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LA DECADENCIA DE LOS MEDIOS CORPORATIVOS
Desde hace mucho tiempo, no solo esta revista, diría la mayor parte del mundo editorial que está de acuerdo con el modelo que estamos viviendo, se ha dedicado principalmente, a realizar críticas a los medios de la información, que desean seguir manipulando la noticia y tener cautivo a un lector, que forzosamente, tal vez, tiene que informarse con esos medios.
Hoy, tenemos una amplia gama de posibilidades para informarnos mejor, pero no es casual que los argentinos, mantenemos ciertas tradiciones y nos cuesta a mares, modificar algo de nuestra vida cotidiana.
Tener que hablar de los medios corporativos, ya no es una sorpresa y como dijera en alguna oportunidad, muy cercana, ya me cansa un poco tener que repetir a diario, casi siempre lo mismo sobre estos personajes.
Esto de tener que hacer periodismo de periodistas, no es muy placentero que digamos, pero desgraciadamente las cosas están dadas así, y resulta casi necesario hacer hincapié en estos detalles.
Pero hagamos una reflexión concreta, sobre el enojo o contrariedad manifiesta de los medios ya conocidos (Clarín, La Nación y Perfil) con el gobierno nacional, acentuado desde la época conflictiva con las patronales del sector rural.
Y cuando uno revisa, todo lo andado en estos últimos tiempos, podemos observar que las historias no son nuevas, todo lo contrario, siguen sistemáticamente produciéndose desde hace más de 150 años. Entonces nos preguntamos, donde están las causas reales de esa “guerra” malintencionada que tienen los medios en cuestión, con los gobiernos de tilde popular.
Si analizamos en serio y con total responsabilidad, nos daremos cuenta, de algo que alguna vez manifesté, desde estas mismas páginas, pero no está de más recordarlas, simplemente, porque los argentinos somos algo olvidadizos y nos cuesta retener algo en nuestras mentes.
Siempre digo que Argentina tuvo tres etapas fundacionales concretas y cuando se le realiza a cualquier persona, estas preguntas, rápidamente contestan que esas fundaciones están centradas en la primera Junta de 1810; La Independencia de 1816 y el famoso y popular 17 de octubre, calificado como Día de la Lealtad Popular.
Bien, vayamos por parte, algo de razón existe de todo eso, pero cuando mencionamos a la Primera Junta, concretamente no fue por el día en sí, donde se abría el panorama independentista, tiene más que ver con la aparición de La Gaceta de Mariano Moreno, para atemperar la necesidad informativa que requería el pueblo, que se preguntaba “El Pueblo quiere saber de que se trata”, en aquel conocido 22 de mayo del Cabildo Abierto.
La intuición e inteligencia de Mariano Moreno, estaba a la vista, la aparición de La Gaceta, tenía que ver estrictamente, con el objetivo de tener informada a la población, de todo lo que significaba la lucha libertaria. Desde ya, era el momento justo e ideal para disponer de algo escrito en las calles.
La segunda instancia fundacional, a mi criterio, tiene que ver estrictamente, con las órdenes recibidas desde el Reino Unido, para invadir al Paraguay y dejarlo fuera de circulación con toda su enorme capacidad agrícola, teniendo como base la aparición de la época de la Revolución Industrial en Europa, comandada por Gran Bretaña.
Todos sabemos que Bartolomé Mitre, fue el conductor militar de esa terrible guerra que dejó al pueblo paraguayo con un 77% de muertes de hombres, unidos en una triple Alianza junto a Brasil y Uruguay.
Pero el secreto de todo esto y, llevándolo al terreno informativo, fue que se pone en circulación el Diario La Nación, precisamente ideado por don Bartolomé, que hasta nuestros días, ha sido el conductor e ideólogo de toda la doctrina de la derecha reaccionaria en el país y baluarte indiscutible de las clases dominantes en Argentina.
Así fue pasando el tiempo y allá por el año 1945, cuando aparece en escena políticamente Juan Domingo Perón, tenían la necesidad de crear otro medio de información más creíble para las clases populares, para no dejar que sean atrapadas por el “populismo” que ideaba el líder en aceptación.
Fue entonces que aparece Clarín, bajo la batuta de Roberto Noble, quien fue el fundador del Partido Socialista Independiente, muy alineado a Mussolini, de quien se sentía atraído, poniendo en práctica toda su doctrina en el país. Pero lo paradójico de todo esto, fue la mentira lanzada por el mismo diario, que ya comenzaba a tener predicamento con la clase media nacional, lanzando frases acusadoras contra Perón, porque se decía que traía al país los capitales nazis, algo que con el tiempo fue desmentido para muchos, pero para otros todavía sigue reinante.
En realidad, el que tenía inclinaciones nazis, era le mismo Noble, fundador de ese partido de neto corte fascista y mussolinista. Perón, había traído al país, todos los capitales de Alemania, como también hizo lo propio con capitales de extracción judía, y no tuvo necesidad de provocar encontronazos, pues los alemanes mayormente fueron para la zona patagónica y los de la comunidad judía a las zonas más prósperas del litoral, que con el tiempo se han convertido en grandes realidades para el país.
Lo que sucedió y todavía está latente para muchos en la actualidad, fue la preponderancia que tuvo Clarín en la sociedad argentina y cuesta muchísimo revertir todo esto, si no se pone en circulación seriamente la nueva Ley de Medios.
Estos medios aludidos, todavía se creen los dueños y ejecutores de los grandes emprendimientos nacionales, además de jactarse que deben ser consultados por cualquier propuesta que realicen todos los sectores de la vida nacional.
A Néstor Kirchner, en realidad no le cuestionan solamente los cambios producidos, fundamentalmente, al anteponer la política por encima de la economía, tal vez lo que más les molesta y claramente lo dijo en el programa “6,7,8”, alguna vez el conocido periodista Eduardo Aliverti, es el pateo de tablero realizado con el tema protocolar, donde se cayeron todos los símbolos, que eran lo de “respetar” a rajatabla, todo lo que deseaban imponer los sectores dominantes.
En Argentina definitivamente tenemos que saber, que estos sectores hegemónicos y endiablados de la información, han perdido el tren y que las actitudes que están tomando, simplemente, tienen que ver con la decadencia y la falta de ideas para cubrir las necesidades que les están faltando, porque si uno observa, quienes son los que conducen y transmiten los escritos de Magnetto, está plenamente a la vista, que son tan inoperantes e ignorantes, que no les queda otra cosa que renunciar a esas conquistas tan perversas que lograron a instancias del dolor y sufrimiento del pueblo argentino.
Es la hora ideal para acrecentar la vocación militante, para que todos los días aparezcan jóvenes con esa verdadera vocación y convicción, para enterrar para siempre, las pretensiones de estos personajes que nos tienen “dominados” intelectualmente desde hace más de 150 años.
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