LA DIFERENCIA VITAL ENTRE LOS DOS MODELOS

Como lo afirmo habitualmente, toda promesa debe ser cumplida, por lo tanto, comienzo a partir de hoy con una serie de notas, con el objetivo de analizar junto a ustedes, toda la problemática de la economía argentina, la gestión de gobierno, logros, aciertos y desaciertos, para que cada uno tenga un panorama más cercano a la realidad, y no conformarnos con el consumo diario de los medios que no desean el crecimiento del país, ni el bienestar de su pueblo. No me canso de manifestar que en política y economía, existen solo dos modelos posibles, aquellos que interpreten o nos quieren hacer creer que puede haber un tercero, son simplemente verbosidades, con un solo fin: Confundir o manipular a la opinión pública.
En el mundo moderno, donde ha desaparecido la verdadera estructura del comunismo y también del conservadorismo tradicional de principios del siglo 20, es natural entonces, que pueda quedar dos opciones muy claras y no hay que ir a la búsqueda de una tercera postura, aquella que tal vez, en otro contexto internacional, deseaba el General Juan Domingo Perón.
Hoy las cosas son muy transparentes, si se lo mira con una óptica crítica y racional: O estás con un modelo privatizador, austero, con una enorme decisión del achicamiento del Estado y con claras obediencias a las recetas que te imponen los Organismos Internacionales de Crédito y las Corporaciones Empresariales, o estás del otro lado, donde se pretende la redistribución del ingreso o de los recursos, con claras posturas de origen de defensa de lo estatal, donde predomina la igualdad de condiciones y el bienestar de un pueblo en su conjunto. Esto último, no es otra cosa que el socialismo moderno o el progresismo, como le gusta denominarlo a sectores de izquierda en nuestro país.
Pueden calificarme de extremista, pero no veo con claridad otra opción, las “medias tintas” o ésa vieja y tramposa idea de que hay que buscar consenso, diálogo y entrelazar ambas posturas para buscar el equilibrio, solo nos han llevado a caminos con puertas cerradas y sin posibilidad de crecimiento, porque la “manija” siempre la tienen los sectores dominantes, y si queda alguna duda, tenemos el fresco recuerdo de hace apenas algo más de 10 años en nuestro país y las realidades actuales que se viven en Europa.
Por ello, siempre me entusiasmó la forma de encarar un proyecto político de parte de Néstor Kirchner y como se fue pronunciando y profundizando, con la continuidad de Cristina Fernández en el gobierno.
Claro, como existen muchísimas dudas y confusiones, confeccionadas por los medios que quieren volver al pasado, gran parte de nuestra comunidad, todavía mira con cierto recelo este modelo estatista y de inclusión, a lo que ellos denominan populista y clientelista. De mi parte, lo considero razonable que piensen así, por eso es necesario reformular o cambiar la forma o la cultura de comunicar a nuestra sociedad de lo que está pasando y como se debe elaborar y ejecutar un modelo para todos, pero para ello, es indispensable explicar con neta luminiscencia y en los lugares adecuados , en los tiempos y formas reales, para ser debidamente entendidos.
Esa confusión que generan los medios no afines al proyecto de país que ejecuta el gobierno, tienen todavía el gran poder comunicativo, al representar casi el 85% de las empresas de comunicación, solamente con dos “mandamases”. Algo imposible de manejar de parte del gobierno, si no se ejecuta plenamente la Ley de Medios, que está sancionada legalmente en el Parlamento, pero,  por las causas que ustedes conocen, todavía no se puede llevar a la práctica. ¡Todo un despropósito y una falta de respeto a los argentinos!
Entonces, estas notas que deseo publicar y difundir a través de NUEVO PAÍS, estarán centradas en distintas disciplinas, informando como se están ejecutando cada obra de gobierno y los motivos que generan rechazos del sector que está de la vereda de enfrente, o sea de lo que hablaba al principio de la presente nota, los que tienen una clara inclinación al neoliberalismo salvaje y desean que se vuelva a esas políticas obsoletas.
Uno de los temas cruciales que está en el candelero en estos días, es la insegura situación empresarial con respecto a que no pueden sacar sus utilidades logradas en el país, por el famoso cepo cambiario, y la distinta forma de encararlo de parte de los medios de comunicación. Si cada argentino se maneja con esos “códigos” de los medios en cuestión, seguramente entrarán en pánico y posibilitará que estos sectores dominantes, manipulen los precios de los productos básicos, para encarecer la vida de los argentinos y elevar paulatinamente la inflación, con el único objetivo de obstaculizar la economía sana que se está empleando en nuestro país.
Mañana comenzaré a informar sobre el tema económico, que es  quizás, el de mayor importancia, porque a todos nos duele cuando nos tocan el bolsillo y nos quieren robar.
¡Hasta Mañana!