Generando cambio

Generando cambio

CHILECITO PDF Imprimir Correo
Escrito por Horacio Rovelli   
Viernes, 15 de Enero de 2021 09:25

altLa ciudad se llama así por la cantidad de mineros chilenos que iban a trabajar y a vivir en el lugar, que es un valle fértil entre medio de los cordones montañosos del Famatina y del cordón de Velazco.  Chilecito tuvo las primeras filiales del país del Banco Nación Argentina y de la Casa de la Moneda y ahora es cabecera del departamento riojano del mismo nombre, que es el de mayor producción de vinos de la provincia, con vides de alta calidad en constante aumento. Desde la altura de los cerros, se destaca claramente el verde de los viñedos, olivares, membrillos y nogales en el Valle de Famatina. Donde no hay cultivos, también está cubierto de vegetación silvestre, lo mismo que las laderas de las serranías que abrazan la ciudad.
Los habitantes de las treinta localidades que reciben el agua de Famatina son, en su mayoría, empleados estatales que suman algunos ingresos extras con pequeños emprendimientos agrícolas. Viven en un paraíso natural de cadenas montañosas que pasan del rojo al marrón, y del verde al azul, mientras la luz va cambiando. Desde las cumbres, bajan aguas de color amarillo por la carga de minerales. El conjunto, a la vista, resulta una obra maestra de la naturaleza.
La riqueza en oro y plata dentro de las montañas del cordón del Famatina hicieron del Valle de Chilecito uno de los centros mineros más importantes del país. Como antiguos pobladores del lugar, los diaguitas fueron los primeros en extraer el mineral de las sierras. Luego fueron invadidos por el imperio inca y el oro y la plata se llevaba al Cuzco a través del Camino del Inca.
Con la dominación española llegó la orden de los Jesuitas, quienes emprendieron una verdadera explotación minera organizada y construyeron los primeros socavones y túneles en la montaña. Cuando Carlos III los expulsó de sus colonias en América en 1767, se perdió gran parte de su experiencia e importante información sobre las vetas y sus direcciones en el subsuelo, también sobre el número y cantidad de socavones  y galerías.
 En un período histórico posterior, Facundo Quiroga reanudó la actividad minera con el propósito de acuñar monedas de oro. En 1830, el caudillo riojano creó la primera casa de la moneda del país, en la ciudad de Chilecito. A pocos años de la muerte de Quiroga, en Barranca Yaco en 1835, una empresa francesa retoma el trabajo de la extracción del mineral en las minas hasta principios del siglo XX.
En el año 1905 se explota la mina pero estuvo en marcha sólo 21 años. La extracción del mineral era administrada por capitales ingleses, pero su construcción estuvo en manos de la alemana Bleichert, de Leipzig, y la fundición, que se realizaba en Santa Florentina (un pueblo a 7 kilómetros de Chilecito), era también británica.
El cablecarril  denominado “La Mexicana” fue la obra de ingeniería más importante de principios de siglo XX que se realizara en el país, con el fin de bajar el mineral que se extraía, el cablecarril tiene 9 estaciones y un recorrido de 34 kilómetros que en línea recta va de Chilecito a casi 5.000 metros de altura del Famatina. La obra, de dirección alemana, tardó sólo 18 meses en construirse y costó un millón de pesos oro, una cifra inédita para la ingeniería de ese entonces.
Ingleses y alemanes perdieron interés en la explotación después de la primera guerra mundial, y tanto las ruinas de la fundación como la primera estación del cablecarril y el pequeño y admirable museo improvisado al pie de la misma se han convertido en lugares de interés turístico.
LA MINA LA MEXICANA HOY
Los vecinos del departamento riojano de Famatina escucharon que la compañía Barrick Gold necesitaba unos 1000 metros cúbicos de agua por día para explotar oro en la mina La Mejicana. El caudal diario para la zona era de 750 metros cúbicos. "¿Qué vamos a hacer nosotros, entonces?", fue la duda que atrapó a los pobladores.
Ese resultó el disparador para que los vecinos empezaran a informarse sobre los riesgos de la minería a cielo abierto. Y decidieron que no querían allí esa industria. Desde entonces, lograron frenar cuatro proyectos mineros bajo un mismo lema: "El Famatina no se toca"
Con acampes, marchas, encadenamientos, reparto de panfletos, videos, pintadas, murales y cortes de ruta para impedirle el paso a la mina a funcionarios del Gobierno y representantes de las empresas, lo lograron: Impedir los proyectos de compañías como Barrick Gold, Osisko Mining Corporation, y Shandong Gold.
Desde entonces -con sólo algunos intervalos de tranquilidad- la vida de los habitantes de Famatina y Chilecito pasa entre llamadas telefónicas, mensajes y marchas. Las redes sociales, lógico, juegan un papel clave en la organización.
El cura Quinteros dice que "conciencia y coincidencia" fueron los motores que les permitieron sostener la resistencia durante todos estos años. En febrero de 2020, él le dio al papa Francisco la camiseta con la inscripción "Famatina no se toca". Cuenta que la actitud del Papa legitimó su posición frente a este conflicto.
 A los asambleístas de Famatina los llaman de Catamarca y de Jáchal para que cuenten su experiencia. Que expliquen si hay una "receta" para lograr decidir sobre los recursos. En esta zona, a 230 kilómetros de la capital riojana, hay un trípode complejo de recrear: Iglesia, poder político y vecinos. Hay peleas, debates, enojos temporales, pero en la emergencia todos vuelven a trabajar juntos por: “Nuestra vida es el agua"

 
Joomla 1.5 Templates by Joomlashack