El presidente Alberto Fernández asumió en medio de una crisis terminal producto de la "gestión" del peor gobierno que sufrimos los argentinos desde el regreso de la democracia.
Para fundamentar lo dicho basta con constatar la destrucción del tejido del entramado social construído durante los 12 años de gobierno kirchnerista, una deuda eterna impagable a corto plazo contraída en su totalidad por el gobierno anterior incluído el regreso al FMI, niveles de pobreza y de desocupación récord, cierre de 25.000 empresas, una inflación del 53,8% en el último año, la salud pública en estado deplorable, eliminación de la gratuidad de los medicamentos para los jubilados, tarifazos impagables en todos los servicios públicos, degradación de la educación pública y en todo lo que implicaba investigación (#CONICET incluído), persecución política de opositores, a periodistas y medios de información que no eran afines, encarcelamientos arbitrarios, etc y así podríamos seguir enumerando lo que nos dejó Macri y "el mejor equipo de los útimos 50 años" Además se ufanaban de ser republicanos, democráticos, y especialmente transparentes....transparencia que en los hechos resultó ser menos que la que pueda brindar un bife de chorizo o una milanga napolitana...
Alberto Fernández y sus colaboradores se encontraban abocados a tomar medidas urgentes para comenzar la reconstrucción apuntando prioritariamente a los más necesitados cuando devino la pandemia.
Así fue que el gobierno, viendo lo que estaba sucediendo en Europa, comstituyó un equipo de expertos infectólogos que fue asesorando al presidente respecto de las medidas que se fueron tomando para evitar las comsecuencias letales de la pandemia. Está visto que a esta altura nadie puede negar que de no haberse tomado tales medidas hubiese colapsado el ya deteriorado sistema de salud y los fallecidos se contarían de a miles. Al mismo tiempo el gobierno desplegó también un plan de asistencia económica que trata de abarcar a la gran mayoría de los sectores y personas físicas humanas que fueron afectados por el parate inevitable que la cuarentena implica.
No obstante esto, el núcleo duro de la oposición cambiemita residual y sus periodistas militantes de los medios hegemónicos comenzaron un ataque sistemático y sin fudamento científico alguno desde el primer día de la cuarentena.
La "destrucción" de la economía es su caballito de batalla. Así se los vió deambular por los medios alineados con el macrismo, entre otros, a los ex ministros de economía Prat Gay y Lacunza dando consejos al respecto...¡¡ decirles caraduras es un elogio!!
Ni hablar de los periodistas militantes cambiemitas
En la semana, justicia mediante, estalló la causa del espionaje, dejando en evidencia con pruebas concluyentes que el gobierno macrista desde la AFI se dedicó a espiar no solo a periodistas y políticos opositores (incluyendo obviamente a la actual vicepresidenta) sino también a integrantes de su propio espacio político. Conviene aclarar que las citadas pruebas no surgen de fotocopias de cuadernos ignífugos o de declaraciones de supuestos arrepentidos...
En eso estábamos cuando hace 48hs apareció muerto en El Calafate Fabián Gutiérrez que fuera secretario de Cristina ¡¡ en el año 2010 !! y que desde entonces jamás volvió a trabajar a sus servicios.
Este triste hecho le sirvió al núcleo duro cambiemita y a los medios dominantes para disparar una andanada de afirmaciones en cuanto a los supuestos móviles y autores intelectuales del hecho. Así pudimos ver que en programas "periodísticos" se hablaba del "tesoro kirchnerista escondido" y que todo estaba direccionado a inculpar tangencialmente, o no tan tangencialmente a la actual vicepresidenta alegando que Gutiérrez había sido testigo protegido en las causas de "corrupción K"
Se produjo una avalancha de tweets y declaraciones en el mismo sentido y del mismo origen. Por ejemplo Alfredo Cornejo, actual presidente de la UCR, ex gobernador de Mendoza provincia a la que dejó sumida en default por primera vez en su historia y que en la semana nos sorprendió con la desopilante idea de que Mendoza debería declarase como estado independiente, refiriéndose al crimen de Gutiérrez dijo que "era un nuevo crimen orquestado por el poder kirchnerista" según consta en el diario Clarín.
A todo lo anterior le puso su infaltable sello el comunicado de Juntos por el Cambio refiriéndose al hecho como "un crimen de extrema gravedad institucional" firmado por los titulares de la UCR, PRO y Coalición
Cívica , pese a que el juez de la causa había manifestado públicamente que no existía evidencia de que el crimen hubiese tenido motivación política alguna. Ayer se supo que dos de los cuatro detenidos se auto inculparon el hecho y que tendría ribetes pasionales.
Conclusión: de lo actuado por Juntos por el Cambio no quedan dudas que estamos en presencia de la oposición más abyecta, deleznable, cínica y miserable que hayamos visto desde el regreso de la democracia.
Dicho así, SIN EUFEMISMOS.
Será hasta la próxima y como siempre desde el lado de la vereda del sol.