Mientras en el mundo se debate por la solución a los problemas económicos y existenciales, en nuestro país, seguimos “peleando” para tener un dólar competitivo y que le de ganancias extremas a cualquiera, ya no hablamos de los mas pudientes.
Parece increíble que todavía no tienen en claro los anuncios reiterativos del gobierno, tal vez por que históricamente siempre le han mentido y ya los anuncios del ministro de turno no le son simpáticos o creíbles a la población. Pero la realidad muestra otra cosa, desde los conflictos con el sector rural hasta hoy, la moneda norteamericana solo ascendió en un 10% como mucho, pero los argentinos que somos extremadamente especiales, todavía estamos supeditados en cada una de las acciones de nuestras vidas, a la cotización del dólar, como si esto fuera lo mas importante de la vida. En esta semana se difundió en el programa televisivo CQC, un informe del Brasil, donde se le preguntaba a la gente, que era mas importante para ellos, si la vida de Pele; el Carnaval o la cotización del dólar. Sin vacilaciones los brasileños elegían el Carnaval o hablar de Pele, es mas ni siquiera conocían a cuanto cotizaba la divisa del norte.
Lo sugestivo de gran parte de nuestra sociedad, pasa por como interpretan las informaciones que provienen de medios hegemónicos y que sin duda no puede desmenuzarla y sacar conclusiones valederas o más concretas.
En la semana recientemente finalizada, en distintos medios se difundió todo lo que sucede en Europa, con la caída estrepitosa del líder italiano Silvio Berlusconi y las aseveraciones severas sobre la economía de Europa, vertidas por la titular del FMI, la francesa  Christine Lagarde, la mencionada funcionaria del Fondo, dijo lo siguiente: “La economía esta en una fase peligrosa e incierta”, agregando otros conceptos de real significado para la situación a corto plazo: “Advierto sobre el riesgo de una espiral hacia debajo de incertidumbre, inestabilidad financiera y colapso de la demanda global”. Y tal vez lo mas destacable y que va de acuerdo con las políticas que se emplean en el hemisferio sur del continente americano, la titular del Fondo, dijo entre otras cosas salientes, lo que a posterior paso a relatar: “Ahora es el momento de avanzar desde las exportaciones y las inversiones hacia el consumo, incluyendo el aumento de los ingresos a los hogares y ampliando las redes de seguridad social”. O sea, lisa y llanamente, lo que se esta empleando en Argentina y otros países del sur de América, y que los sectores de oposición mediática y atados a los designios de las corporaciones, no aceptan por que desean volver a las recetas del FMI.
El organismo internacional que dirige Lagarde, desea tener una vinculación mas estrecha con China por varias razones, conocedora de que China es el mayor acreedor de los países industrializados y en crisis, y por la sencilla razón que el país asiático es el de mayor consumo de alimentos en el mundo. Precisamente nuestro país y varios hermanos del continente, están negociando activamente con China, en un plano de igualdad comercial para asegurar no solo los vínculos, también para incrementar la producción y el consumo de manera bilateral.
Me pregunto y traslado a los lectores de NUEVO PAIS el mensaje: ¿En que mundo real viven los argentinos? ¿Acaso no pueden orientarse debidamente y darse cuenta que vamos por los caminos correctos?
Bien, sugiero una nueva reflexión a todos nuestros compatriotas, con el solo objetivo de tratar no de convencerlos, sino de que pongamos los pies sobre la tierra, y darnos debida cuenta que si nos desviamos del camino trazado desde mayo del 2003, corremos el grave riesgo de volver a un pasado bochornoso que todavía no podemos sepultar.