Generando cambio

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Tercera Etapa: De Mitre a Yrigoyen PDF Imprimir Correo
Escrito por Gerardo Bova   
Lunes, 27 de Agosto de 2012 00:00

LOS COMIENZOS ACTIVOS DE BARTOLOMÉ MITRE EN EL PAÍS

Lo paradójico de esta etapa de los medios de información, sucede en 1821, porque mientras desaparecía el diario La Gazeta que había creado Mariano Moreno, fundamentalmente, por apagarse en poco tiempo la vida de Bernardo de Monteagudo, que era el que sostenía dicha muestra escrita, nacía en Buenos Aires, en un pleno barrio porteño (Suipacha y Lavalle de nuestros días), Bartolomé Mitre, quien se convertiría algunos años después, en una de las figuras centrales de la vida periodística argentina, a pesar que era un hombre estrictamente formado en las Fuerzas Armadas, aunque luego se inclinó por la política y la literatura. Desde la desaparición de La Gaceta, hasta pasados los años sesenta del siglo 19, era evidente que la población no tenía herramientas para cultivarse de lo que sucedía dentro de su territorio, tal es así, que los sectores políticos afines al federalismo, no pudieron, quizás por carecer de representaciones encuadradas dentro del periodismo, crear algún medio importante para la época y dejaron todo en manos de los unitarios, vencedores en la batalla de Caseros en 1952. Claro, esto sucedió 28 años después de la muerte de Monteagudo y 31 años del desvanecimiento del diario creado por Moreno y de esta manera, los sectores dominantes del país, que existían y con mucho poder militar, manejaron a su antojo los destinos de la nación, llevando a Bernardino Rivadavia a la presidencia, quien endeudó a nuestra patria de una forma confusa y malintencionada, algo que nos tocó pagar en casi un siglo, o tal vez, alguna deuda pequeña, después de 180 y picos de años, ha quedado en las cuentas del ministerio de economía.
Nos toca hablar de Mitre, en la nota de hoy y es necesario, mostrar algo de su vida política y militar, para darnos cuenta de quien era este personaje y a quienes representaba literalmente.
Hombre contradictorio en sus principios fue don Bartolomé, ya que sin tener claras sus ideas políticas, siempre aparecía del lado de los más poderosos, pero no lo fue así en claras situaciones de guerra, porque era un perdidoso acérrimo, a pesar de que tuvo su gran premio por la famosa guerra de la Triple Alianza, liderada y ordenada por Inglaterra, a quien, en verdad representaba  y representó Mitre en toda su vida activa.
En toda su actividad con las armas, iniciada en la Escuela Militar de Montevideo, tuvo desavenencias en cada presentación, siendo deportado en Bolivia en primera instancia, allá por la segunda mitad de 1847 , pero en 1848 fue deportado por Manuel Isidoro Belzú al Perú, donde fue nuevamente expulsado ahora a Chile, donde fue corredactor de Juan Bautista Alberdi (a quien traicionó años después), director del periódico El Comercio de Valparaíso. En esa ciudad, también publicó Manuel Blanco Encalada y Thomas Cochrane. (Datos suministrados por Wikipedia).
Mitre fue gran amigo de Domingo Faustino Sarmiento, escribiendo en El Progreso, diario que había creado el mismo educador sanjuanino,  desde donde pregonó la indivisibilidad territorial de la soberanía americana, defendió el derecho de pensamiento de los extranjeros (siempre que no atentasen contra la soberanía de los países que los acogían) y la democracia en un sentido integral, y emprendió campañas para mejorar social y económicamente al pueblo.
De cualquier manera, todo esto no era más que una pantalla, porque en la ejecución real, siempre estuvo en contra de los intereses y de las ideas populares, tal es así, que  Sarmiento, con quien se intercambiaban cartas, le sugería que a instancias previas de su candidatura a Presidente de la Nación, no admitiera los votos de la “chusma”, palabra nombrada por Sarmiento, concretamente en contra de los mestizos, gauchos y personas de bajo nivel intelectual. Solo admitían los “derechos” de los más aristócratas, algo que sentían en sus vísceras ambos personajes aludidos en esta nota.
Conociendo verdaderamente el “paño” de lo que sucedía en el país, Mitre se queda en Uruguay, luego de ser deportado de dos países, con el objetivo de esperar los acontecimientos de ésa lucha despiadada entre unitarios y federales. Al visualizarse el triunfo de los representados por Urquiza, aparece nuevamente en escena en nuestro suelo, con el propósito de ir preparando el camino a la presidencia de los argentinos.
Era una de las premisas más importantes, aniquilar la fuerte capacidad productiva agrícola del Paraguay, y entonces Mitre, comenzó a vincularse férreamente con los ingleses, buscando una estrategia que le permitiera vulnerar ese territorio y desplegar sus consignas en algo que le permitiera, no solo entrar en Paraguay, sino quedarse con los contenidos básicos de ésa revolución industrial agrícola que impulsaban los guaraníes, algo que consiguió en esa brutal guerra impuesta por el Reino Unido, algo que nos ocupará en las futuras notas de NUEVO PAIS.
Hasta mañana!

 
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