Al fin se presentó el proyecto de ley sobre las rentas inesperadas, luego de mucho tiempo de disputas para que se trate en el Congreso de la Nación, por lo tanto merece un exhaustivo análisis, principalmente, para ofrecer a nuestros/as lectores/as un panorama real de los acontecimientos, teniendo en cuenta la obsesión de algunos sectores políticos, mediáticos y judiciales de nuestro país, que aun niegan una realidad irrefutable y no observan lo que acontece en el mundo en estos tiempos.
No debería llamarnos la atención que algunos medios y casi la mayoría en Argentina, desvían la información o la omiten, que es aun peor, con respecto al tema de las rentas inesperadas, pues he tratado de escuchar o ver algo con relación a lo que les comento y desgraciadamente, no pudo ser satisfecha mi demanda. Vimos en estos últimos días como se viene tratando en algunos países de cierto poder en el planeta, instalando en primer término del debate político y económico, sobre las enormes ganancias que unos pocos empresarios han obtenido tanto con la pandemia, como en el caso de la guerra actual entre Rusia y Ucrania, mientras que aquí el negacionismo de los sectores opositores parece que les nubla la vista, oídos y mente, y tratan de ocultar con el propósito de hacerle creer a toda la sociedad, que es una estrategia gubernamental para aumentar o producir otros impuestos. Recientemente se pudo observar los debates producidos nada menos que en el Reino Unido, España, Alemania, Bélgica o Italia, como así también la insistencia del propio presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, estimulando a sus parlamentos el debate urgente sobre el tema en cuestión, agregando a manera humorística, que en algunos países de Europa, la denominan como ganancias "caída del cielo"
Bien, es muy elocuente que no es una avivada de la política argentina, ni tampoco un tema que ocurre solo en nuestro país, es nada más y nada menos, que una necesidad imperiosa, pues casi un tercio de la humanidad planetaria, comienza a pasar hambre, algo que en los países nombrados y muchos más de la elite económica mundial, hasta hace apenas unos tres años no estaba acostumbrada a sobrellevar en sus sociedades medias.
Según datos de fuentes confiables, en casi todo el mundo oscila en un 2,7% de todo el arco empresarial sobre el rubro alimenticio o energético, que estarían encuadrados entre los que han obtenido suculentas ganancias inesperadas por los conflictos que remarcara anteriormente, es más, en los Estados Unidos algunos empresarios bimillonarios han manifestado que dicho impuesto con intención política de crearse, es necesario y están dispuestos a aceptar el pago del nuevo impuesto.
En fin, si tenemos que cotejarlo con lo producido en la reciente reunión de la AEA, donde su presidente y el magnate de Clarín, Héctor Magnetto, ante la exposición del ministro Guzmán, han recargado sus ideologías antipopulares afirmando que no desean pagar "nuevos impuestos", dejan en claro que se anteponen a lo que sucede en el mundo actualmente y no han comprendido absolutamente nada, lo que es peor, no están dispuestos a salvaguardar la salud alimentaria de toda la población. Lo curioso de todo esto, es la insistencia de una gran parte de nuestros políticos opositores a todo, cuando han remarcado durante años que Argentina estaba alejada de lo que sucede en el mundo, sin embargo no pueden aceptar ante la realidad insoslayable que esta vez nuestro país, sí, está encuadrada en todo esto y además, ha sido la precursora de que se aplique lo de las ganancias inesperadas con urgencia, ante el aumento indiscriminado de la pobreza en el planeta.
Es una pregunta casi diría obligada que debe hacerse toda la sociedad nacional, ante estas inhumanidades de un sector minúsculo del país, pues no merece tanta explicación todo lo expresado, teniendo en cuenta la urgente necesidad que padecen los pueblos del mundo ante el insensato crecimiento de los precios en los alimentos que venimos soportando casi desde el comienzo de la guerra en Europa.
Deseo creer en la sensatez de algunos legisladores de la oposición, fundamentalmente de la izquierda y de algunos radicales insatisfechos con el proceder de Juntos por el Cambio, que estarán a la altura de los acontecimientos y darán un paso afirmativo en la sanción de la ley en cuestión.
¡¡¡Hasta la próxima!!!