¡PAREN, YA CONOCEMOS VUESTROS ARGUMENTOS!

Mayormente no soy de entrar en el juego para contestar algunas manifestaciones escrita u orales que diariamente puedo receptar, pero es evidente que en algunos casos,  cuando se toca las fibras más íntimas de nuestro ser, estamos  obligados  a  responder  actitudes  que nos hurgan muy de cerca.

En el mediodía de hoy he leído en las páginas más sobresalientes del diario La Nación un artículo de Álvaro Abos y una nota del lector Jorge Noceti de la Torre, que sinceramente, me ha dado mucha indignación, simplemente, porque se sigue sistemáticamente con las posturas de destrucción con todo lo  que está  identificado con el campo popular.
Abos, titula su editorial con ésta frase “Durante los años kirchneristas, la Argentina ha sido gravemente envenenada por una pócima nefasta:  El Apriete” y el lector de la Torre, está preocupado por la no participación de las Fuerzas Armadas en los actos gubernamentales.
Bien, para no confundir a los amigos lectores, vayamos por parte y vinculando cada actitud, porque como dicen los amigos de TVR y 678, “todo tiene que ver con todo”
El columnista de La Nación, manifiesta esos conceptos, porque considera que desde las estructuras del gobierno, se ha aplicado la cultura del apriete, e impulsado cualquier manifestación popular para ganar votos en cualquier contienda electoral, desde ya estas posturas están vinculadas a la “falta de combustible”,  reclamos por viviendas, reclamos salariales de los empleados del Banco Nación, el robo al Banco Provincia de  Sucursal Belgrano, etc, etc.  Algunas de estas reclamaciones tienen asidero, pero  sabemos que en estas épocas, están manejadas por intereses totalmente ajenos a los que pretender los sectores populares.
Aduce el periodista del diario de los Mitre, que todo esto tiene que ver directamente con la cultura sistemática que se impulsa desde el gobierno, que permite el “libertinaje” y no se encuadra perfectamente dentro de la Ley.
Queda claro una vez más, que  la ideología manifestada por el matutino a través de los 141 años de su existencia, no ha variado en absoluto y sigue defendiendo con perseverancia los postulados de los bisabuelos creadores del diario conservador en la vida de los argentinos.
Entonces, si  analizamos la opinión de Abos, nos ponemos contentos y sabemos a qué  público se dirige, porque los que estamos por un modelo de inclusión social, sabemos perfectamente que estos arrebatos de los “productores del mal” están totalmente digitados y en este año electoral es de suponer que  es normal.
Causalmente, no casual,  a fin de año, tal como lo predijo el “pair” Duhalde,  estos hechos de “reproches” eran imaginables.
Es muy sugestivo que en estos días han recrudecido las demandas por viviendas,  reclamos  de empleados estatales  bancarios (hay que sacar de la cárcel a Zanola), demanda por combustibles, e incentivo y acentuación de actos delictivos. Todo esto sirve para “asustar” a una población que desgraciadamente se sigue informando a través de los agoreros de siempre que no desean el bienestar del pueblo argentino.
Parece que ya nos olvidamos de aquellas palabras de Raúl Alfonsín en la Sociedad Rural (el mismo hijo Ricardo se olvidó) cuando dijo textualmente:” Parece que Clarín desea crear el malestar  y imponer la falta de confianza en el corazón de los argentinos”
Pero claro, ¿como vinculamos la opinión del amigo lector de La Nación, Jorge Noceti de la Torre,  que en la página de cartas de lectores, manifiesta su “preocupación” por la no participación de las Fuerzas Armadas en los actos de gobierno?, porque su óptica sólo ve a los edecanes y granaderos  en las fotos de protocolo y no a “figuras” principales de las Fuerzas. Cabe recordarle al amigo lector del matutino de los Mitre, que desde diciembre de 1983 hasta hoy, que estamos en un período magnífico de la democracia argentina, los “mandamases” de las Fuerzas Armadas ( no son muchos)  sólo están al servicio del presidente o presidenta, Comandante de todas las Fuerzas, y por si , única presencia en los actos, porque los demás son personal subalternos  a la democracia,  no al presidente de turno.
Entonces, no se haga “la película” de que se ha desprestigiado a las fuerzas,  sólo se han sometido al sistema que impera por suerte en nuestro país.
La vinculación de ambos hechos, relacionada por el autor de la presente nota, tiene que ver estrictamente con una realidad que a gran parte de nuestra sociedad  le cuesta enormemente reconocer:”Estamos en un modelo de inclusión social para todos los sectores, algo que a ustedes, desgraciadamente, todavía les cuesta asumir”.