Generando cambio

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En 12 meses de macrismo la protesta social provocó más de 5.900 piquetes PDF Imprimir Correo
Escrito por AgenHoy para Nuevo País   
Sábado, 17 de Diciembre de 2016 17:11

Noviembre marcó el récord con 575 manifestaciones de protesta

Un informe especial de Jorge Joury

El Gobierno muestra preocupación por la ofensiva de las organizaciones barriales. La provincia de Buenos Aires aparece como el distrito más conflictivo. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich acudió a la Justicia para denunciar a grupos que desde las redes sociales llaman a la violencia para fin de año. El Papa Francisco teme que se ponga en riesgo la gobernabilidad. En vísperas de fin de año, el Gobierno observa con preocupación que la temperatura social va en aumento. El Papa Francisco también teme que la situación ponga en riesgo la gobernabilidad. La ola de piquetes no es una casualidad. Revela claramente que la protesta va copando las calles y acorrala al macrismo, siempre con la piel muy sensible ante la posibilidad de un fin de año con desbordes. Días atrás la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich había pronosticado un diciembre “súper tranquilo”, aunque después corrigió, para señalar que están monitoreando a diferentes grupos que estarían fomentando a través de las redes sociales acciones de saqueos a comercios antes de las fiestas. Ante esta posibilidad, Bullrich denunció ante la justicia por incitación a la violencia a “grupos que convocan a saquear y a voltear al Gobierno antes de fin de año”.
La funcionaria le acercó al Presidente información detallada de que en estas dos semanas de diciembre, hasta navidad podría haber “un proceso de agitación de la izquierda y del kirchnerismo”. En los últimos días, ella evitó ollas populares de las agrupaciones Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa, el Movimiento Evita y otras. Pretendían cortar los accesos a la ciudad para festejar la sanción la ley de emergencia social, acordada con el Gobierno, que involucra recursos adicionales por $30 mil millones en tres años y la creación de la obra social piquetera, cuya implementación no demandará más allá de marzo. Se desarrollará en su sede principal en Constitución y otros tres centros médicos propios, con un millón y medio de afiliados. Será la más grande del país. La nueva estrutuctura estará abocada a brindar cobertura médica a trabajadores precarios, cooperativistas, vendedores ambulantes y recicladores, entre otros, con el objetivo de llegar a los dos millones de personas.
UNA LUZ ROJA
No obstante, hoy el Gobierno tiene una piedra en el zapato con las organizaciones que quedaron afuera del acuerdo. Uno de los ejemplos, es el Movimiento Argentina Rebelde, denominado MAR, con fuerte presencia en los territorios calientes del oeste y del sur del conurbano bonaerense. Su cabeza visible, Daniel Aguirre comentó que “nos dejaron afuera de la discusión. Jamás firmaríamos la paz social con un gobierno que provocó terrible devaluación, aplicó un tarifazo y permitió el despido de cerca de 200 mil trabajadores.
Desde la Federación de Organizaciones de Base (FOB) con fuerte inserción en barrios rosarinos, también puntualizaron que “lo que pasó es gravísimo, porque pusieron sus intereses electorales por sobre el de la gente. También relegaron al interior y más a esta ciudad que es la capital de la desocupación en la Argentina. Acá no percibimos el plan Argentina Trabaja, sino el Entrenamiento Laboral por el que el titular percibe del Estado apenas $1.600 con los narcos acechando”.
Desde el Frente Darío Santillán, Nicolás Marcioni puntualizó que “no fuimos consultados. Tiene que haber un programa que nos contenga a todos. Eduardo Billeboni del Polo Obrero, añadió que “nunca pretendimos ser invitados porque estamos en contra de esa capitulación. La Emergencia está hecha a medida de esas tres organizaciones que son quienes estarán en el Consejo Consultivo junto al Gobierno. La CGT y el Vaticano, hicieron una cooptación de los movimientos sociales”.
EL DESCONTROL
Por estas horas, el propio Mauricio Macri planteó en el seno del gabinete su seria preocupación por el descontrol reinante en las calles. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta le prometió a Macri que en enero comenzará a desalojar a los piquetes más pequeños y menos activistas. Larreta quiere evitar acciones violentas. Según su teoría, las organizaciones más radicalizadas buscan una víctima para acusarlo de represor o de criminalizar la protesta y dañar las aspiraciones políticas de Cambiemos para el 2019. En las últimas dos semanas las calles porteñas fueron un caos y los encapuchados con palos las convirtieron en intransitables.
En tanto, dirigentes de la agrupación Convergencia Socialista agregaron más tensión, convocando a una movilización el 19 frente a la Plaza de Mayo, en la que directamente llamarán a “un argentinazo para derrotar a Mauricio Macri y su ajuste”. La preocupación por la alta temperatura social preocupa al propio Papa Francisco, quien sigue de cerca la situación, ante el temor de que se complique la gobernabilidad.
Según la consultora Diagnóstico Político, durante noviembre se registraron 575 piquetes en todo el país. Es el mayor número desde mayo y marca un aumento del 7% con respecto a octubre. En la cuadrícula que llevan las autoridades, la provincia de Buenos Aires aparece como el distrito más conflictivo con 129 cortes. Segundo lejos, figura la capital con 54.El trabajo también pone al descubierto el ADN de las protestas.En primer lugar aparecen los piqueteros y organizaciones sociales, en segundo, los trabajadores estatales, en tercero los vecinos por reclamos barriales y en cuarto los despedidos y desocupados. El once meses de macrismo se llevan contabilizados 5.901 cortes en la vía pública. Tal vez convenga recordar palabras de Macri en campaña. Cualquiera las puede googlear.”En nuestra presidencia los piquetes no existirán más. Si fuera presidente ordenaría desalojar de inmediato y detener a quienes estén impidiendo la libre circulación de los demás”.
LOS FOCOS
Los piquetes parecen una práctica vieja, pero apenas tienen 20 años. Nacieron en 1996 con la pueblada de Cutral-Có, en Neuquén. Aquella vez en la ruta 22 se levantaron barricadas para reclamar contra la desocupación.Con la llegada de la crisis del 2001 se trasladaron del interior del país a las autopistas y avenidas porteñas para reclamar asistencia social. Hoy la calle sigue siendo el espacio donde se visibilizan las demandas. Día por día en Capital y el conurbano bonaerense, hay un promedio de cinco cortes en vías públicas. En la Ciudad los puntos neurálgicos de la protesta son la avenida 9 de Julio, alrededor del Obelisco y frente al Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, frente al ministerio de Trabajo, en la avenida Alem al 600, Diagonal Norte y los cruces de Rivadavia y Callao y Corrientes y Callao.
En el Gran Buenos Aires los principales focos tienen lugar en los partidos de la zona Sur, en Lanús, La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes y Avellaneda. La Plata, es la ciudad con más piquetes en lo que va del año. Tiene que ver con que actúa como caja de resonancia para las agrupaciones y los gremios que plantean reclamos y quieren que se escuchen en la Gobernación. Además, su Universidad que alberga más de 100 mil alumnos, es un foco de protestas las que suelen tener como escenario el edificio del rectorado y en la puerta de las facultades. En el más alto nivel del Gobierno aún no le han encontrado la vuelta al dilema de la ciudad sitiada.
SIN SALIDA
El impetuoso arranque del Protocolo Antipiquetes orquestado por la ministra Bullrich, se terminó diluyendo por su complejidad.La funcionaria garantizó la liberación de los accesos, pero prefiere no meterse en territorio de Rodríguez Larreta para evitar cortocircuitos. Los últimos piquetes en la capital federal la convirtieron en un verdadero pandemonio, ya que la presencia policial brilló por su ausencia. El macrismo deambula sin brújula a la búsqueda de paliativos. El Frente Para la Victoria en el Senado había aprobado el 16 de noviembre una Ley de Emergencia Social que estipulaba la creación de un millón de puestos de trabajo, a un costo fiscal cercano a los 50 mil millones de pesos. Dos días después, la CGT y los movimientos sociales concretaron una fuerte protesta a las puertas del congreso.
En esas instancias el Gobierno temiendo una encerrona, acordó con los movimientos sociales y el Frente Renovador de Sergio Massa un proyecto más reducido que le podría llegar a demandar a las arcas del Estado, hasta 30 mil millones de pesos en tres años. Esa iniciativa, que tiene a la cabeza al Movimiento Evita y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, le abre la puerta a los piqueteros para que puedan tener su propia obra social.
ENTRE DOS FUEGOS
En la Casa Rosada intuyen que este pacto podría garantizar un fin de año en paz, pero la ebullición de la calle muestra otra cara de la realidad. Hay movimientos sociales que juegan de buenos y dialoguistas y otros que se pintan la cara y ejercen el papel de malos. El gobierno entonces, en medio del parate de la economía, aparece acorralado entre dos fuegos y cede en casi todo. Las últimas semanas del oficialismo han sido tensas.Se repartieron entre batallas en el Congreso y un retiro en Chapdmalal.
Cambiemos sufrió el más duro golpe en la pelea por el impuesto a las Ganancias, y ahora deberá recalcular su estrategia. La ensayista y escritora Beatríz Sarlo calificó al Gobierno “como nacido de un huevo de pascuas” y pronosticó que si Macri pierde las elecciones del año próximo “está de salida”. Con la acidez que la caracteriza, Sarlo le recomentó al Presidente incorporar a la gestión “peronistas racionales para que lo ayuden”. Sarlo se paró en la línea del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y disparó que “si se viene el peso del peronismo, Macri debería hacerle caso y acercar a los dirigentes con los que se puede dialogar”.
También añadió que “la linea de atrás de Macri es de un presidente de un equipo de fútbol y el hijo de un emporesario.Esto es nuevo. Estábamos acostumbrados a ver que los políticos hacían un camino que se iban ganando. Esta es toda gente rica que se ha criado junta”, opinó Sarlo sobre el gabinete. Pasar por encima de la ley del blanqueo de capitales con un decretazo, fue otro de los desaciertos de Macri. El diputado Felipe Solá calificó al Presidente como “un niño mimado que quiere que su papi pueda blanquear”, al tiempo que recordó la existencia de sociedades off shore del patriarca de la familia. “El Presidente hace un decreto especial violatorio de este Parlamento, de la Constitución, de toda ética y estoy seguro que a la mayyoría de su bloque le da verguenza”. En el mismo sentido, el diputado massista consideró que “es una verguenza para quienes se adjudican la condición de jueces morales. Y encima, nos quieren vender el pescado podrido de que vienen a limpiar el país”.

 
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