Cuesta analizar con profundidad y obtener respuestas precisas con respecto al comportamiento de algún sector de la oposición, teniendo como base las acciones que muestran cotidianamente, dejando netamente en claro que van por un golpe institucional y no por la garantía democrática de cara al futuro.
Claro, usted tiene todo el derecho de imaginar o pensar que lo deseado por el autor en el presente editorial, tiene que ver estrictamente con una postura adversa a la idea o proyecto opositor, sin embargo para destruir cualquier mal pensamiento voy a puntualizar con seriedad y severidad cada intervención del sector aludido, pues no dejan dudas de cuales son sus objetivos malintencionados y golpistas. Partimos desde las palabras de algunos dirigentes que en etapas de la pandamia, hasta llegaron a manifestar que la debilidad de Alberto Fernández y las continuas y llamativas diferencias con Cristina, tenía que finalizar con una Asamblea Legislativa para nombrar un presidente sustituto, algo parecido a lo que han deseado en Venezuela con Guaidó...¿ se acuerda?.
Ya en los últimos meses todo se pronunciaba con mayor acento, simplemente con el intento de magnicidio a la vicepresidenta, hasta llegaron a decir que se trataba de una maniobra de Cristina para sentirse como víctima y entorpecer el alegato de los fiscales Luciani y Mola con relación al veredicto de la causa Vialidad. Claro, no culmina ahí todo esto, todo lo contrario, se puede argumentar que todo comienza con el tema del atentado, teniendo como base la vinculación del diputado y ex secretario de Seguridad de Patricia Bullrich, me refiero a Gerardo Millman, quien pasó a ser figura clave en el atentado, no solo por la denuncia del asesor de un diputado del Frente de Todos, sino por la estrecha vinculación con los personajes involucrados de Revolución Federal en el citado intento de homicidio.
Las recientes declaraciones de sus asesoras mintiendo ante el fiscal Rivolo, además de esconder sus celulares y cambiándolos en las últimas semanas, son pruebas elocuentes, más aun teniendo en cuenta que en su primera delcaración habían mentido con respecto a la presencia en el café Casablanca, frente al edificio anexo de la Cámara de Diputados.
La jueza Capuchetti, fiel representante del macrismo, hizo oídos sordos y comenzaba a demostrar el poco interés de llegar hasta las consecuencias deseadas, no solo por la querella, sino por la mayoría del pueblo argentino. Claro, tenga bien en cuenta que esto no termina en Millman, hay que llegar más arriba y se va a sorprender...no lo dude.
Sigamos, porque no nos podemos quedar solo con lo manifestado por mi, en párrafos anteriores, pues teniendo como base las manifestaciones del senador Luis Juez, quien se parece más a un actor cómico de típico humor cordobés que a un representante legislativo de su pueblo, deja la impresión de ser un severo enemigo de la democracia, incluso hasta se dio el lujo de ofender al pueblo en su conjunto, tratándolo de un pueblo de mierda...rara definición del citado senador, teniendo en cuenta que ése mismo pueblo lo llevó a una banca...¡¡¡Patético!
Para cerrar y no hacerlo tan extenso, además de lo que se vive con el atentado no resuelto sobre la vicepresidenta; las distintas maniobras para desprestigiar a la política y muchas cosas más, debemos agregar sin tapujos lo sucedido en la tarde de ayer jueves, por el bochornoso comportamiento de toda la oposición, bastardeando la sesión legislativa, no permitiendo renovar las autoridades de la Cámara de Diputados sin una excusa válida y lo peor aun, el boicot hacia todo el recinto para que no se trate la creación de 9 nuevas universidades que solucionarían gran parte de la educación para los sectores más necesitados. Lo grave de todo lo sucedido no es solamente que no hayan dado quorum, porque en realidad ya lo había conseguido el oficialismo con otros partidos, la llamativo es que entraron al recinto a romper todo, insultar de una manera como nunca se vio a la presidencia de la Cámara, más aun tratándose de una mujer a quien no le permitieron que renueve su mandato como tal y además inventando que no se habían cumplido los plazos de espera, algo totalmente falso, pues con casi 20 años que estuve trabajando en el Congreso, casi diría que nunca se cumplieron los horarios de inicio de una sesión y jamás existieron inconvenientes por tales motivos. Toda una falacia para boicotear el parlamento, algo que desean cerrado para que todo se "gobierne" y manipule desde la misma Corte Suprema de Justicia, inevitable socia de todo éste malestar que van creando día a día para que se acabe la democracia en Argentina, algo que no es tan descabellado porque lo han intentado en otros países de la región hasta la propia Estados Unidos o en España con amenazas al presidente Pedro Sánchez. ¡Así de simple!
Me pregunto y traslado la misma a cada uno/a de ustedes...¿Hasta cuando nuestro pueblo puede aguantar semejantes atropellos? ¿Es digno que nos traten de idiotas a los/as argentinos/as? ¡¡¡Usted Decide!!!