Cada día que pasa me cuesta mucho entender a una enorme porción de nuestra sociedad, pues todavía no puede analizar los objetivos reales que sostiene el presidente Javier Milei, de acuerdo a todo lo que viene accionando, no solo desde que asumió, sino por todo lo prometido en su campaña proselitista que lo llevó a la presidencia de la Nación.
Tanto el personaje aludido como su Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich e incluso la vice presidenta Victoria Villarruel, no se han cansado de afirmar que tenía que explotar todo para que el país se ponga de pie con las nuevas medidas que tenía en ejecución el presidente.

Si bien el gobierno anterior no pudo frenar la inflación en los últimos meses de su gestión, bajo ningún aspecto se puede argumentar que el crecimiento inflacionario del mes de diciembre tenía que llegar al 25,5%. Los desfasajes que se cometieron desde el día que asumió Milei, inexorablemente permitieron que el número final fuese el nombrado líneas arriba, pues la mega devaluación del 118 % impuesta por el ministro de economía Luis Caputo, fue el detonante para que se produjera tales números, no tiene nada que ver con los últimos días de Alberto Fernández. Si necesita otra prueba contundente, recuerde que el mismo Milei adelantaba que la inflación de diciembre iba a representar un 40%, algo tontalmente falso, pero permitió que los marcadores de precios adelantaran los aumentos en forma desmedida, posibilitando la desorbitada inflación de fin de año, algo que le "autorizó" al presidente a decir que era un éxito de Luis Caputo y había que levantarlo en andas...¿Lo recuerda?
Para analizar con conciencia, solo hace falta recordar los discursos de Milei, previos a su juramento como presidente; el siguiente cuando asumió el 10 de diciembre y el posterior producido en el Foro de Davos la semana anterior, pues en sus contenidos ha demostrado fehacientemente que el objetivo principal es llegar a la catástrofe económica, fuerte endeudamiento con los organismos de crédito para llegar definitivamente a una dolarización final, objetivo base de la campaña de Milei y que desea llevar a la práctica, cueste lo que cuesta a los argentinos/as.
Lo fundamental de todo esto, pasa por la ideología fundamentalista que tiene Milei donde deja en claro que no quiere a su país, el suyo y el nuestro, que no defiende bajo ningún aspecto la bandera; los recursos naturales de Argentina y que pone a plena disposición de los magnates económicos del mundo la riqueza argentina para que se hagan cargo en el corto plazo de todo lo nuestro sin contemplaciones para que en el futuro inmediato nos acerquemos a Ecuador, algo que no hace falta delinearlo tanto, pues sabemos perfectamente lo que sucede actualmente en el país hermano.
Si usted necesita una muestra vital, paso a comentarles algo que desgraciadamente no lo sabe nuestra sociedad, tal vez porque los contenidos educativos de nuestro país no han sido lo suficientemente completos para que se sepa la verdadera historia. Milei no se ha cansado de ponderar a Juan Bautista Alberdi y manifestando que debemos ejecutar plenamente la teoría del autor intelectual de "las Bases", pero desgraciadamente no sabemos a ciencia cierta quien fué éste personaje y que mensaje entregador dejó a los argentinos/as. Alberdi fue el negociador en 1855/56 con Franklin Pierce, presidente de los Estados Unidos y William Dougall Christie, ministro del Reino Unido, para concretar el endeudamiento y entrega con el empréstito Baring, base fundamental para el inicio de los enfrentamientos con Paraguay, algo que permitió 25 años después la guerra contra el hermano país, comandada por Bartolomé Mitre como el generalisimo de los tropas argentinas, uruguayas y brasileras, que destruyeron la producción agrícola del Paraguay, algo que hasta nuestros días no hemos podido explicar a nuestra ciudadanía y a las sociedades latinoamericanas.
Hoy a 144 años de aquellos terribles momentos, el presidente Milei se jacta ante la humanidad mundial con su discurso en Davos, ponderando al empresariado mandamás del mundo, sosteniendo que la política fue la responsable total de los desajustes en cada país y hay que recuperar aquellas premisas que no eran otra cosa que sostener la exclavitud y la eliminación de conquistas del pueblo trabajador. No olvidemos que en aquellos tiempos, Inglaterra desparramaba su poder haciendo valer las buenas nuevas de la Revolución Industrial, pero de ninguna manera dejaba en claro que necesitaba mantener el poder planetario y que de ninguna manera iba a permitir el crecimiento de las nuevas repúblicas democráticas que habían nacido un par de décadas atrás en todo el continente americano. Así de simple, no hace falta que se detenga a analizar demasiado, el mensaje y el propósito de Javier Milei, es la entrega total de nuestro patrimonio al sector más poderoso del universo, mientras que le solicita a usted que tiene que sufrir para que ellos concreten tal misión. ¡Un verdadero despropósito y un severo toque de atención a todos/as los/as argentinos/as! ¿No le parece?...El 24 de enero no es una fecha común, ni un paro común, simplemente debe ser el resultado de una lucha incansable para defender la democracia y nuestra soberania, por lo tanto todos/as debemos estar en la calle defendiéndola.-