El último documento del Partido Justicialista de Buenos Aires, lo expresaba claramente: Vidal es Macri. Las políticas de ajuste en la Provincia, de endeudamiento, la falta de interés en la producción y la estigmatización a los trabajadores que reclaman por sus derechos, permite visibilizarlo más claramente.  Macri, el presidente Offshore, es un empresario que ha aceptado “la corrupción y la delincuencia como parte natural de los negocios”. Una breve descripción basta para fundamentarlo: especialistas en el tema, denuncian que “el sistema extraterritorial es el lado oscuro del capitalismo global. Para entender de qué hablamos, solo basta con comprender el gran daño que causa, en el mundo entero, la evasión fiscal: esta es la causante principal de la desigualdad en el mundo. Resulta que tarde o temprano debemos reparar en lo alarmarte de esta práctica, pues, “rendirse y aceptar que a los ricos hay que reducirles los impuestos , distender regulaciones financieras o leyes sobre lavado y compensar esto con mayores cargas a los pobres, sería ni más ni menos que apelar al “que se jodan los afectados” cuando estos somos casi-todos” (Shaxson, 2001) .
¿Qué pretendíamos de un empresario evasor convertido en Presidente? A esto debemos sumarle que la familia Macri, ha acumulado su riqueza haciendo negocios con Estado Argentino, siempre en detrimento de los ciudadanos. 
¿En que se parecen, entonces Vidal y Macri? No sólo forman parte del mismo espacio político- electoral: comparten, básicamente, su  empecinamiento en avasallar derechos durante la gestión de gobierno, su despojamiento de toda vergüenza, su indiferencia ante los más necesitados. Además, y fundamentalmente, para ambos, casi todos nos hemos convertido en sus enemigos: docentes, trabajadores en general, jubilados, niños y jóvenes, comerciantes, empresarios pymes y de grandes industrias, y sigue la lista. Ellos, mientras tanto se empeñan en llamar “kirchneristas”, a todos los que no adhieren con sus medidas.  
¿No estarán haciendo algo mal? La misma pregunta se hacen entre sus filas, pero con otro sentido, quienes se empeñan en llevar hasta el final el experimento oligárquico, cueste lo que cueste. Lo que se avecina, lo podemos ver todos: ¿o hay quienes aún no advierten que los conservadores suelen ser liberales en lo económico,  y que, políticamente se endurecen cuando el pueblo no acepta el ajuste, cuando muestran y usan sus palos?. A esta altura, sostener un discurso que pretende seguir polarizando, es no tener conciencia del lío, como dijo un dirigente sindical que seguramente los haya votado.
El desafío del Cambio, finalmente, no logro hacer feliz a ninguno de los actores sociales nombrados. Es más, se escucha por ahí, que en la Argentina de Cambiemos, los únicos felices son los modelos de las publicidades. Hoy el marketing se dirige a contramano, y está a punto de colisionar, con una realidad indigna que no puede taparse, como tampoco puede ocultarse, el sol con la mano. 
Es que el gran problema parece ser, que los trabajadores de la Argentina, no se dejan amedrentar. Incluso con su estrategia, Macri logró visibilizar que, como en el caso de la CGT, las bases no se sienten genuinamente representadas por sus dirigentes. Adelantar una hora el acto para que el no comunicado de la fecha del paro, pase desapercibido, dejo mal parados a los dirigentes que le responden a Massa. 
¿Qué se esperaban de este pueblo? Tarde o temprano llegaría este momento, con los miles de trabajadores despedidos y suspendidos, con la paralización del mercado interno y con una inflación que aumenta hasta asfixiarnos, quitándoles diariamente, capacidad adquisitiva al trabajador.
Sin embargo, la movilización y el paro, no tiene dueños, aunque algunos crean que sí. 
Mas allá de esto, ser impacientes en el juego de la política no nos ha de beneficiar. De una u otra manera, con la voluntad de quienes se sientan líderes sindicales, y con el apoyo de las bases, los trabajadores de la Argentina pararan para demostrar que no en vano se han adquiridos derechos que se defenderán, como lo hacen los docentes, respecto del reclamo de las paritarias nacionales.
He leído alguna vez que “La política no es un juego de suma cero, en el que se gana o se pierde todo, cada aspecto de la realidad requerirá su observación para desentrañar qué elemento es necesario conservar y cuál transformar, asimismo quiénes son los posibles aliados en una eventual estrategia de acumulación de poder y quiénes los adversarios” Jofré...y ahora me sonó a actualidad...tanto como lo que Perón mencionó alguna vez y me lo hizo saber un compañero de militancia: a veces la impaciencia corre demasiado de prisa. En la guerra al enemigo acorralado hay que dejarle una vía de escape para que no se convierta en un animal herido. El enemigo siempre tiene que hacer todo el trabajo, en esa economía ganamos nosotros.
El gobierno nacional y provincial, reduce recursos para Educación y Salud, genera endeudamiento, y promueven el individualismo y la meritocracia, como principios fundamentales. Reflejos de un proyecto de país contrario al de la distribución de riqueza y la defensa del interés nacional y latinoamericano.
El último discurso de Vidal, que apela siempre a un tono emotivo,  entre el llanto y la ronquera, dejo al descubierto que de “Heidy” solo tiene el personaje. Decir, por ejemplo, que los docentes merecen un salario mejor, y más tarde, tildarlos de desestabilizadores, no estaría funcionando con la estrategia de la actuación.
Gobernadora:  ¿Destinar en educación el presupuesto más bajo en los últimos 23 años, con la alta inflación del año pasado negociar tan sólo un 15% por ciento de aumento a los auxiliares (motivo por el cual murió una trabajadora en Mar del Plata, al ver que se le había descontado todo su salario por adherirse a los paros), manifestar la intención de reemplazar docentes por voluntarios, tildarlos de profesiones con vocación de conflicto, por estar reclamando un salario digno y exigiendo que no desfinancie la educación pública, es Pro? 
María Eugenia Vidal, la gobernadora que no está cuando se inunda la Provincia que gobierna (y manda a reprimir ciudadanos inundados mientras reclaman en Pergamino), que se va a dar una charla a Mar del Plata cuando tiene prevista una reunión con docentes por la negociación salarial, que denuncia de kirchneristas a dirigentes, que por ejemplo, mantuvieron 17 días de paro al gobierno anterior, demostró que por más que los medios la ayuden, y continúe con su actuación, es parte de un gobierno autoritario y saqueador.  Es que ella, como viene haciendo todo el staff de Cambiemos,  dice no tener la culpa de lo que enfrenta, pues, las paritarias nacionales, son producto de la pesada herencia. No es ella, pobrecita, son los docentes, que reclamando, demuestran “No estar interesados en los chicos, sino, por el contrario, develan una actitud de guerra”.
Gobernadora Vidal, si tiene ganas de dialogar como dice: ¿Porque su gobierno pide nómina de los docentes que se adhieren al paro? ¿Por qué ante un derecho constitucional como es el paro, la DGCyE amenaza con recuperar días “perdidos” durante el verano y un descuento de 650 pesos diarios a quienes se adhieran a la protesta?
Estamos asistiendo al descubrimiento de algo interesante: la posverdad y sus límites. Cuando la realidad te lastima, o te pasa cerca, la conciencia aumenta, y la mentira se empieza a repudiar. Al fin y al cabo, todo lo ha dicho Perón,  que la única verdad es la realidad, de a poco va quedando claro.
Las noticias falsas han existido durante tanto tiempo como las verdaderas. Pero la creciente presencia de noticias falsas, que entren otras se cristalizó en el último recital del Indio Solari, al que se dice, asistieron aproximadamente unas 500 mil personas, permite entender cómo la especulación, la desinformación y la mala intención están a la orden del día. Las noticias basura que pudieron visibilizarse tras lo ocurrido en Olavarria, muestran la ambivalencia respecto de la infraestructura de información actual, que, mientras tiene un alcance potencialmente mucho más amplio hoy, y su influencia respecto de los sujetos es más pronunciada, al mismo tiempo que se hace presente la posibilidad de una consecuencia no deseada: la de aumentar el potencial emancipatorio en quienes son víctimas del constante engaño.
Me despido amig@ lector-a, con una gran frase, que descubrí  hace unos días, y que me parece brillante:
“Hay una grieta en todo / Así es como entra la luz.”