No siempre enarbolar la palabra Libertad reviste el mismo significado para quien la emite, muchas veces su exaltación es sesgada y direccionada a determinados intereses.
Veamos la Revolución Francesa, ícono occidental de la Libertad, mantuvo cautivas sus colonias africanas y antillanas hasta 1970. Lo misma la Rubia Albión inglesa, líder de la supuesta Libertad, tiene al día de hoy 13 colonias, España dos, como tales en Marruecos: Celta y Melilla. La guerra civil norteamericana exhibió el supuesto triunfo del fin de la esclavitud, cuando en realidad luchaba el norte industrial contra el sur algodonero, el mejor ejemplo de la hipocresía es que Abraham Lincoln, tenía cien esclavos. Las personas de raza negra no pudieron subir a los colectivos, ni educarse, ni ir a los restaurantes ni baños de los blancos, hasta 1957. Sin embargo la estatua de la Libertad ya era la puerta de entrada del país.
La única revolución donde el grito de libertad coronó al libertad de los esclavos y los llevo al gobierno en el mundo, fue Haití y el General Petión, ex esclavo ayudó a Bolívar con armas y soldados para la Segunda Revolución Venezolana de la Gran Colombia. Nunca perdonó el imperio a ese país, sometiéndolo hasta hoy. Cuba en su revolución, habiendo ofrendado la vida de Martí, contra los españoles, contó con “la ayuda norteamericana”, que se quedó con los tres primeros presidentes de ese país, al cual planearon convertirlo en prostíbulo y Casino de las mafias yanquis, hasta que llegó Fidel y se acabó el festín.
Nuestros mismos paisanos “decentes” de 1810, nos enseñaron que gritaban Libertad, pero recién en 1813 se decretó la Libertad de Vientres, ni siquiera de los esclavos que sólo fueron liberados a lo largo del siglo XlX.
Entonces Libertad, en tu nombre se han realizado acciones contradictorias, que justificaron masacres como en 1955, contra un gobierno democrático, por el sólo hecho de ampliar derechos sociales, las minorías dominantes enarbolaron tu nombre en vano.
Esa visión de la Libertad, es la que encarna hoy el macrismo, en boca de su gerente, cuando dice que no se la respeta, como si el significado de la Libertad fuese de la Libertad del Mercado, o el de la Propiedad Privada, o el del privilegio de las minorías a hacer lo que quieran, cuando está en juego la salud de los argentinos o el destino de la Patria.
Los que piden Libertad, son los que propician el odio, llamando a fusilar a los peronistas, a ahocar a la yegua, a derrocar al gobierno, entre otras tantas expresiones de antidemocracia explícita. Esa contradicción que mancha la palabra Libertad, la hace jirones aún en nuestro Himno Nacional, que la repite con exaltación, aunque el mismo Himno fue amputado en nombre del coloniaje ilustrado, en 1910 con motivo del Centenario y la presencia de la Corona española en nuestro suelo. La misma expresión del macrismo cuando pidió perdón al rey de España por haber declarado la Independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica, hoy Patria Grande.
Quienes te enarbolan Libertad y desgarran tu contenido, es porque quieren usarte como ariete de sus intenciones e intereses, son libertades para ellos lo que reclaman, no conceptos universales de dignidad de los pueblos, ni de la protección de la naturaleza. Para esos sectores se puede matar en tu nombre Libertad, así murieron Maldonado y Nahuel, Kosteki y Santillan, Atilio López y Rucci, Ortega Peña y Risieri Frondizi, Troxler y Walsh, Haroldo Conti y Paco Urondo, las miles de víctimas del gatillo fácil, que dicen defender a la Comunidad como Chocobar, estableciendo la pena de muerte por portación de cara y clase social.
No es lo mismo entonces Libertad, como se levanta tu nombre, algunos lo hacen desde las fuerzas dominantes de la opresión, otros intentamos construirla junto a pueblo en el camino de la Liberación Nacional.
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