No perdamos esta nueva oportunidad para defenestrar definitivamente a las derechas reaccionarias en nuestro país y el continente

Las secuelas que van quedando luego de la votación en el Congreso de la Nación con respecto al acuerdo con el FMI, nos trae una serie de reflexiones, que no solamente está emparentado con el oficialismo, me refiero al Frente de Todos, también tiene su repercusión y debate dentro de las filas de la oposición o sea Juntos por el Cambio. Queda demostrado aunque se intente desviar el contenido del debate, que ni es un "Frente de Todos", ni tampoco están "Juntos por el Cambio". Sin embargo, no pueden quedar fuera de la discusión aquellos que se denominan "libertarios", pues luego del 24 de marzo, ha quedado demostrado que la palabra libertad, solamente la utilizan para las maniobras o negocios financieros, pero no en lo que encuadra semejante palabra, pues en ningún instante dignifican todo lo que tiene estricto contacto con las libertades públicas, tal es así que en alguna medida han reivindicado la "guerra fría" y la intervención militar contra la subversión, palabra que les gusta acentuar en cada nota periodística que les hacen.
Curioso, tal vez sorpresivo, pero es tan así como se los comento en el presente editorial.
Con relación al oficialismo, aunque muchos digan que no conviene estar tan separados en esta lucha que se nos avecina, considero que es vital las diferentes opciones que caben dentro del peronismo gobernante, pues no está solo un partido político al frente del gobierno, sino una coalición de distintas fracciones que hacen al campo progresista en nuestro país, aunque algunos de ellos no pareciera que estén identificados como tales, o al menos es lo que dejan en sus interpretaciones cotidianas, tanto en el territorio o en los medios de comunicación. El progresismo se demuestra con hechos, no con palabras que a veces confunden a la opinión pública o más preciso, a sus propios seguidores, que en definitiva tienen que mostrar sus desaprobaciones al no ser satisfechas las demandas oportunas que llevaron al gobierno a la coalición gobernante.
Sin embargo, con relación a Juntos por el Cambio, está muy bien que se adviertan las notables diferencias, pues todo aquello que habían pregonado cuando fueron gobierno, o más preciso, en la campaña proselitista del 2015, hoy queda a la vista que la incorporación de algunos nuevos dirigentes de la UCR, caso Facundo Manes, y la autocrítica severa de Gerardo Morales, hacen peligrar la continuidad del viejo partido centenario en el neoliberalismo macrista. Incluso con relación al pasado 24 de marzo, una vez más quedó demostrado que el PRO como partido político, a través de sus dirigentes máximos, han dejado en claro que reivindican la dictadura cívico-militar, continúan con la teoría de los dos demonios, algo que de parte de los radicales está en claro que tienen otra postura y jamás reivindicarían semejante atrocidad. Era hora que el radicalismo comience a provocar una severa autocrítica por todo lo que han realizado junto al PRO y la derecha en Argentina.
Volviendo al Frente de Todos, no debe preocuparnos la notoria diferencia que ostentan los seguidores del kirchnerismo, más preciso La Cámpora, con releción al albertismo y la ortodoxia peronista, pues toda esta discusión que observamos en la actualidad, no difiere de aquellas producidas en la década anterior, incluso durante el segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner, pues a la hora de la verdad, se fueron limando las asperezas y el debate vuelve a la normalidad. De cualquier manera, no es descabellado pensar que deben tener un real compromiso con la población que aun sigue confiando en tal coalición y tienen una enorme tarea para no perder el rumbo y encasillarse definitivamente en un solo mensaje, simplemente, para darnos la tranquilidad de que el año que viene no sea traumático para la argentinidad en su conjunto, púes necesitamos imperiosamente continuar con un modelo de país que todavía está en un 50% de lo que anhelamos.
Claro, usted debe preguntarse y con razón, que lo demostrado en estos párrafos que les transmito solo aparenta ser una teoría, y de ella a los hechos y la realidad hay un largo camino, precisamente, ése es el rumbo que debemos tomar todos y todas y tal vez, la prueba más significativa la tuvimos el pasado 24 de marzo con esa movilización que superó todas las expectativas, no solo en Buenos Aires, sino en casi todas las plazas centrales de cada ciudad en todo el territorio nacional, algo que nos compromete aun más con nuestro bendito país y no tenemos que dejar pasar por alto, simplemente, porque las derechas no hacen marchas, pero se organizan comandados bajo la tutela y mandato de las corporaciones económicas y los medios hegemónicos y ya sabemos muy bien cuáles son sus objetivos y todo lo que nos han dejado a través de la historia..¿No le parece? Bien...sigamos firmes para decir con autoridad y valentía...¡¡¡Hasta la victoria final!!!