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CON ESTE INFORME, TENEMOS BASTANTE MATERIAL PARA DEFENDER LA LEY DE MEDIOS
Vamos a finalizar las muestras habituales con la inserción de los Mitre en la vida nacional, desde la etapa que incluye la primera presidencia de Hipólito Yrigoyen, hombre clave en los cambios y transformaciones en la política interna y externa de nuestro país, cuestionado por los sectores dominantes, siendo estos fragmentos, los que recibían las instrucciones de los medios de información, principalmente de La Nación, un diario acérrimo defensor de la economía conservadora y fieles socios, de los terratenientes que venían defenestrando a los sectores populares.
A éste medio se lo denomina concretamente de la siguiente forma: “De tendencia tradicionalmente conservadora, ha sido históricamente vía de expresión de sectores afines a la Iglesia Católica, a las Fuerzas Armadas y a los grandes productores agropecuarios de la Argentina. Sin embargo, por sus columnas y notas de opinión han pasado personalidades de diversas vertientes ideológicas, pero siempre supeditadas a las decisiones de sus jefes naturales.
Existieron algunos puntos salientes, para que los sectores dominantes se enfrentaran con Yrigoyen, en primer lugar porque no admitían que las familias de bajos recursos, lograran los mismos derechos que las tradicionales familias de la oligarquía y el poder. Algo que sucede también en nuestros tiempos, variando solamente las metodologías para enfrentar tales propósitos, de los gobiernos que buscan incansablemente la igualdad entre los argentinos.
Habíamos mencionado en la nota anterior, que la Reforma Universitaria no causó buena impresión en los más pudientes, pero tampoco estaban a favor del poder del Estado en las decisiones comerciales, y desde las esferas opositoras en el parlamento, se intentaba frenar toda iniciativa oficial, igual que en estos tiempos.
Los partidos fuertemente opositores al gobierno radical de ése entonces, eran el Partido Conservador, Partido Demócrata Progresista , y el Partido Socialista . Todos ellos estaban mancomunados contra las decisiones oficialistas, y los debates legislativos tenían luego, connotaciones muy dramáticas, siempre apoyadas por la fuertísima ingerencia de los diarios La Nación y La Prensa.
Es cierto, sin embargo que conómicamente, la Argentina tras la primera guerra mundial, no se vio muy beneficiada, se redujeron las exportaciones, y también una disminución en las importaciones, eso generó desempleo vinculado al sector exportador. Pero en 1918, una creciente demanda de los productos de exportación argentinos, rápidamente se generalizó la inflación, que benefició a los terratenientes exportadores por el mayor precio que recibían por sus productos y perjudicó a los trabajadores asalariados. ¡JaJa! Mire usted, lo mismo que sucede en la actualidad.
El detonante más concreto para la destitución de Yrigoyen en 1930, había sido la disposición oficial, tomada por parte de la empresa petrolera estatal YPF de intervenir en el mercado petrolero para fijar el precio y romper los trusts.
Treinta y siete días después, el 6 de septiembre de 1930, fue depuesto por el primer golpe de estado de la época constitucional, apoyado por la gran prensa de las familias oligárquicas, el ejército y la oposición de la élites conservadoras. La clase media, clave para su llegada al poder, había dejado de respaldarlo tras la debacle económica. Varios historiadores han vinculado, al menos parcialmente, el golpe militar con la decisión de YPF. En el curso del golpe de estado, turbas de manifestantes ingresaron a la casa de Yrigoyen para saquearla. El General Uriburu, dejó el poder 2 años más tarde para permitir la llegada de un nuevo gobierno democratico. (Esta opinión histórica la pueden verificar en Wikipedia o en otras obras de aquellos tiempos).
Mucho tuvo que ver en la concreción del golpe aludido, la fuerte ingerencia del diario La Nación, comandado en ése entonces por Luis Mitre, nieto del fundador, porque a través de sus páginas, se concientizaba a la sociedad, a perturbar el accionar del gobierno legítimo, elegido libremente por el pueblo, con las mismas recetas que hoy emplea el Grupo Clarín y La Nación en contra de los intereses populares.
Estos medios, siempre han sido orientadores de las clases medias, con el firme propósito de adoctrinarlos, en el sentido más discriminador que uno pueda imaginarse, ya que jamás han admitido la igualdad entre los seres humanos, a pesar que pregonan una religión cristiana y han sido grandes cómplices de las decisiones eclesiásticas.
La segunda guerra mundial se acercaba, y Argentina con los gobiernos de facto de la década del 30, se iba inclinando a los líderes ultraderechistas de Europa, a pesar del fracaso de la primera guerra mundial, pero estaba bien definido, desde la misma casa de gobierno y la legislatura nacional, que era importante transferir las políticas que ya estaban ejecutando Mussolini, Franco y Hitler, a las costumbres argentinas.
Desde la asunción de Uriburu en 1930, tras el derrocamiento de Yrigoyen, pasando por todos los gobiernos de origen militar , apoyados por los terratenientes más poderosos, fueron dejando sus huellas, Agustín P. Justo; Roberto Ortíz; Ramón Castillo; Pedro Ramírez, y Edelmiro Farrell, hasta la llegada de Juan Domingo Perón, que cambió la forma de pensar de los argentinos, con una clara y aumentada versión de aquel yrigoyenismo, en la búsqueda incesante de convertir a los sectores de menores recursos, en ciudadanos libres y participativos.
Desde ya que esta postura no gustaba en las esferas de los grupos dominantes y no hace falta ocupar más espacio en el tema, porque cada una de las acciones han estado y están a la vista en la vida nacional, pues, siempre estos medios de comunicación, han manejado el país, a su antojo y decisión, con una clara inclinación a lo extranjero, a lo privado y en contra de un Estado que pudiera satisfacer las necesidades básicas de una población, carente de todo lo que lo rodea. Esa postura en contra de los intereses del pueblo, la siguió desde 1945 el Diario Clarín, creado por Roberto Noble, y ya nos hemos ocupado en varias notas sobre el personaje aludido.
Hoy vivimos las mismas instancias de todas aquellas épocas, porque los mecanismos y ambiciones de estos sectores de poder, han sido las mismas, entonces, amigo lector, también nos han llegado la hora crucial, de valorar todo lo que hemos recuperado o conquistado por primera vez en Argentina, luego de 150 años de desidia y manejo irracional de los sectores dominantes, y para ello, debemos defender a ultranza esta nueva Ley de Medios, y no es necesario esperar hasta el 7 de diciembre del año en curso, para que se pueda disfrutar y gozar de las buenas nuevas de la ley inclusiva para los medios.
Y hablando de goce, en la próxima muestra, que será en otra dimensión y con otros temas, pero como dicen los amigos de TVR, “Todo tiene que ver con todo”, mostraremos el tema candente sobre las provocaciones que ha manifestado la Revista Noticias, del fascista Jorge Fontevecchia, sobre el presunto comportamiento de nuestra presidenta, según la mirada “periodística” de la revista en cuestión.
Hasta la próxima.
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