MUY SIMPLE: EL PROGRAMA DE INCLUSIÓN SOCIAL EJECUTADO POR EL GOBIERNO NACIONAL
Las repercusiones de la elección presidencial del pasado domingo, no se hicieron esperar y casi todos los diarios más leídos del mundo, incluidos los mandatarios de los países industrializados han dado su opinión, resaltando con énfasis el magistral triunfo electoral de Cristina Fernández de Kirchner.
Tanto David Cameron, Primer Ministro Inglés; como Barack Obama, presidente norteamericano o Sarkozy, premier francés, descollaron el éxito, pero argumentando fervientemente que ha sido el triunfo del plan de inclusión social, algo que en el resto del mundo están padeciendo fuertemente, deductivo por la crisis planteada, producidas por las ya conocidas recetas impuestas por el FMI. No voy a nombrar a los presidentes latinoamericanos porque van a pensar que son los que tirán a favor del gobierno y esto es lógico por la unidad visible a través de la UNASUR.
Los medios más importantes también han dedicado espacios sobresalientes al triunfo electoral de nuestra presidenta con argumentaciones similares de las que expusieron los mandatarios nombrados.
Hay que reconocer que en Argentina, después de tiempos que ya pasaron al olvido, nuestra prensa gráfica recuperó su memoria y le dio importancia significativa al éxito del FPV, distinguiendo el discurso conciliador de Cristina. Sin embargo, desde este espacio tenemos que decir que nuestra presidenta no ha variado el tono de su discurso, pues si se analiza con tranquilidad y sentido constructivo, jamás Cristina Fernández tuvo un acento de provocación en sus disertaciones, solo contestaba las semejantes barbaridades que se le atribuía en su contra y al modelo que se impulsaba desde el gobierno nacional, desde las épocas de Néstor Kirchner.
También nos resulta ingrato y descalificador, cuando ciertos sectores de los medios, apuntan al triunfo de Cristina, por la evidente falta de propuestas de la oposición en su conjunto o cuando desean enaltecer la actuación de Hermes Binner, como si hubiese sido el ganador y el principal protagonista de la contienda del domingo pasado.
Lamentamos en comunicar a estos sectores de la información, que la respuesta del pueblo argentino en las urnas, según el criterio de quien escribe esta columna, pasa más por el éxito del programa de gobierno que por la falta de propuestas opositoras. La sociedad en su gran mayoría (poco más del 54%) ha sabido comprender, luego de estos años poblados de mentiras mediáticas, que la gestión de Cristina ha sido de buena para muy buena, pero reconociendo que al estar en pleno proceso de transformaciones, es lógico que todavía falta bastante por realizar, por eso mismo ha volcado su apoyo masivo, teniendo como premisa la credibilidad en los discursos exteriorizados por la presidenta y eso no está en plano de discusión.
Es lógico también reconocer que la oposición política no ha sido lo necesariamente coherente en estos últimos dos años, pero eso se distingue, por que está más emparentado a la falta de ideas superadoras con relación a lo que presentaba el oficialismo, algo que el electorado captó perfectamente, y no por que estos sujetos sean lo suficientemente ignorantes en la materia. Tal vez se puede afirmar que al verse notablemente entregados ante tanta superioridad, la oposición mayormente se llevó por la necesidad de intereses de los medios y no supieron articular ideas para contrarrestar el dominio oficial. Además, hubo sectores que estaban más emparentados con el odio y la envidia y de esta manera no estaban al alcance de visualizar nada que se les cruzara frente a sus ojos.
Lo que deseo destacar es la forma sutil como encaran la noticia algunos medios, ya que en alguna oportunidad se criticó fuertemente a Fito Páez cuando mencionó que "le daba asco" cierto electorado por el triunfo de Mauricio Macri, pero de esta forma también creo que se le falta el respeto a la comunidad que votó al FPV, cuando resaltan más la falta de ideas opositoras que la contundencia en que resolvió la población, porque eligió lo que más le brindó en estos últimos años de democracia.
La conformación del nuevo Parlamento a partir del 10 de diciembre, lejos de pensar que le otorga al gobierno un poder absoluto para realizar lo que se les antoje, como piensan Lilita Carrió y Chiche Duhalde, le está aumentando el compromiso con una sociedad que ha dado su apoyo irrestricto, pero basado como mencionara anteriormente en la confianza y transparencia que ofrece Cristina en cada uno de sus actos, por ello el deber hoy, es aún mayor y tendrá que mantener la coherencia de estos últimos 8 años para consolidar y profundizar el modelo que estamos viviendo con suma alegría la mayoría de los argentinos.
Esta comunidad estará con sus ojos bien abiertos para que se consolide el modelo, pero también no aceptará las mentiras que nos desean introducir en nuestra mentes, los medios periodísticos y de otros sectores que hacen a la vida política-social de Argentina, simplemente por que también esas falsas informaciones que nos vendían dichos medios, fueron factores determinantes en las decisiones populares el domingo pasado, para volcar su apoyo al gobierno nacional.
Por ello, será importante que estos sectores que han sido enemigos acérrimos de la política impuesta por el ejecutivo, también interpreten debidamente el llamado a la unidad nacional, sin rencores, que peticionó la presidenta en el discurso del Intercontinental durante el festejo por el triunfo obtenido.
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