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SABEN DE TODO, PERO NO APORTAN NADA, SOLO CRITICAN
Los medios de comunicación no afines a las decisiones del gobierno nacional, acompañados siempre por un grupo de opositores que aparecen diariamente en programas radiales y televisivos y una fuerte actitud promocional de los periódicos, no dejan de “difundir” de acuerdo a vuestras interpretaciones, todo lo que supuestamente pueda perjudicar al país en su conjunto.
Parece raro, pero es así, no caben dudas que no existen intenciones sanas cuando se tergiversa cada noticia, porque no se entiende en verdad, lo que interpretan en algunos casos, por ejemplo, la “sanción de censura” del FMI; la causa AMIA, con relación a la decisión del gobierno de llegar a un acuerdo con Irán o el tema Malvinas.
Estos son tres puntos cruciales que merecen un análisis de mi parte y de muchos argentinos, que no encuentran explicaciones válidas, para convalidar lo que pregonan estos personajes, que no dejan pasar por alto, nada que involucre de lleno al gobierno de Cristina Kirchner.
El tema del FMI no merece ningún recuadro, ni siquiera alguna justificación, porque las cartas están echadas, desde el mismo momento que el entonces presidente Néstor Kirchner, decidió abonar la totalidad de la deuda, contraída por los gobiernos anteriores, vale aclararlo, ya que todavía una gran cantidad de habitantes de nuestro suelo, pareciera que omiten esto, simplemente para salvar la responsabilidad de aquellos defensores del neoliberalismo salvaje que dejó al país en la miseria total.
No puede haber sanciones graves para Argentina, simplemente, como ellos lo denominan, un “tirón de orejas”, pero que no mancha, ni la dignidad del país, ni la seriedad como maneja nuestro gobierno la situación, por la sencilla razón de que se hace valer nuestros derechos como socios plenos del FMI y activo “militante” y protagonista del G20. Lo que desea la directora general del FMI, no es otra cosa, que una expresión de deseos, pero no agravará la relación que mantiene Argentina con los organismos internacionales.
También es importante añadir un párrafo en este análisis, sobre el tema internacional, relacionado con las negociaciones por nuestras Islas Malvinas, donde Cancillería a través del trabajo de Héctor Timerman, por instrucciones directas de Cristina Fernández, deja en claro que no se puede aceptar, bajo ningún concepto, las exigencias británicas, fundamentalmente, cuando se desea imponer la decisión de los habitantes de la isla, cuando en realidad está fuera de toda discusión, porque es una simple disputa de criterios, estando en juego la soberanía argentina y no puede entrar en debate una tercera postura. Los kelpers, están viviendo a través de un siglo y medio, en tierras absolutamente usurpadas. Sin embargo, parte de nuestra prensa (léase La Nación, Clarín, Perfil) más algunos representantes de los sectores políticos ultra conservadores, insisten que el diálogo debe ser profundo y con algunas concesiones, porque hemos perdido el pleno derecho de petición. ¡Algo absurdo y obsceno!
Pero vayamos ahora, a un tercer conflicto que desean instaurar todos estos personajes que les nombré, y voy a puntualizar aún mejor, ya que voy a dar los nombres de algunos sujetos que no entienden o no desean informar a la sociedad como corresponde.
Voy decididamente a escribir sobre la causa AMIA, algo que viene de muchos años, y nadie, absolutamente nadie de estos sectores que están en contra de todo, han realizado y proyectado algo coherente para llegar a una solución inmediata o en el tiempo que suscite toda la causa, para satisfacer al menos, a las verdaderas víctimas de todo este proceso, que son los familiares directos de las fallecidos en el atentado terrorista. Y al decir verdad, poco les importa realmente lo que sientan esos familiares de los muertos.
No existe algo más potable que llevar la justicia a domicilio, ya que no hay de parte de Irán, una verdadera imagen de apoyar o colaborar en este tema, dejando una impresión que quiere dilatar aún más en el tiempo, la positiva actuación de la justicia, en algo tan delicado y complejo como es el tema en cuestión.
Se entiende o se interpreta, de parte de los sectores opositores a todo, que estamos cediendo soberanía y que la forma que quiere encarar el tema el gobierno nacional, no tendrá éxito, cuando en realidad el juicio puede seguir desde aquí y se existen verdaderos culpables, de acuerdo a como está la causa en estos días, da motivos como para pedir extradición de los sospechosos o imputados. Cabe preguntarse: ¿Si Irán no ha colaborado en todos estos años, a pesar de que desde las Naciones Unidas han sugerido que pongan toda la voluntad necesaria para ello, aceptarían una extradición de los imputados, por el mero hecho de que lo exija la justicia argentina? Todo un despropósito difícil de ser aceptado.
Lo significativo de todo lo comentado, que estas sugerencias que mencioné en el párrafo anterior, lo han realizado con todos los medios corporativos a favor, figuras de relieve del derecho, a los cuales lo he tenido mucho respeto a través de los años, me estoy refiriendo concretamente a: Ricardo Gil Lavedra (constitucionalista radical); Margarita Stolbizer (profesional destacada y diputada que proviene del radicalismo); la ex ministra y también militante radical, convertida al kirchnerismo y luego a otros partidos, Graciela Ocaña; Gustavo Ferrari (diputado nacional) ; Gerardo Milman y el mismísimo Federico Pinedo del PRO, que emite comentarios de todo y para todo, pero que está muy lejos de entender realmente de que se está hablando.
En fin, esto también pone a pruebas a muchos dirigentes que intentan gobernar en el futuro, pero en el menor intento de tener que comprometerse por algo serio, como son estos temas, esparcen una serie de afirmaciones que están muy lejos de ser coherentes o de carácter viable, en la búsqueda de soluciones a problemas tan graves como estos.
Usted debe sacar las conclusiones y analizar si estoy lejos de la verdad.
Lo concreto que no aportan ninguna solución, pero saben donde apuntar para enmarañar a la sociedad, que desdichadamente está mal informada de todo, por absoluta responsabilidad y voluntad, de personajes que cada lector conoce muy bien, a la altura de las circunstancias comentadas.
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