EL MODELO NO SE NEGOCIA

En plena creatividad con la publicación de mi próximo libro, deseo imperiosamente adelantarles algo con respecto a los contenidos del mismo.

He tratado de ser un luchador durante toda mi vida, en defensa de un modelo de inclusión social que permita a los argentinos vivir con dignidad y demostrar al pueblo, que si este se ejecuta, muchos de los inconvenientes que vivimos en nuestro país, pueden ser solucionados para toda la vida.

A través de los años, y en la edición de obras anteriores, he manifestado públicamente que vengo de un radicalismo orientado en el pensamiento original lanzado por Leandro Alem, a fines de la década del 80 allá por el siglo 19.

En vano está en decir que todos aquellos atributos e ideas de Don Leandro (que le costó la vida) se fueron disgregando con el tiempo, y ni siquiera su propio sobrino (H.Yrigoyen) que tuvo la gran oportunidad de poner en práctica aquellas teorías de Alem, estuvo al alcance de los acontecimientos en épocas tan difíciles como las actuales.

Como nací en el 46 cuando asumía Perón al gobierno, no puedo afirmar lo que se vivenció en esos momentos, pero me quedó claro que en nuestras familias nos habían enseñado a odiar a Perón, tal vez por toda la propaganda negativa que fue la que orientó a las masas en pensar así y que se  implementó (igual que ahora) desde los medios corporativos, ya  “manejados” por La Nación desde 70 años antes  y el naciente diario Clarín, creado por Roberto Noble, hombre afín a la ideología de Mussolini y Hitler, como lo había escrito en mis notas anteriores que duró 8 capítulos y pueden buscarlas en la página Inicio de este medio.

Cuando me hice “muchacho” y me encantaba estar comprometiéndome con la política, ingresé al radicalismo por todo lo que había leído de Alem y seguir de cerca a Crisólogo Larralde, Moisés Levenson y más tarde (década del 60) a Raúl Alfonsín, quién como todos sabemos fue presidente de los argentinos en 1983.

Aquél modelo que seguíamos y confiábamos, se ejecutaría con nuestras juventudes, donde estaban involucradas la Junta Coordinadora Nacional, parte de la Juventud Peronista, Socialistas, Comunistas,  y aquellos Montoneros que fueron aniquilados por la dictadura militar, pero prontamente y todos los sabemos muy bien, fueron olvidados los postulados  en su originalidad, por los mismos hombres que llevaron a Alfonsín al poder.

Demás está decir todo lo acontecido en estos últimos 20 años, porque desde la salvaje instrumentación del neoliberalismo, impartido por el consenso de Washington en todo el continente, queda claro que la posición de entrega estaba plenamente a la vista.

Desahuciados por todo el fracaso de un modelo que ni siquiera se intentó poner en práctica, hoy, muchos de aquellos argentinos defraudados por esos dirigentes,  desde hace un poco más de 7 años, nos volcamos con un apoyo incondicional e irrestricto con las iniciativas de Néstor Kirchner y que sigue Cristina con toda la fuerza y coraje que se necesita para lograr la gloria final. No sólo quién escribe esta nota, también lo hicieron Gerardo Zamora, Gustavo López, Silvia Vázquez, etc, etc.

Claro, para la gran fracción de los poderes corporativos que están “manipulados” por los medios hegemónicos, nosotros nos hemos quedado en la utopía setentista y no vemos con claridad, ni el mundo presente, ni del futuro.

Entonces, como desean el fracaso del modelo que estamos disfrutando y viviendo,  tratan de buscar nuevos candidatos que superen a los actuales conductores del país y buscando insoslayablemente la recuperación de un modelo conservador que les dejó ganancias monstruosas.

Bien, vayamos por parte en este primer capítulo de esta historia que deseo significarles: ¿Cuáles son los principales candidatos que desean imponer?- 1) Eduardo Duhalde, de él hemos hablado mucho y no convence ni siquiera a sus allegados, que hoy están detrás del modelo K. Además sugiere volver a la violencia y la represión, algo que los argentinos estábamos olvidando, gracias a las decisiones y convicciones de Néstor y Cristina.- 2) Mauricio Macri, con una serie de denuncias e incapacidades manifiestas, que sólo necesita crecer en su ego y dejar en franca mejoría a las corporaciones a la que pertenece, además de mostrar una actitud xenófoba que no habíamos visto en nuestro país en los últimos años.- 3) Ricardo Alfonsín, alguien que su propio padre (y esto lo digo como primicia porque nunca lo manifesté en público) cuando venía a Virreyes, Partido de San Fernando, previamente pasando por la casa de Leopoldo Moreau, donde se hospedaba cuando venía a la zona norte del Gran Buenos Aires,  junto a otros militantes de la época (Ricardo Campero, Néstor Firpo, Osvaldo Lanari, Chacho Campastro, Horacio Onetto y quién escribe esta nota) le preguntábamos por Guillermo y Ricardo, sus hijos, y queríamos saber cuáles eran sus iniciativas con relación a la candidatura a presidente de Raúl y si militaban en política, decía textualmente don Raúl : “Guillermo se ocupa de los temas locales (Chascomús) y a Ricardito no le gusta mucho la política, dice que se aburre”. Esto merece un párrafo aparte, teniendo en cuenta que Ricardo es uno de los oponentes más mimados por el periodismo corporativo y muchos argentinos le tienen un gran respeto. Además Leopoldo Moreau, que no es ejemplo de nada, ha sido uno de los referentes y amigos preferidos de Don Raúl, y paradójicamente está en contra de Ricardo en las líneas internas de la UCR. ¿Da que pensar, no?

Hagámonos algunas otras preguntas valiosas: ¿Si hace 29 años, en plena juventud le aburría la política, como ahora tiene tanto interés? ¿Si usa los trajes de su padre, es porque no tiene ropa para vestir, o porque desea copiar una imagen que le queda grande? ¿Si su padre “peleaba” desnudamente en contra de Clarín, como se puede sentar a conversar y sacarse una foto con Magnetto?

Además, en el mismo orden, aunque se enoje porque la podemos calificar como la “empleada del año” impulsada por 678, tenemos a otra candidata de los medios como Lilita Carrió, de la cual no se merece escribir muchas líneas, porque está claro como se conduce en los últimos tiempos con sus notables contradicciones. Luego se avecina el otro candidato Reutemann, que declinó hace un par de meses e incluso Cobos, que  es visto como un traidor desde las esferas mediáticas y desde ya no le son útiles a sus conveniencias.

Detallando  todo este panorama, a los argentinos que pensamos en un modelo inclusivo, creo que no nos quedan dudas que debemos defender a ultranza todo lo que se está haciendo desde el 2003 y porque no,  estudiar y profundizar detenidamente que todo lo que nos enseñaron con relación a Perón, Evita y toda la revolución popular de los 40, estaba plagada de mentiras y hoy muchos se han dado cuenta que tiene la misma dimensión que el aprendizaje fallido de de la revolución Industrial de los 80, la Conquista del Desierto y otros adjetivos que nos desdibujaron durante toda la vida.

Cada obra, creatividad e impulso realizado desde el 46 al 55, deja en claro que las cosas que están a la vista no pueden ser desmentidas, y esto es lo que hicieron en un período de 9 años en Argentina con el gobierno de Perón. A 60 años de aquella epopeya, hoy  vivimos en nuestro país un modelo de inclusión social, incluso superior a lo comentado en la era Perón, y es por ello que vamos a defenderlo con todo lo que tenemos a nuestro alcance.

En los siguientes capítulos voy a profundizar con un análisis exhaustivo, los motivos que nos llevan a valorizar el modelo que defendemos y cuáles son las deferencias reales que nos identifican más con el kirchnerismo, que todo la pobreza política que rodea a la oposición.

Como dice Sandra Russo, aquí hay dos modelos muy claros, o estás con la causa popular o jugas para los sectores corporativos más retrógrados de Argentina.