mandatario flamente peruano, lo primero que decidió como acto de gobierno, es haberse retirado del Grupo de Lima, demostrando el camino que desea recorrer en la búsqueda definitiva de la añorada Patria Grande.
Sin dudas, lo sucedido recientemente en Perú que no dejaban jurar como presidente a Castillo, sumado a los hechos en Bolivia en el año anterior y toda la actitud mafiosa y antidemocrática de Bolsonaro en Brasil, anunciando sin argumentos válidos que Lula no puede ser mandatario en dicho país, son fundamentos válidos para que varios presidentes de la región asuman ése compromiso de abrirse definitivamente del Grupo de Lima, un organismo servil a los intereses de los Estados Unidos, al igual que la OEA. Fíjese que ya estaban dejando al olvido todo lo que provocaron en Venezuela durante la última década, entonces para que no sumen gobiernos de corte popular, fueron apuntando los dardos a otros países vecinos, pues la cosa se les pone espesa y no desean perder un centímtero de terreno que vienen acumulando desde hace un siglo.
La actitud decidida y magistral de López Obrador, cuando en conferencia de prensa le decía a un colega español que no continuaría con tratos comerciales con empresarios de España, porque literalmente no desean que les siga robando a México, es una pauta concreta del camino nuevo que estamos recorriendo para reconquistar todo lo perdido en los últimos años con esos gobiernos de corte conservador y entreguista, algo que todavía debemos soportar en la región, de acuerdo a lo que viene aconteciendo con mandatarios como Iván Duque de Colombia, Sebastián Piñera en Chile, Lacalle Pou en Uruguay y Jair Bolsonaro en Brasil, entre otros.
La lucha recién comienza, pues es inadmisible que Luis Almagro todavía esté al frente de la OEA, motivo fundamental para separarse de dicho organismo, teniendo en cuenta que si bien puedan cambiar de dirigente, no van a modificar esa actitud servil hacia el país del norte, por lo tanto, el intento de afianzar y profundizar la CELAC, es motivo más que elocuente de buenos augurios. Aunque la tarea no será sencilla, el solo hecho de intentarlo con presidentes populares y con un notable compromiso hacia los pueblos de latinoamérica, nos refresca la mente a todos/as los/as ciudadanos/as y agiganta las ganas de luchar incansablemente por ése logro que reivindicará a toda la región.
Algun vez en mi vida, hace unos 15 años, escribí un libro que lo titulé "ABYA YALA, LA AMÉRICA QUE QUEREMOS", donde reivindicaba aquellos pueblos originarios del continente, subrayando lo primordial de esas premisas precolombinas, donde estas tierras eran de todos y para todos, explicación básica del significado del ABYA YALA, y por tal motivo, considero que los pueblos de nuestra región deben luchar para reconquistar esos 40 mil años de historia previas a la llegada del genocidio colonizador, tratando de defender lo que se viene logrando y saber votar para derrotar en forma definitiva al neoliberalismo salvaje en todo el continente.
Tenemos países ricos y mál explotados, pues todo se lo llevan las multinacionales y los poderes centrales de la economía mundial, por lo tanto solo hay que darse cuenta que no debemos comprar las maldades intencionadas de los medios de la comunicación que desean que nuestros hijos se vayan a otras tierras para pagarles con monedas y quitarnos nuestros pensamientos positivos y trasladarlos a ellos por migajas. Tenemos toda la naturaleza intacta en la región, incluyendo el cobre de Chile; el oro del Perú; el litio de Bolivia; la industria pesada de Brasil; el petróelo de Venezuela; los cafetales y la energía Colombiana; la agricultura, pesca, energía e industria de México y Argentina, entre otras tantas bondades del continente, pues luchemos entonces para no continuar con la entrega.
No necesitamos nada de los Estados Unidos, solo nos hace falta poblar de gobiernos populares a toda América y de ahí saldrá lo mejor para todos/as, sin olvidar aquellas premisas de los pueblos originarios, que tan bien lo expresa el grupo boliviano Kalamarca en su tema "Cuando floresca el chuño", que se los ofrezco a continuación... https://youtu.be/m9GjcPF22EM
¡Hasta la victoria siempre!

 
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