LOS INVITO A QUEJARNOS Y PROMOVER UNA NOTA EN EL PARLAMENTO

¡Me harté! ¡Me cansé! Estoy perdiendo el sentido de la profesionalidad y la tolerancia, porque se puede disentir, no coincidir con lo que “argumenta” el otro, pero cuando ése otro, pierde la racionalidad e inventa situaciones que están muy lejos de ser comprobadas, o lo que es más perjudicial y malicioso, que no se tiene el conocimiento básico para difundirlas, fundamentalmente, por no representar al rubro que se intenta ingresar, necesariamente, cualquier ser humano conciente de sus actos, tiene que reaccionar de una forma atípica y no puede quedarse callado, bajo ningún aspecto. A esta altura de la nota, el amigo lector se preguntará hacia donde apunta el columnista.

Bien, vayamos por parte para entender muy bien lo que deseo transmitir.

En distintos medios de opinión de todo el mundo, estimulados por la prensa de nuestro país, se critica fuertemente las políticas públicas que emplea el gobierno de Cristina, tildándolas de populistas y demagógicas. Tienen todo el derecho de interpretar de ésa forma, aunque ya se sabe que estos personajes de los medios corporativos, defienden con ahínco y fervor, todo lo concerniente al mundo neoliberal y a las recetas que impone el FMI, cabal prueba de lo que sucede en la Europa actual.

Pero claro, cuando se involucran en otros aspectos que no tienen nada que ver con la actividad política o ejecutiva de una persona que conduce los destinos de un país, cualquier ciudadano que defiende un modelo impulsado por ese gobierno, del cual  se siente identificado, reacciona mal si se critica, fuera de contexto y de la realidad al gobernante en cuestión.

No puedo creer todavía, que profesionales del periodismo argentino, ahora transformados hacia el mundo de la ciencias, se han convertido en médicos, psiquiatras y en otras profesiones vinculadas al comportamiento neurólogico y hormonal de las personas.

Tengo el deber conmigo mismo y en representación de todos los argentinos que defendemos a Cristina Fernández de Kirchner, no porque estemos enamorados de ella, de su personalidad o de otras yerbas, simplemente, por ofrecernos la posibilidad de lograr la inclusión, la dignidad y la igualdad entre los seres humanos, algo más potencial y significador que la política y la economía en su conjunto.

Cuando estos señores o señoras del “periodismo” argentino, se permiten transmitirnos que nuestra presidenta adolece grandes problemas traumáticos de todo tipo, la califican como histérica; esquizofrénica; paranoica y además, argumentan que al tener esas patologías, pone en peligro la estabilidad de los argentinos, precisamente, por su falta de estabilidad emocional y otras derivaciones, no me queda otra cosa, no sólo de repudiar con energía esas aseveraciones con verdadero sentido de falta de contenidos, sino que exijo rápidamente que se desmienta, se pida disculpas o de lo contrario, ya que tienen un gran conocimiento de la ciencia, que demuestren con hechos fehacientes y concretos, de donde sacan ésa información y cuáles son los objetivos que desean, a pesar de que los conocemos, desde ya.

Quiero enérgicamente acercarles mi idea y proponer además, a todos nuestros lectores a realizar una movida con sentido práctico, para que estos sujetos se rectifiquen de las manifestaciones vertidas.

No puedo permitir esta agresión con tanta mala intención a nuestra presidenta, votada por un 54% de nuestra sociedad y con una diferencia de casi un 40% a su inmediato perseguidor electoral. Considero que es un verdadero agravio a todos los argentinos, aún a aquellos que no la han votado, es nada más y nada menos que nuestra primera mandataria y reconocida en todo el mundo, prueba elocuente, el respeto y admiración que se le tiene en los círculos políticos internacionales, como ejemplo, el G20, el G77 y en las Naciones Unidas. No cabe mencionar a la UNASUR y el MERCOSUR, porque ya sabemos quien es entre los representantes de cada país sudamericano y el cariño ferviente que se le tiene.

Movilicemos las redes sociales, si desean acompañar esta propuesta para presentar en el parlamento argentino, una nota de repudio por los hechos comentados y de adhesión a nuestra máxima figura política argentina.

Los que desean involucrase en esta iniciativa, sugiero que hagan un comentario al pie de página, o en su defecto enviar por Facebook ( Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla )o Twiter (@NuevoPais) su mensaje, además de enviar un correo a : Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla , Esta dirección de correo electrónico está protegida contra robots de spam. Necesita activar JavaScript para poder verla

Muchas gracias y hasta mañana