Generando cambio

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Las intenciones Sistemáticas de Clarín y La Nación… PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Sábado, 14 de Enero de 2012 15:31

SI NO DIGIERE LOS CONTENIDOS,  ¡SUICIDESE! (La Apología del Suicidio)

Acabo de terminar de cenar en el popular restaurante de 118 y Avenida 3 en Villa Gesell, precisamente en “Ilusiones”, atendido cordial y profesionalmente por Angelita y Beto, sus dueños, y disfruté de ese manjar, que es uno de los platos más exquisitos del lugar “Pechito de Cerdo con verduras hervidas al horno”, una delicia total, pero claro, mientras disfrutaba de esa pitanza, fui releyendo los diarios de la semana, para confeccionar los comentarios y opiniones de cada nota saliente, teniendo que alejarme por un rato de tales columnas periodísticas, porque si seguía sumergido en los párrafos construidos por los “profesionales” que escriben en ambos matutinos, seguramente la comida me iba a caer muy mal.

 

Comenzaba con el famoso Indec, mal confeccionado por el gobierno según el criterio de ambos periódicos; continuaba con los poderes extraordinarios de Guillermo Moreno (el nuevo Domingo Cavallo, versión de los monopolios de la información); seguía con la falta de dólares de parte del Banco Central; los inminentes aumentos de los transportes por la quita de subsidios del Estado; la presión “inevitable” de los sectores propietarios del campo, ante la sequía y la inexorable pérdida de sus cosechas; el poder que ejercen Moreno y Máximo Kirchner sobre De Vido; la “incapacidad” de Amado Boudou, “un títere” de Cristina que la substituye, porque no existe otra opción; las exigencias del FMI por el manejo del Indec, aunque no presagian sanciones (¿?); la falta de insumos de importación y la posible recesión de las industrias, principalmente las automotrices,  etc, etc, etc.¡O sea, literalmente, todo nos va para la mierda!

En fin, tantas “pálidas”, que si usted tiene un simple dolor de cabeza o malestar de estómago por alguna comida que le hizo mal, seguramente está al borde del suicidio y no tendrá el medicamento justo para salir de esta contienda.

Leyendo en esta semana, el magistral libro de Sandra Russo, que lo tituló “La Presidenta”, no tengo dudas que hay que tener una templanza especial, para poder soportar tantas injusticias y mal intencionalidades de parte del  sector aludido, porque de no ser así, seguramente, cualquier ser humano, medianamente normal, “tira la toalla” y entra en una exasperación difícil de contener.

Las mismas recetas empleaban durante los años 2008/09, en pleno conflicto con los dueños del campo. Claro, la contundencia en las urnas, dos años después, han aclarado el panorama, dejando como secuela, una importante respuesta de la sociedad argentina en el sufragio, porque está a la vista que esta nueva comunidad más “aggiornada” a los acontecimientos que nos desea pintar los medios corporativos, piensa y actúa de una manera más firme y libertaria, y nos deja la sensación que el crecimiento obtenido en los últimos años, ha sido muy importante en todos los sentidos imaginarios.

De cualquier manera, nos obliga a un nuevo análisis, pronunciando una opinión para ser transferida a nuestros lectores, y dentro de ése examen razonado, hacerles a todos ustedes algunas preguntas fundamentales, que nos aclararán todas las dudas que se nos presenten, simplemente, para defenestrar las intenciones corporativas que solo desean provocar  una confusión que imputa un solo objetivo: Derrocar un modelo inclusivo y reemplazarlo por el tradicional representante de sus ideologías, el neoliberalismo salvaje.

Me hago una serie de preguntas y traslado las mismas: ¿Si en Europa se debaten fuertemente por salvaguardar sus puestos de trabajo, porque en Argentina, se pide un plus de $ 2.500.-como premio a la producción y el esfuerzo? ¿Si en los dos últimos años se vendieron 700 mil autos (año 2010) y 800 mil (2011), de que parálisis industrial me hablan? ¿Qué perjuicio pueden tener las automotrices con tanta venta anticipada? ¿Si los representantes más poderosos de las zonas rurales, tienen acopiadas dos producciones de trigo y maíz (años 2010 y 2011) como pueden verse perjudicados por la sequía, que todavía no hizo perder ni siquiera el 20% de lo sembrado? ¿Estos sectores corporativos, que defienden, las importaciones o la industria nacional y el trabajo de nuestro pueblo?

Y así podemos seguir haciéndonos una serie interminable de preguntas, que seguramente no tendrán respuestas, porque lo único que les interesa a estos personajes, es dibujar una historia que no tiene validez y que no la tendrá, principalmente, por que todo está a la vista y esto no se puede borrar.

Por ello destaqué el libro de Sandra Russo, para sugerirles que lo lean y se darán cuenta, la entereza que hay que tener y sostener, para salir ileso de todo este berenjenal, pero sobre todo,  tener una elevada salud mental, ya que si carecemos de ello, seguramente andaremos recorriendo los hospitales psiquiátricos, solicitando ayuda por estar al borde del abismo o del suicidio.

Yo por ahora, me quedo con las sabrosas comidas de Angelita y Beto, tratando de disfrutar de la vida, esa savia que recuperamos desde mayo de 2003, porque vemos un país en marcha y sin límites de crecimiento, porque aquí no existen techos, y de eso hablaré en mi próxima editorial, relacionando todo con la Patria Grande que nos proponen estos líderes de la última década en el Continente, para dejar de ser solo sombras y convertirnos en soles infinitos, en la búsqueda de la libertad y dignidad de los pueblos.

 
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