 HABLEMOS DE SEGURIDAD, NO DE INSEGURIDAD
Seguiremos con el análisis serio del tema comprometido para los argentinos, que distintos medios que no comulgan con el modelo que impulsa el gobierno nacional, tratan de desvirtuar, pregonando una continua ola de inseguridad, con el único objetivo de confundir e intranquilizar a la población, sobre todo en un año electoral donde tendremos la oportunidad de votar para elegir a un nuevo presidente o ratificar a la que está, además de todo el espectro del marco provincial, municipal y legislativo.
Lo importante para destacar, es que no se habla de seguridad, sino de lo opuesto, priorizando lo negativo sobre lo positivo. Lo ideal sería ofrecer propuestas o alternativas superadoras para mejorar lo que se está ejecutando. Esto no existe, solo las críticas y demostrando una falta de conocimientos que alarma y denota una cuota de hipocresía como nunca se había visto antes.
La seguridad se construye con bases de políticas públicas de inclusión, con planes al mediano y largo plazo. Ya lo manifesté en notas anteriores: la coyuntura no puede nublar nuestras ideas, y es necesario el apuntalamiento a un programa de dilatado alcance, sustentable y confiable.
Para ello debemos revisar y corregir errores, analizando todos los ítems dentro de la disciplina, pero con la única premisa de lo inclusivo.
Entonces, seguimos haciéndonos preguntas para obtener respuestas concretas sobre lo que se identifica o debe emparejarse con la seguridad o la falta de ella.
Ya sabemos que si un pueblo tiene todo lo necesario e indispensable para vivir una vida digna personal y/o familiar, no debe carecer de un trabajo, servicios sanitarios, buena educación y vivienda, pilares básicos para combatir hechos delictivos, violencia y adicciones.
Pues bien, con este panorama , a todo aquel comerciante , empresario o cuentapropista, que a diario critica las falencias en seguridad, apoyado o estimulado siempre por los medios corporativos de la información, le preguntamos: ¿Cuál es el motivo principal para que no entregue factura o ticket a sus clientes cuando realiza una venta o trabajo profesional? Muchos aducen que el gobierno de turno “les roba” y otros que los impuestos resultan muy elevados.
Me pregunto y traslado la pregunta a lectores e involucrados en el tema: ¿Puede ser que un contribuyente monotributista pague una cuota promedio de $ 400.- con Obra Social incluida y factura entre 10 a 12 mil (por ejemplo) pero en realidad vende por 70 mil pesos mensuales? ¿Pueden hablar de honestidad y solicitar la misma a sus pares o funcionarios, si ellos están “estafando” al Estado que es ni más ni menos que el pueblo?
¿De donde creen que salen los recursos para equipar hospitales, escuelas, justicia o construir viviendas para los sectores medios y marginales?
Este es un tema perentorio para bajar ostensiblemente el índice delictivo en el país, porque es muy concreto y tan antiguo como el mismo mundo, que si todos tenemos lo necesario para vivir dignamente, no habría motivos valederos para construir sectores adictos a la delincuencia. Además que al conseguir la concreción como respuesta a lo solicitado, también bajaría notablemente los índices de corrupción.
En otro orden, me duele y preocupa que lo sucedido con el avión norteamericano días pasados, tema que el lector está presuntamente bien informado, se le da mucha importancia a las relaciones con los EE.UU, porque invocan que aparentemente quedarían heridas, pero no le buscamos el lado positivo para el país, teniendo como estandarte la defensa de nuestra soberanía y de los derechos que nos marca la constitución, contenidos que sin lugar a dudas, nos da un margen se seguridad para que nadie intente o quiera obligar a realizar operaciones que perjudicarían netamente a toda la sociedad argentina. Esto no es ninguna fantasía y está plenamente referido con el tema en cuestión de la seguridad.
Existen otros hechos que alarman al pueblo y comentado por los medios, siempre en un tono de destrucción, pero a ninguno se le ocurre la investigación profunda de cada argumento.
Por eso he tomado con mucha tolerancia esta situación, y tratando de investigar cada caso como se merece, es que me tomo el tiempo necesario para investigar cada uno de ellos y ofrecer a nuestros lectores una opinión cercana a la realidad, no a las verdades que se desea construir y vender desde otros medios.
Seguiré, y pido perdón por dejarlos ansiosos como cuando uno espera algún capítulo de una telenovela, con toda la profundización de estos temas y no tengan dudas que van a terminar asociando los accidentes del tren en San Miguel, los muertos en distintos lugares del conurbano y Capital en forma despiadada a 3 trabajadores, vinculados todos a la situación que viven los sindicatos ferroviarios, las internas de las policías bonaerense y federal, las ambiciones de Duhalde y algunos sindicalistas, etc, etc.
No se pierdan todo esto, porque podemos armar el verdadero “rompecabezas” que nos tiene preocupados a muchos argentinos por no saber armarlo.
Hasta la próxima…
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