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 "Llamemos a las cosas por su nombre"
NO TENGAMOS MIEDO DE DECIR COMO PENSAMOS Y ACTUAMOS
Me veo en la obligación de hacer un epílogo de todo lo escrito, por la sencilla razón que en alguna medida, no ha quedado todo claro, lo que intenté transmitirles, y en estos casos, hay que hacerse una autocrítica, pues, pude haber cometido un error en la transmisión de los contenidos.
Me enviaron algunos correos, solicitando que aclare algunos conceptos sobre las ideologías, ya que algunas personas no se sintieron identificadas con mis argumentos, y otras, con total humildad y modestia, no habían entendido los textos.
Hay un concepto muy claro, de acuerdo a lo que hemos aprendido en las escuelas, sobre el significado de la palabra derecha o izquierda. Los diccionarios, basados en las doctrinas religiosas, han calificado a la derecha como la diestra y a la izquierda, como la siniestra. Es más, en los argumentos esgrimidos en todos los diccionarios, la toman a la derecha como las características del orden, las buenas costumbres y todo lo que rodea a la bonanza o la bondad, sin embargo, a la izquierda la califican como el desorden, la rebeldía y como simple arma de la destrucción.
Esto básicamente, no significa que es la absoluta verdad, pero ha quedado entrañablemente incorporado dentro de cada ser, en todas sus dimensiones, y por ello, es muy fácil escuchar o leer, que cuando se hace algo bien y dentro de las esferas legales, lo denominan: "Lo hacemos por derecha", y si algo se produce en la clandestinidad o con argumentos no muy transparentes, entonces "lo hacemos por izquierda". Grave confusión, ¿No le parece?
Conceptos que están muy arraigados dentro de cada habitante de la tierra, incluso, para aquellos que tienen una clara postura política de izquierda. ¡Vaya contradicción!
Considero importante y fundamental, hacer estas aclaraciones, para que se entienda las concepciones que deseo esparcir en estas notas editoriales.
Si nuestros conocimientos reales, nos permiten entender que esos argumentos de los diccionarios, fueron dictados por los "popes" religiosos, para obtener la obediencia y el respeto del resto de una comunidad, hacia los designios inventados por ellos, como seres superdotados o superiores, seguramente, estaremos dentro de un plano racional, y no tenemos que sentir ningún temor, ni respeto, hacia tanta mentira producida con mala intención.
Esos argumentos han desfilado por la humanidad, desde que se ha creado el universo, y cuesta muchísimo revertir esas posturas, si no explicamos con claridad, cuáles son los adminículos ideales para combatir semejante obstáculo mentiroso.
Siempre, a través de mis escritos, hago hincapié para que lean a figuras descollantes como Arturo Jauretche o Raúl Scalabrini Ortiz, porque los considero fundamentales para obtener un conocimiento básico para caminar con cierta seguridad intelectual, dentro del mundo que nos ha tocado vivir.
Fueron hombres de letras de mediados del siglo 20, que se han formado políticamente, con un criterio basado en la realidad y no se dejaron confundir con los grandes titulares de los medios de aquella época, que como fue costumbre desde que se inventaron los comunicadores sociales, han manipulado la opinión de las personas, con un criterio de manejo y poder, que desgraciadamente, gran parte de las sociedades mundiales, no pudieron interpretar.
Los medios de comunicación, hoy más que nunca, ya no son el cuarto poder, como se los denominaba hasta hace pocos años, todo lo contrario, han crecido tanto con las nuevas tecnologías, que tranquilamente, hoy podemos estar hablando de un primer poder, y no es descabellado pensar, que con cuatro o cinco tapas de periódicos, pueden desestabilizar un gobierno o un sistema democrático.
Ni bien terminé las cuatro muestras escritas la semana anterior, ocurrieron en el país, algunas cosas que nuevamente ubican en la desconfianza a una importante porción de nuestra comunidad, por supuesto como es habitual, sustentada por los titulares de algunos medios y apoyados por todos los noticieros radiales y televisivos.
El tema de público conocimiento sobre lo sucedido en la Ex Esma, más el encuentro Macri-Scioli, ha dejado una maraña de dudas en el pueblo, que es importante aclarar, simplemente para que sepan donde están parados cada uno de los medios que atacan, lo sucedido en el centro clandestino de detenciones de la Avenida Libertador, éste sería el verdadero nombre del edificio en cuestión.
La Nación, el diario de los Mitre, junto con Clarín, publicaron el día posterior de la denuncia de algunos sectores de la vida argentina, en contra del ministro Julio Alak, títulos como estos: "Polémica por la fiesta de fin de año de Alak en la ESMA".
"Derechos Humanos: Duras críticas por haberla hecho donde funcionó la mayor cárcel de la dictadura".
Clarín, tuvo títulos de tonos similares, hablando de presión de opositores y sectores afines a los derechos humanos, pero no dejó de escribir al final de los títulos, los mismos conceptos de sus colegas de La Nación: "lo sucedido en la ESMA".
Fíjense que siguen llamando ESMA y no la EX ESMA, algo que parece ingenuo pero no lo es, simplemente, porque siguen pensando igual que hace 40 años, donde apoyaban abiertamente las consignas de los genocidas. Es más, mencionan "la mayor cárcel de la dictadura", cuando todos sabemos que no fue una cárcel, sino, un sitio clandestino de tortura, represión y muerte, agravado por la venta de bebés, etc. Desde ya, ellos no pueden denominarla de esta manera, porque han sido cómplices de lo sucedido en ésa época, pero hoy se dan el gusto de cuestionar si se hacen fiestas en el lugar mencionado.
También me refería al encuentro de Macri con Scioli, y por supuesto, no desaprovecharon la ocasión, para volver a mentir a sus lectores, con el criterio de confundir mucho más a la sociedad, diciendo que ambos mandatarios provinciales y/o capitalinos, dieron una "Nueva señal de autonomía de Scioli, estuvo con Macri".
En otros títulos salientes de ése día, dijeron lo siguiente: "Convivencias: Compartieron la inauguración de una planta de tratamientos de residuos.
"El gobernador bonaerense también recibió a la entidades del campo"
Claras consignas maliciosas, porque en ningún momento el gobernador Scioli, preparó este encuentro con la intención de abrir ciertas dudas hacia el pensamiento de la presidenta Cristina Fernández, fue simplemente un encuentro protocolar y necesario, porque precisamente se inauguraba una obra con intereses de ambos distritos, por lo tanto, era racional y diría obligatorio que el anuncio y el lanzamiento de la obra, esté representado por los dos mandatarios, representantes máximos de la Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires, Lo mismo sucedió con el los empresarios ruralistas, porque tenían mucho que ver con esa inauguración , resultando como los deberes naturales que tiene un gobernante, cuando debe solucionar temas como el que se viene presentando en este crucial problema de mucho tiempo en el sector.
Estas apreciaciones y presunciones de los medios aludidos, son la moneda corriente que tenemos que soportar todos los días, pero es absolutamente necesario que cada lector tenga una reflexión o un pensamiento propio, antes de consumir totalmente informaciones que de antemano, con solo observar el título, nos damos cuenta que está plagado de mentiras.
La conclusión que tenía que transmitir de las cuatro notas anteriores, es más un "refresca memoria", porque estas cosas suceden a diario, pero nos cuesta absolutamente darnos cuenta de una realidad, que tiene nombre y apellido, la famosa "Ley de Medios" que no se puede ejecutar, por un simple capricho de mantener el poder hacia el infinito, de estos sectores corporativos que nos manejaron casi por 170 años.
El título original de estas muestras, que la denominé "Llamemos las cosas por su nombre", está centralizado y dirigido a todos aquellos que les cuesta decir o difundir, en que lugar de las ideologías están ubicados. Y cada una de las palabras y los temas mencionados en esta nota, están identificados entre sí, porque "Todo tiene que ver con todo", como dicen los amigos de TVR y "6,7,8"
No hay que tener miedo de manifestarse en que lugar se encuentra, si es de derecha, dígalo, no es un pecado, Dios no lo va a castigar, ni quedará marginado por sus amigos, pero no me hable de centros, centro derecha, centro izquierda, liberal, etc. Se es de derecha o se es de izquierda, no sienta pavura en manifestarlo, pero también va para aquellos que se dicen de izquierda, y después están apoyando las privatizaciones; están en contra de las decisiones gubernamentales sobre las asignaciones, subsidios, etc. También, pasa lo mismo que la derecha, si es de izquierda, ES DE IZQUIERDA, no me ande "centralizando" la ideología para no quedar "pegado" supuestamente. Digamos las cosas como deben ser o como la sentimos de verdad.
Hasta la próxima!
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