Un nuevo capítulo que pone de manifiesto la voracidad de la Industria Farmacéutica, que intenta extorsionar con los precios de los medicamentos, a cambio de eliminar uno de los avances mas significativos que determinó el gobierno peronista de Cristina, que fue darle transparencia a la trazabilidad de los productos comercializados, que originaron en el pasado reciente y aún en la actualidad delitos, donde las normas no se cumplen, hechos de corrupción de magnitud con los troqueles, los lotes mellizos comercializados en negro, la falsificación de marcas, los medicamentos robados cuando “voltean” camiones de Laboratorios. En efecto, a cambio de congelar los precios que aumentaron en forma desmedida desde diciembre en promedios que van desde el 40% al 200%, en los medicamentos de uso habitual en enfermos crónicos y ocasionales como el Ibuprofeno o el Paracetamol, exigen disminuir o eliminar la Ley de Trazabilidad, que según la Industria, origina altos costos de implementación. Una verdadera extorsión inaceptable si fuésemos gobierno desde el movimiento nacional y popular, pero accesible, frente a un gobierno que no tiene la más mínima intención de frenar la voracidad empresaria, de una industria que es lesiva para el pueblo argentino.
Cuando digo lesiva, no es un término excesivo es una realidad para millones de compatriotas de todas las edades, que dependen del medicamento para su vida, de la misma forma que dependen del gas, del agua o la luz, para su calidad de vida. Un combo perfecto en la destrucción de proyectos de vida y de sueños, con el tarifazo por un lado y los precios de los medicamentos que nunca deberían ser manejados por el Mecado, Dios de la vida y la muerte para el macrismo, sino por el estado como bien social. Esos muertos no se cuentan, no son como los de la represión que se visualizan, los compatriotas que mueren, como en el 2001 por falta de medicamentos lo hacen en silencio, ante la falta de acceso a sus necesidades vitales, tanto como los electro- dependientes que no pueden pagar o los diabéticos que se descompensan.
Estas noticias demuestran como en las sombras del gobierno se tejen los negocios mas espurios, juegan los intereses de los dueños del poder real, los que mandan a un gobierno pusilánime para los poderosos, que quiere mostrarse firme con los débiles, con el pueblo. En esas mesas no entra el interés del pueblo argentino, entran los negocios, aquellos que incluso constituyen delito como fueron los denunciados, juzgados y condenados en su momento, de la mafia de los medicamentos, que fueron el origen de la Ley de Trazabilidad que pusimos en marcha en el 2011.
Este gobierno que se vanagloria de haber llegado para instalar una supuesta transparencia, casi está cumpliendo con sus premisas, todas sus acciones se ven, son corruptas, desmontan los mecanismos reguladores del estado, transfieren a la luz del día ganancias a los grupos económicos concentrados de poder, hacen todo para que se pueda ver el grado de impudicia e impunidad en que se mueven, con protección mediática, gestando el saqueo del estado nacional y el patrimonio de generaciones de argentinos, provocando dolor social, exclusión y muerte.