LA FALTA ESTRICTA DE CONTROL SOBRE ALQUILERES

El equipo de redacción de NUEVO PAÍS, se puso a investigar el tema de los alquileres en toda la Costa Atlántica, y de allí se obtuvieron porcentajes que dan escalofríos, no porque no se conozcan verdaderamente, simplemente, por el hecho que la población está muy lejos de conocer las estadísticas reales sobre el tema.

Los controles a los hoteles en los últimos años son más estrictos y estamos de acuerdo con ello, con relación al personal que se contrata, las instalaciones y todos los derivados que están vinculados con el rubro. Pero, es indudable con no se "persigue" de la misma manera a los propietarios que alquilan por temporada sus fincas y estas están más para el "remate" por "dos pesos" que para dejarlo en manos de los turistas. La estadísitca fría nos dice, que solo el 8% de las casas alquiladas están en condiciones de ofrecerse al público consumidor, y de ellas solamente el 45% de ese 8, pasa por manos de Inmobiliarias, que deben tener al día sus papeles para que el gobierno, municipal, provincial o nacional, no tenga inconvenientes con las mismas.

Cuando uno se dedica a caminar cada zona y preguntar por los alquileres de las fincas, parecería que está todo bien y es irreversible la situación, en los momentos que el turista por sus "urgencias" alquile cualquier cosa y no se dedique a observar con detenimiento, si la casa en cuestión tiene algunas falencias notorias.

Los números dicen, que un 75% de las casas o departamentos en alquiler, tienen falencias muy complicadas, sobresaliendo los problemas de pérdida de gas; tanques de agua contaminados por falta de control de higiene obligatoria e inconvenientes graves con las instalaciones de luz.

Todas estas falencias visibles, no son controladas asiduamente por las autoridades de cualquier municipio vinculado a la Costa Atlántica, y lo más grave es que ante problemas concretos de salud en los visitantes ocasionales, casi todos se lavan las manos y la justica no los resuelve con la facilidad que debería hacerlo.

Todos estos temas  tienen solución inmediata, si se realiza los controles pertinentes, no solo por ocasionar traumas a parte de la sociedad que contrata estos servicios, también se incluye el control impositivo, ya que nadie otorga al menos un recibo legal, paga sus impuestos por ese "contrato" y de esta manera pierde ostensiblemente, toda una sociedad que en los sevicios básicos, como salud, educación yvivienda, pierde los recursos naturales que deben ser pagados por estos sujetos.

Esta es la oportunidad histórica que adquieren los municipios ligados a la Costa, para poner en práctica un sistema de control que no solo garantice el buen contrato con todos sus beneficiarios, también para blanquear una situación que todo un pueblo requiere, pero que no sabe donde recurrir para concretarlo.