1- Hoy nadie duda que el enemigo principal de la Patria y el Pueblo es el neoliberalismo, en el gobierno títere del poder real de la Argentina y el Continente, que son aquellos sectores que representan el poder omnímodo de EEUU sobre la región, en especial los Fondos de Inversión y los medios hegemónicos. 2- Si repasamos la historia, en la misma encontramos siempre que los procesos de modificación de los escenarios de colonización a intereses foráneos, siempre los produjo el pueblo, en la calle. Sin ese pueblo movilizado, los grandes acontecimientos de nuestra historia, incluso aquellos bañados con pátinas suavizantes por el mitrismo, estuvo siempre presente.
3- Debemos entonces preguntarnos si no hubiese existido la participación de los Chisperos el 22 de mayo de 1810, el 25 hubiese amanecido con el grito de Libertad. Artigas sin la Redota oriental, acaso culminaría su paso a la inmortalidad con la Constitución de la Liga de los Pueblos Libres? O San Martín hubiese sido el Libertador, de hacer caso a Rivadavia y los terratenientes y contrabandistas del puerto, que exigían que vuelva a Buenos Aires?. Sólo el pueblo humilde y los patriotas del campo nacional y popular construyen historia.
4- Las movilizaciones del 17 de octubre garantizaron, no sólo la liberación de Perón sino elecciones libres y transparentes en 1946. El pueblo en las calles de la Resistencia Peronista estrechó los márgenes de maniobra de las dictaduras sucesivas al 55, obligando a dar elecciones, que aunque con proscripciones permitió avanzar en la lucha política del Luche y Vuelve.
5- Si los trabajadores no hubiesen protagonizado el enfrentamiento al Plan Conintes, ni se hubiesen opuesto. en esa épica que fue la lucha por el frigorífico Lisandro de la Torre, quizás la CGT de los Argentinos, ícono de la resistencia se habría retrasado, pero sin dudas, sin esta trinchera de lucha, el Cordobazo, el Rosariazo, el Mendozazo entre otros episodios de resistencia se hubiesen opacado.
6- Perón volvió en 1972 por la lucha del pueblo y el acorralamiento de la dictadura militar y lo hizo convocando a todos los sectores, aún aquellos que otrora lo habían combatido, en la reunión de Nino de donde se construyeron las bases de las elecciones de 1973, primero con el FRECILINA, que después devino en FREJULI, frente justicialista de liberación, para los olvidadizos de hoy.
7- La dictadura genocida del 76, cuyos miembros civiles hoy vuelven a gobernar por el voto democrático, sintió su agotamiento desde abril de 1979, con los paros de los 25 gremios combativos y desde 1980 con la irrupción y huelgas con el apoyo de las regionales de la CGT de Ubaldini, el Saúl querido y los 26 puntos, que determinaron su punto de quiebre y el llamado a elecciones.
8- Entonces hoy, cuando vemos que desde la derrota electoral del 2015, muchos compañeros comienzan a dudar de sus propias convicciones, convencidos de aquello que “primero está la Patria”, que es cuando gobernamos nosotros y cuando no gobernamos, pero nunca para garantizar la “gobernabilidad” que permita la entrega del país al modelo colonial, impuesto por enemigo de los intereses de la Nación. Esa claudicación  de ayer, debe ser rectificada por las acciones del hoy, en pos de una unidad de concepción que garantice el combate frontal contra el neoliberalismo.
9- Veamos entonces cuando el régimen comenzó a dar hoy pasos atrás o al costado en sus intenciones: sólo con el pueblo en la calle. No fue por acciones judiciales, siempre al servicio del partido Judicial, ni por acciones Parlamentarias. Sólo aquellas que fueron enfrentadas en la calle, frenaron políticas que avasallaban derechos conquistados.
10- Ese camino está abierto, está en el espíritu y la conciencia de la militancia política nacional y popular, pero lo más importa, es que está en el reclamo de un pueblo sufriente de las consecuencias del neoliberalismo salvaje, brutal e inhumano al cual está sometido. Esto demandará de los dirigentes políticos, gremiales y sociales el máximo de humildad y falta de rencor, despojándose de los aspectos culturales neoliberales que anidan en cada uno de nosotros, por ser la cultura dominante y por el accionar del enemigo en provocar la división. Si para el neoliberalismo la estrategia es la fragmentación, para el campo popular la victoria es la Unidad. Hay 2019 con el pueblo en la calle y garantizando la Victoria.