Generando cambio

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Tercera Muestra: Los verdaderos enemigos de la Patria PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Jueves, 16 de Agosto de 2012 11:22

  ROBERTO NOBLE Y LAS ENSEÑANAZAS FASCISTAS Y ANTISEMITAS

Los actuales discípulos del creador de Clarín, aunque quieran disimularlo, no pueden dejar de pensar en las doctrinas que les enseñó su jefe, poniéndolas en práctica en cada una de las intervenciones que les toca actuar.
Por un lado se visten de demócratas, sugiriendo y exigiendo que se cumplan las leyes, y por el otro, desatienden los mandatos de la Corte Suprema de Justicia, para que efectúen las leyes que se votaron en el Congreso oportunamente. Toda una parodia clarinista, que está netamente vinculada a la creación del diario y sus intereses.
Roberto Noble, como dijera en ediciones anteriores, creador de un partido de neto corte fascista, argumentándolo públicamente en distintos documentos (buscar al pie de la presente página, notas antiguas), había participado con un grupo de colegas de la misma ideología, en una revista que la denominaron “Cabildo”, en franca coincidencia ideológica con “Clarinada”, fundamentando y difundiendo todas las consignas del fascismo en nuestro país, orientados por mandato del líder italiano ultraderechista Benito Mussolini.
La fundación de Clarín se produjo exactamente después del cierre de una revista llamada Clarinada (1937-1945), y según notas publicadas por el periodista Claudio Torres,  hay quienes relacionan el cierre de aquella publicación con la apertura de la siguiente. En un artículo dedicado a la revista (“Un vocero antisemita en Buenos Aires: la revista Clarinada”), Daniel Lvovich, historiador de la Universidad Nacional de General Sarmiento, cuenta que Clarinada llevaba como lema “Revista mensual de propaganda argentina y contrapropaganda roja”. Pero que “a partir de 1940 ese lema se modificaría por otro que reflejaba de manera más exacta sus contenidos: el de Revista anticomunista y antijudía”.
El conocido profesional Claudio Torres, publicó oportunamente el siguiente texto, que pueden verificar textualmente en páginas de Google por Internet, donde se difunden los siguientes textos de gran importancia para conocer aún mejor los andares de Roberto Noble y sus vinculaciones con el mundo del fascismo.
Los textos aludidos son los siguientes:
En la provincia de Buenos Aires, donde ejercía como gobernador Manuel A. Fresco (que nunca, inclusive después de la guerra, dejó de mantener orgullosamente sobre su escritorio las fotos autografiadas de Hitler y Mussolini), la medida gubernamental de efectivizar el cierre de los establecimientos judíos se concretó con saña y violencia.
Durante los dos primeros años de la gestión de Fresco (1936-38) fue su ministro de Gobierno nada menos que Roberto J. Noble, otro de los fascistas de la época que, en agosto de 1945, llegara a fundar el diario “Clarín” (y no son pocos los que aseguran que el matutino fue bautizado con ese nombre tan caro a los militares en homenaje a la revista nazi “Clarinada” que, cinco meses antes, en marzo del ´45, cesó de aparecer apenas se produjo aquella grotesca (y oportunista) declaración de guerra a Alemania cuando ya el “Führer” y el “Duce” estaban prácticamente vencidos). Noble que, como lo señalara Luis A. Sciutto (Diego Lucero) en la biografía por encargo publicada en 1979, había participado activamente en el golpe de Uriburu del 6-IX-30 y fue, según Sciutto, “uno de los seis únicos civiles de la primera línea en aquellos actos determinantes del derrocamiento de Hipólito Irigoyen”.
Noble, apenas asumió el cargo en 1936, designó como uno de sus más inmediatos colaboradores a Carlos Suárez Pinto, un fascista declarado que se desempeñó como subjefe de policía de la provincia y, más tarde, se dedicó al periodismo en el diario de ultraderecha “Cabildo” (años después, al aparecer “Clarín”, Noble le confió la secretaría de redacción). Y el 26 de mayo de 1937, siguiendo lineamientos que se encontraban en ejecución en el orden nacional, Noble mandó a la policía provincial a clausurar las “arbeter shuln” (escuelas obreras judías) que, en territorio bonaerense, se encontraban principalmente en La Plata, Zárate, Campana y Valentín Alsina.
Material harto suficiente para ir desmenuzando todo el andar de éste notable profesional de las letras, que aún en la actualidad, con todo lo que nos pasó en el país, tenemos que soportar que haya transferido a sus seguidores todo ese andamiaje de la cultura antisemita y fascista, escondidos bajo la supuesta actividad democrática, exigiendo una libertad de expresión, que en la verdadera práctica, han odiado y no han permitido nunca.
Seguiremos día a día con esta serie de notas, hasta llegar al pasado precontemporáneo, para tener una real dimensión de lo que significó la unión entre los Mitre y Noble, sin haberse conocido, simplemente, por practicar las mismas culturas dominantes, en contra de los intereses populares.

 
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