LA CONFORMACIÓN DE LA NUEVA EUROPA Y NUESTRA REGIÓN

“Que Cosas que tiene la Vida”, dice un tango, y es bueno mencionar que en esta vidorria de reclamaciones y argumentaciones desmedidas, teniendo que escuchar o leer declaraciones de varios personajes de este mundo moderno globalizado y sin respeto por la vida humana, es lógico que a veces nos pongamos mal y reaccionemos en forma no muy adecuada, como le gustaría a la mayoría del planeta. Mientras los presidentes del cono sur, llámese organismo actual UNASUR, con buen criterio,  se reúnen periódicamente, para analizar en conjunto la problemática existente en gran parte del universo y las consecuencias que nos puede dejar esas crisis ocasionadas excluyentemente por el FMI y sus recetas, en Europa, rodeada de traiciones y políticas sucias, están elaborando una “nueva unión” entre los países más poderosos, con el agravante insostenible de tener que escuchar esos argumentos maliciosos, de que “los países que no tengan sustentación viable, no pueden participar de la nueva composición de naciones”. Otra clara “unión” de intereses de banqueros y empresarios corporativistas, queriéndose desprender de Gran Bretaña, tal vez pasándole factura de no haber siso socio activo de la Unión Europea, defendiendo su moneda, pero vaya paradójica, contando como aliado con los Estados Unidos, que tira el último “manotazo de ahogado” para salvar, no a un pueblo que comienza a padecer las recetas recesivas, sino a los bancos y empresas que quedaron maltrechas con la crisis mundial.
Esta “trilogía” formada por el presidente de los EE.UU.; la primera ministra alemana y el presidente francés, deja un manto de dudas de cómo se manejaran las políticas internacionales en el mediano plazo y cuáles serán las secuelas inmediatas. Es fundamental comentar la premisa básica argumentada por estos jefes de Estado, ya que de antemano, no aceptan a los países que han quedado en la “vía” con sus recetas (léase España, Italia, Portugal, etc.), Claro, ya les vendieron las recetas y ahora no los necesitan, ya fueron utilizados salvajemente.
Nos enorgullece que nuestros presidentes y ex mandatarios sudamericanos, se aglutinen con la intención y sano objetivo de fortalecer nuestras economías, más aún cuando se vislumbra claramente el deterioro de salud de Hugo Chávez; la convalecencia de Lula da Silva; el enorme esfuerzo de sobrevivencia espiritual y anímica de Cristina Kirchner o la delicada recuperación pero con sobrada energía de Fernando Lugo después de padecer un cáncer maligno.
Estos mandatarios quedarán en la historia grande del continente, por dejar todo por el bienestar de sus pueblos, aún a costa de la salud de sus organismos, pero a su vez, dejando en evidencia, que las apetencias no son personales, porque si ello sería real, seguramente se hubieran retirado de sus cargos y hoy pasarían una vida más placentera y con el reconocimiento de sus comunidades que gobiernan, porque si bien falta mucho por realizar, están  dejando a cada país que les toca gobernar por voluntad popular, con un crecimiento que no se había producido en los 200 años promedios de existencia de cada uno de ellos. Y como punto saliente, se están ejecutando convenios extraordinarios para el incremento sin límites de la región.
Esta enseñanza que nos dejan día a día, no es reconocida por muchos, principalmente, por los medios de la información, pero soy optimista que de acuerdo a los hechos actuales en todo el mundo, cada día irá creciendo el número de partidarios a favor de los modelos que se impulsan en Sudamérica, mal llamados “populistas” por los enemigos de los pueblos, que desean inexorablemente regresar al pasado, para aumentar el caudal de sus negocios, a costa del hambre y desolación de sus pueblos, haciendo hincapié de que los sectores marginales, no deben quedar incluidos en los grandes proyectos, y esto ocurre por lo que muchas veces tuve que mencionar a pesar de que a muchos no les guste: “Hay muchos sectores de nuestras sociedades, que no desean la igualdad con justicia social”
Volviendo a lo estrictamente europeo, no son bienvenidas las noticias de esta nueva unión de los países más fuertes de Europa, porque intentan desbaratar, precisamente, todo lo bueno que se realiza en este continente, y queda claro que desde su creación, están marginando a todos los pueblos que no pueden sobrellevar la crisis que ellos mismos inventaron, para salvar sus economías, pero no para salvaguardar la paz mundial.
Más que nunca tendremos que estar atentos, ante este nuevo avasallamiento de los que todavía se creen invencibles, la historia le tiene preparado otro final.