LA MALAINTENCIONADA COMPARACIÓN ENTRE EVITA Y CRISTINA KIRCHNER 

Aprovechando el 60 aniversario de la muerte de Eva Perón, algunos personajes ya conocidos por todos nosotros, de los medios corporativos, se han dedicado a realizar comparaciones odiosas y maliciosas, con respecto a la similitud o diferencias entre Evita y Cristina Fernández de Kirchner. Es más, esto ocurre también, dentro del seno del partido Justicialista, desde ya, estimulado por los medios que “ametrallan” en el minuto a minuto, con la profundización de este tema.

Ninguna persona que se considere inteligente, aún aquellas que han estado siempre en contra de Eva, puede negar todo lo que ésa joven que entregó su vida por una causa, haya pensado y ejecutado cada idea a favor de los más necesitados. Entonces, las comparaciones, además de ser desmedidas y fuera de contexto, quedan prácticamente anuladas, porque bajo ningún aspecto racional, cabe una colación.
Evita marcó una etapa en la vida de los argentinos y Cristina, en estos tiempos y en el futuro,  seguramente marcará otra, pero debe quedar en claro, que las intenciones son las mismas, porque ambas estuvieron y están en defensa de los intereses del pueblo, aún sin contar con la presencia física de Eva, porque ha quedado en el corazón de los argentinos para siempre.
También, debe hacerse un análisis profundo, en los tiempos disímiles y en el lugar que cada una de las mujeres aludidas, tuvieron que actuar.
Evita, lo hizo acompañando a su hombre y compañero que estaba al frente de la primera magistratura del país, con un amplio consenso popular, pero no ocupaba un puesto elegido por la sociedad, a pesar que desde la inclusión del voto femenino, estimulado por la propia Evita, para concretar el ideario de México, fue distinguida por su propio pueblo para acompañar en la fórmula presidencial a Juan Domingo Perón, algo que la misma Eva no aceptó por su delicada salud, que la llevó a la muerte.
Lo de Cristina, es totalmente adverso a la actuación de Eva Perón, por varias razones, fundamentalmente porque en su primera incursión cuando era Senadora Nacional y con varios años de experiencia legislativa, lo acompañó a Néstor Kirchner en la lucha por revertir una de las situaciones más graves en la vida de los argentinos, apenas con un apoyo popular de un 22%. Sin embargo, la excelente muestra de compromiso con su pueblo, le permitió cuatro años más tarde, ser la primera presidente mujer, elegida ampliamente por sus compatriotas, con el agregado fundamental, de ser reelecta a la presidencia, con un porcentaje aún mayor del que había obtenido el mismo Perón.
Todo lo demás, que desean mostrar estos personajes, está fuera de lugar y contexto, simplemente, porque no se puede, ni se debe comparar a nadie, solo se debe rescatar lo bueno y tal vez hacer hincapié en lo malo, pero sin sacar ventajas para confundir a una sociedad, que ya no admite ni mentiras, ni manipulaciones.
Querer argumentar si Cristina es más peronista que Eva o viceversa, es de mal gusto y no admite ni el más mínimo análisis. Lo importante que ambas, cada una dentro de sus personalidades y acciones, han dedicado sus vidas, para darle lo mejor a un pueblo que ha sido bastardeado en los 200 años de vida presuntamente independiente.

Los logros de las dos mujeres que están en la cúspide de las más comprometidas con su pueblo, están plenamante a la vista y ya no admite discusiones.