Generando cambio

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Las nuevas provocaciones inglesas PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Sábado, 21 de Enero de 2012 12:14

 LA ÚNICA SALIDA ES POR LA VÍA DIPLOMÁTICA Y NO RESPONDER AGRESIONES DE TONO BELICISTAS

Gran Bretaña, repitiendo la historia de los 80, cuando atravesaba situaciones críticas durante el gobierno de Margaret Thatcher, tal vez no tan severas como las actuales, utiliza los mismos métodos, intimidando con amenazas de tono belicista, aunque por cierto, existen diferencias sustanciales entre los gobiernos dictatoriales de esa década en Argentina, con el actual que conduce Cristina Fernández de Kirchner, asegurándonos de esta manera, que los caminos que recorreremos, son exclusivos por la vía diplomática.

Lo importante del caso es la situación que transita hoy el Reino Unido, con 3 millones de nuevos desocupados; un déficit que redondea un 12% de su PBI y la poca credibilidad que sustenta David Cameron, quedando aislado del nuevo movimiento político-económico que impulsan Alemania y Francia en la “nueva Europa”. Desde ya que este es un tema netamente de incumbencia del viejo continente, y por suerte no tenemos, ni debemos tener implicancias.
Lo paradójico resulta el tipo de reacción que tiene cada población, en concordancia con lo que aparece cotidianamente, porque el pueblo inglés no le interesa en lo mínimo esta disputa que intenta Inglaterra por las Islas Malvinas, ni tampoco nuestra sociedad se alteró ante las nuevas amenazas imperialistas, alentada por la esperanza de compromiso del gobierno argentino, en no responder agresiones de calibre  militarista.
Sería importante que en estas instancias, de impronta decisiva para el futuro tratamiento sobre las Islas en cuestión, las Naciones Unidas hagan valer su condición de Entidad soberana de los pueblos, para dirimir estas cuestiones en los ámbitos que correspondan, y acelerar los trámites para que se define con un proyecto avalado por todos los países que componen dicho organismo internacional a mediano y largo plazo, materializando los recursos y herramientas, de la manera más productiva para ambas naciones.
No significa en absoluto renunciar o resignar nuestra soberanía, simplemente, hay que encontrar mecanismos saludables e inteligentes para obtener recursos productivos, que permitan la optimización de los recursos naturales de la región en disputa, respetando al fin, la decisión soberana de los habitantes de la isla.
Todo puede resultar posible por los senderos diplomáticos, lo que no sirve para Gran Bretaña y Argentina, e incluso para el resto del planeta, un  nuevo enfrentamiento militarizado, ya que son estrategias que deben desaparecer del mundo moderno. Y esto va para todas las naciones del mundo, principalmente, para aquellos que poseen antecedentes visibles y reales en la “creación de guerras innecesarias”, que tanto daño ha causado a toda la humanidad.
Las mejores definiciones filosóficas y que no han sido del agrado de muchos, sobre todo para algunos medios de comunicación, porque consideran algo duro y agresivo el planteo, son las manifestadas por el canciller Héctor Timerman y el Vicepresidente Amado Boudou.
Timerman dijo, textualmente: “La mejor respuesta (a Cameron) que se me ocurre, es mandarle un libro de historia de regalo”, sentenciando además: “A no contestar ningún agravio de tono militarista”.
Por su parte Boudou, dijo a manera de advertencia: “David Cameron, está hablando desde un espacio de ignorancia absoluta del tema”.
¡Una notable realidad!

 
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