Tiembla la región, ante el fracaso neoliberal en Argentina, Brasil, Ecuador y Chile, ahora desean derrocar a Evo Morales y cambier el rumbo de la historia, para no ver a sus pueblos en estado de bienestar y libertad. Atentos, pues la democracia en la región corre peligro y no alcanza con Alberto Fernández y Andrés Manuel López Obrador. El Grupo de Puebla puede ser la mecha que necesitamos encender para seguir el camino de las libertades públicas en el continente. ¡HLVS!

Muchos/as no pueden soportar ningún archivo

En estos tiempos donde ciertos poderes mediáticos nos informan como desean, escondiendo la verdad, todas las veces que sea necesario, se nos hace imprescindible investigar en otras fuentes periodísticas, para no quedar fuera de la realidad. Por tal motivo, algo que aprendí en mi profesión a través de las últimas cinco décadas, no escatimo nada y trato de escuchar o leer distintas opiniones para armar como lo digo habitualmente el rompecabezas, herramienta vital para encontrar ésa verdad anhelada y necesaria para no ser engañados precisamente, por esos medios mercantilistas que muy poco les interesa el bienestar humano.

Sus fracasos hacen despertar a los pueblos y se acrecienta la lucha

Cuesta entender a gran parte de nuestras sociedades, me refiero por supuesto, no solo a la nuestra, sino a toda la región sudamericana que está viviendo situaciones muy alarmantes, con una clara demostración de un peligro latente en lo que respecta a la paz social.
No significa nada casual que los países con enormes conflictos sociales, son aquellos que están gobernandos por la derecha neoliberal, que solo le interesa cumplir su mandato bajo las consignas u órdenes de las corporaciones económicas mundiales, en vez de satisfacer y otorgarle bienestar a su pueblos.

Macri desesperado ataca a la justicia ante una derrota irreversible

A medida que se acerca la fecha crucial del 27 de octubre, crece la desesperación de Mauricio Macri y su entorno presidencial, pues es más que notorio que las urnas le volverán a dar un cachetazo enorme, aun con mayor proporcionalidad de lo ocurrido el pasado 11 de agosto. Sus innumerables mentiras ya no tienen asidero en gran parte de nuestra sociedad y todo parece irreversible, aunque haya puesto demasiado énfasis en prometer buenos programas en su imaginario segundo mandato presidencial.
Como va perdiendo día a día a varios de los acompañantes que sostuvieron su gobierno durante estos casi cuatro años de gestión, ahora trata de buscar nuevos responsables de sus fracasos, por lo tanto, no resulta casual que endurece su postura contra el futuro presidente de los argentinos y, como todo esto no le alcanza, simplemente porque la decisión popular ya está resuelta, comienza a cubrirse plenamente de un futuro mediato y los dardos van dirigidos a la justicia, principalmente, a los miembros de la Corte Suprema, que van dando vuelta la historia y cada día nos sorprende con el giro que están dando en decisiones desfavorables al presidente, fallando en varias ocasiones en contra de los decretos que lanza Macri. También notamos que varios jueces van recorriendo el mismo camino de la Corte.

Que el pueblo es el único sujeto que construye la historia, es un hecho corroborado y que los liderazgos son vertebrales a esa afirmación también. Sin una conciencia colectiva compartida, sin una concepción de Patria, sin recuperación de la memoria histórica de la identidad compartida, no se produce esa conjunción maravillosa, de un tiempo en donde la esquina de la confluencia histórica, encuentra al Líder con su pueblo.

No es una muerte cualquiera, se trata de un hombre que me dejó enseñanzas superlativas en la vida, principalmente en etapas muy duras para el continente por aquellas nefastas y criminales dictaduras cívico militares. Todo esto se produjo en mi recorrida por toda la región americana por cuestiones políticas, siempre escondido en un exilio no buscado, pero que marcó graves problemas tanto en mi vida, como en millones de argentinos/as que sufrieron situaciones parecidas.