RESCATEMOS LO BUENO Y ACLAREMOS LO QUE SE PRESTA A CONFUSIÓN

Aunque usted no lo crea, todos los días trato de leer, casi todos los diarios, incluso los que no se identifican con mi manera de pensar, algo razonable, sobre todo si deseamos opinar con valores concretos y no dejarnos llevar por los deseos de los medios corporativos.

Ayer martes 14, salió una nota firmada por el colega Jorge Castro en Clarín, titulada "Malvinas,  es para Argentina una gran oportunidad". Tengo que resaltar los escritos de Castro, porque fueron muy atinados y están encuadrados, dentro del pensamiento de los argentinos que vemos con optimismo la conclusión de este supuesto conflicto. me parece una columna de opinión muy importante y considero que los caminos a recorrer son los que indica el citado periodista y escritor, lo mismo que optimismo que manifiesta. 

También, tengo que puntualizar mi criterio, por otras notas o mensajes, publicados en el mismo diario,  el día citado.

Se publicó una nota en la sección "Tribuna", firmada por el profesor Héctor Schamis, de la Universidad de Georgetown de los Estados Unidos,quien tituló su columna de la siguiente manera: "Nubarrones sobre nuestras democracias". Me pareció una irrespetuosidad a las comunidades latinoamericanas, porque es evidente que lo hizo desde su ideología y no desde su conocimiento del tema.

Negar que en las constituciones de cada país latinoamericano, desde que se afianzara nuestras democracias,  se modificaron algunos artículos por las necesidades mismas de fortalecer el sistema que los pueblos eligieron, algo que este señor no lo admite, y esto es simplemente, porque lucha por otros intereses, que ya desgraciadamente conocemos y nos trajo dificultades tremendas, que todavía no pudieron ser solucionadas en su totalidad.

Las modificaciones o enmiendas consitucionales, fueron consultadas con sus respectivos pueblos y si estos, desean que  se modifiquen las estructuras gubernamentales, y no  se cambien los nombres de las personas que conducen (lèase reelecciones) tenemos que aceptar esas posturas, porque está a la vista que en la actualidad, los países que siguen en franco crecimiento, precisamente, son los de este continente.

Si este profesional de las universidades norteamericans, no puede visualizar la realidad, no es nuestra culpa, pero deberíamos aconsejarle, que desvíe un "vistazo" a lo que sucede hoy en el resto del mundo, y que está pasando con esas naciones, que cumplen al pie de la letra, las instrucciones y recetas de los organismos de créditos internacionales, que han llevado al mundo a la bancarrota, destruyendo a 3 generaciones.

Las democracias se consolidan, cuando los pueblos llegan a un plano de igualdad entre sus pares, y eso es lo que está sucediendo en esta región, no puede opinar lo mismo el habitante de Europa. ¿No le parece amigo Schamis?

Para finalizar y volviendo al mismo diario Clarín, en su página final, al pie de la misma, habitualmente se publica la sección "Clarín Porteño" y en ella, siempre hay cosas muy interesantes y algunas reflexiones para comprometerse. Precisamente, en una de ellas, se publica un título que dice: "Sepámoslo". Textualmente dice así: "Entre los antiguos aborígenes peruanos, acachillas se llamaban los dioses protectores".

Bien deseo corregir al que escribió este mensaje, en primer lugar porque aquellos peruanos que venían desde Panamá, donde nació el Imperio Inca, deslizándose hacia el sur del continente, por los enormes problemas de convivencia con mayas y aztecas en la antigua Centroamérica, no creían en dioses o algún Dios en especial. Ninguna comunidad de estas tierras, tenían creencias con situaciones de esa naturaleza. Solo creían en la madre tierra "Pachamama".

Siguiendo con el tema, la palabra acachillas, tenía como denominación, según bibliografías de esos tiempos, nube extensa, que al cubrir el sol en los intensos calores, permitía un momento de frescura, ante las altas temperaturas, por ello se la llamaba nube blanca protectora, no se referían a ningún Dios.

Además, tengo que puntualizar concretamente, que todas las creencias religiosas, aparecieron en el continente, cuando irrumpieron en la tranquilidad de estas comunidades que habitaban estas regiones, los famosos "conquistadores" que desvastaron toda la región y cambiaron las culturas de los nativos. La palabra Dios, vino de las culturas occidentales europeas, comandadas por el Vaticano y los Reyes de España, no de parte de los pueblos originarios de  la hoy llamada América.

Bien, la seguimos mañana.-