Desde el infame proceso que en 1886 llevo a la horca a los Mártires de Chicago, cada 1º de Mayo, millones de trabajadores alrededor del mundo conmemoramos nuestro día. En la Argentina, la clase trabajadora rinde homenaje a los compañeros de la Semana Trágica, de la Patagonia Rebelde y a todos los que dieron su vida luchando por la igualdad. En este momento y cuando una vez más se advierte la intención de instalar por parte del gobierno un modelo de acumulación claramente favorable a las clases dominantes, los trabajadores nos preparamos para defender lo conquistado. No es casual que se intenten disimular las verdaderas intenciones de un proyecto político de neto corte neoliberal, con un discurso que desprestigia al trabajador estatal por un lado, mientras promueve la baja salarial en la actividad privada como “carnada” para la llegada de nuevas inversiones. Es la rémora de aquello que los trabajadores vivimos varias veces a lo largo de la historia de nuestro país y que no estamos dispuestos a permitir que ocurra nuevamente.  La impresionante movilización del pasado 29 de abril, con la confluencia de todas las centrales sindicales, es una clara demostración de aquello que siempre sostuvimos: los trabajadores somos el verdadero sujeto político de cambio y el sector que mejores condiciones presenta para pelear contras las políticas de ajuste y exclusión que propone el macrismo. En este sentido y frente a lo que se avizora como un escenario político cargado de tensiones, los trabajadores que integramos el PSol debemos redoblar el esfuerzo militante y trabajar denodadamente en pos de la unidad. Para ello es necesario sumar a todos nuestros compañeros en cada fábrica, en cada gremio, en cada central, en cada uno de los espacios de militancia sindical donde participemos, con el único objetivo de alcanzar una relación de fuerzas tal que nos permita ponerle freno a un gobierno que se propone dejarnos un país con un nuevo ejército de compañeros desocupados. Si bien existen sectores donde los compañeros se encuentran desmoralizados, también es cierto que el nivel de organización y conciencia que presenta el movimiento obrero supera holgadamente el de épocas pasadas y debemos aprovecharlo. El momento es ahora, no se debe perder tiempo, para que no haya lobby empresarial, presión económica alguna, ni chantaje que pueda impedir la victoria frente a las políticas de ajuste. ¡Viva el 1º de Mayo! ¡Viva la unidad de todos los trabajadores!